|  | EL EVANGELIOCOMO ME HA SIDO REVELADO
 
 
   Autor: María Valtorta 
 « PARTE 4 de 7 »
TERCER AÑO DE LAVIDA PUBLICA DE JESUS
  Partes: 
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 313. Preparativos para salir de Nazaret, después de la visita de Simón de Alfeo con su familia. Durante el tercer año, Jesús será el Justo
 314. La cena en la casa de Nazaret. La dolorosa partida  315. El viaje hacia Yiftael y las reflexiones de Juan de Endor  316. Jesús se despide de Juande Endor y de Síntica
 317. La oración de Jesús por la salvación de Judas Iscariote  318. En barca de Tolemaidaa Tiro
 319. Partida de Tiro en la nave del cretense  Nicomedes   320. Prodigios en la nave en medio de una tempestad  321. Arribo a Seleucia.Se despiden de Nicomedes
 322. Partida de Seleucia en un carro y llegada a Antioquía   323. La visita a Antigonio  324. Las pláticas de los ocho apóstoles antes de dejar Antioquía. El adiós a Juan de Endor y a Síntica  325. Los ocho apóstoles se reúnen 
con Jesúscerca de Akcib
 326. Un alto en Akcib   327. En los confines de Fenicia. Palabras de Jesús sobre la igualdad de los pueblos.Parábola de la levadura
 328. En Alejandrocena donde los hermanos de Hermiona  329. En el mercado de Alejandrocena. La parábolade los obreros de la viña
 330. Santiago y Juan "hijos del trueno". Hacia Akcib con el pastor Anás
 331. La fe de la mujer cananea y otras conquistas. Llegada a Akcib  332. La sufrida separación de Bartolomé, que con Felipe vuelve a unirse al Maestro
 333. Con los diez apóstoleshacia Sicaminón
 334. También Tomas y Judas Iscariote se unen de nuevo al grupo apostólico   335. La falsa amistad de Ismael ben Fabí, y el hidrópicocurado en sábado
 336. En Nazaret con cuatro apóstoles. El amor de Tomás por María Santísima
 337. El sábado en Corazín. Parábola sobre los corazones imposibles de labrar. Curaciónde una mujer encorvada
 338. Judas Iscariote pierde el poder de milagros.La parábola del cultivador
 339. La noche pecaminosa de Judas Iscariote
 340. El enmendamiento de Judas Iscariote y el choque con los rabíes junto al sepulcro de Hil.lel  341. La mano herida de Jesús. Curación de un sordomudo en los confines sirofenicios  342. En Quedes. Los fariseos piden un signo.La profecía de Habacuc
 343. La levadura de los fariseos. El Hijo del hombre. El primado a Simón Pedro
 344. Encuentro con los discípulos en Cesárea de Filipo y explicación de la sedal de Jonás  345. Milagro en el castillode Cesárea Paneas
 346. Primer anuncio de la Pasión y reprensión a Simón Pedro   347. En Betsaida. Profecía sobre el martirio de los Apóstoles y curación de un ciego   348. Manahén da algunas noticias acerca de Herodes Antipas, y desde Cafarnaúm va con Jesús a Nazaret. Revelación de las transfiguracionesde la Virgen
 349. La Transfiguración en el monte Tabor y el epiléptico curado al pie del monte. Un comentario para los predilectos  350. Lección a los discípulos sobre el poder de vencera los demonios
 351. El tributo al Templo pagado con la moneda halladaen la boca del pez
 352. Un convertido de María de Magdala. Parábola para el pequeño Benjamín y lección sobre quién es grandeen el reino de los Cielos
 353. La segunda multiplicación de los panes y el milagro de la multiplicación de la Palabra  354. Jesús habla sobre el Pan del Cielo en la sinagoga de Cafarnaúm
 355. El nuevo discípulo Nicolái de Antioquía y el segundo anuncio de la Pasión  356. Hacia Gadara. Las herejías de Judas Iscariote y las renuncias de Juan,que quiere sólo amar
 357. Juan y las culpas de Judas Iscariote. Los fariseos y la cuestión del divorcio  358. En Pel.la. El jovencito Yaia y la madre de Marcos de Josías   359. En la cabaña de Matías cerca de Yabés Galaad  360. El malhumor de los apóstoles y el descanso en una gruta. El encuentro con Rosa de Jericó
 361. Los dos injertos que transformarán a los apóstoles. María de Magdala advierte a Jesús de un peligro. Milagro ante la riada del Jordán  362. La misión de las "voces" en la Iglesia futura. El encuentro con la Madre y las discípulas  363. En Rama, en casa de la hermana de Tomás. Jesús habla sobre la salvación. Apóstrofe a Jerusalén
 364. En el Templo. Oración universal y parábola del hijo verdadero y los hijos bastardos  365. Judas Iscariote insidia la inocencia de Margziam. Un nuevo discípulo, hermano de leche de Jesús. En Betania, en la casa de Lázaro, enfermo
 366. Anastática entre las discípulas. Las cartas de Antioquía  367. El jueves prepascual. Preparativos en el Getsemaní  368. El jueves prepascual. En Jerusalén y en el Templo  369. El jueves prepascual. Parábola de la lepra de las casas  370. El jueves prepascual. En el convite de los pobres en el palacio de Cusa  371.  El jueves prepascual. Por la noche en el palacio de Lázaro  372. El día de la Parasceve. Despertar en el palacio de Lázaro  373. El día de la Parasceve. En el Templo
 374. El día de la Parasceve. Por las calles de Jerusalén y en el barrio de Ofel  375. La cena ritual en casa de Lázaro y el banquete sacrílego en la casa de Samuel  376. Lección sobre la obra salvífica de los santos, y condena al Templo corrompido  377. Parábola del agua y del junco para María de Magdala, que ha elegido la mejor parte  378. La parábola de los pájaros, criticada por unos judíos enemigos que tienden una trampa  379. Una premonición delapóstol Juan
 380. El amor de los apóstoles, de la contemplación a la acción  381. La parábola del administrador infiel y sagaz. Hipocresía de los fariseos y conversión de un esenio  382. Un alto en casa de Nique  383. Discurso sobre la muerte junto al vado del Jordán  384. El anciano Ananías, guardián de la casita de Salomón  385. Parábola de la encrucijada y milagros cerca del pueblo de Salomón
 386. Hacia la orilla occidental del Jordán
 387. En Guilgal. El mendigo Ogla y los escribas tentadores. Los apóstoles comparados con las doce piedras del prodigio de Josué
 388. Exhortación a Judas Iscariote, que irá a Betania con Simón Zelote.
 389. Llegada a Engadí con diez apóstoles
 390. La fe de Abraham de Engadí y la parábola de la semillade palma
 391. Curación del leproso Eliseo de Engadí  392. La hostilidad de Masada, ciudad-fortaleza  393. En la casa de campo de María de Keriot   394. Parábola de las dos voluntades y despedida de los habitantes de Keriot   395. Las dos madres  infelices de Keriot. Adiós a la madre de Judas  396. En Yuttá, con los niños. La mano de Jesús obradora de curaciones
 397. Despedida de los fieles de Yuttá
 398. Palabras de despedida en Hebrón. Los deliriosde Judas Iscariote
 399. Palabras de despedida en Betsur. El amor materno de Elisa  400. En Béter, en casa de Juana de Cusa, la cual habla del daño provocado por Judas Iscariote ante Claudia  401. Pedro y Bartolomé en Béter por un grave motivo.Éxtasis de la escritora
 402. Judas Iscariote se siente descubierto durante el discurso de despedida en Béter  403. Una lucha y victoria espiritual de Simón de Jonás  404. En camino hacia Emaús de la llanura
 405. Descanso en un henil y discurso a la entrada de Emaús de la llanura. El pequeño Miguel  406. En Joppe. Palabras inútiles a Judas de Keriot y diálogo sobre el alma con algunos Gentiles  407. En los campos de Nicodemo. La parábola de los dos hijos  408. Multiplicación del trigo en los campos de José de Arimatea  409. El drama familiar del Anciano Juan  410. Provocaciones de Judas Iscariote en el grupo apostólico  411. Una lección extraída de la naturaleza y espigueo milagroso para una viejecita. Cómo ayudar a quien se enmienda  412. Elogio del lirio de los valles, símbolo de María. Pedro se sacrifica por el bien de Judas  413. Llegada a Jerusalén para la fiesta de Pentecostés y disputa con los doctores del Templo  414. Invectiva contra fariseos y doctores en el convite en casadel Anciano Elquías
 415. Un alto en el caminoen Betania
 416. Un mendigo samaritano en el camino de Jericó   417. Historia de Zacarías el leproso y conversión de Zaqueo el publicano
 418. Curación del discípulo José, herido en la cabeza y recogido en la casita de Salomón  419. Curaciones en un pueblecito de la Decápolis. Parábola del escultor y de las estatuas  420. Curación de un endemoniado completo. La vocación de la mujer al amor  421. El endemoniado curado, los fariseos y la blasfemia contrael Espíritu Santo
 422. El Iscariote, con sus malos humores, ocasiona la lección sobre los deberes y los siervos inútiles
 423. Partida del Iscariote, que ocasiona la lección sobreel amor y el perdón
 424. Pensamientos de gloria y martirio ante la vista de la costa mediterránea  425. En Cesárea Marítima. Romanos mundanos y parábola de los hijos con destinos distintos  426. Con las romanas en Cesárea Marítima. Profecía en Virgilio.La joven esclava salvada
 427. Bartolomé instruyea Áurea Gala
 428. Parábola de la viña y del viñador, figuras del alma y del libre albedrío  429. Con Judas Iscariote en la llanura de Esdrelón  430. El nido caído y el escriba cruel. La letra y el espíritude la Ley
 431. Tomás prepara el encuentro de Jesús con los campesinosde Jocanán
 432. Con los campesinos de Jocanán, cerca de Sefori
 433. Llegada a Nazaret. Alabanzas a la Virgen. Curación de Áurea
 434. Trabajos manuales en Nazaret y parábola de la madera barnizada
 435. Comienzo del tercer sábado en Nazaret y llegada de Pedro con otros apóstoles  436. En el huerto de Nazaret, revelado a apóstoles y discípulas el precio de la Redención  437. Coloquiode Jesús con
su Madre
 438. María Santísima con María de Alfeo en Tiberíades, donde Valeria. Encuentro con Judas Iscariote  439. María Santísima enseña a Áurea a hacer la voluntad de Dios  440. Otro sábado en Nazaret. Obstinación de José de Alfeo  441. Partida de Nazaret. Un incendio de brezos durante el viaje viene a ser el tema de una parábola  442. Judas Iscariote en Nazaret en casa de María  443. La muerte del abuelo de Margziam  444. Las dotes de Margziam. Lección sobre la caridad, sobre la salvación, sobre los méritos del Salvador  445. Dos parábolas durante una tormenta en Tiberíades. Llegada de Maria Stma., e impenitencia de Judas Iscariote  446. Llegada a Cafarnaúm en medio de un cálido recibimiento   447. En Cafarnaúm unas palabras de Jesús sobre la misericordia y el perdón no encuentran eco  448. Encuentro de barcas en el lago y parábola sugerida por Simón Pedro  449. El pequeño Alfeo desamado de su madre  450. Milagros en el arrabal cercano a Ippo y curación del leproso Juan  451. Discurso en el arrabal cercano a Ippo sobre los deberes de los cónyuges y de los hijos  452. El ex leproso Juan se hace discípulo. Parábola de los diez monumentos  453. Llegada a Ippo y discurso en pro de los pobres. Curación de un esclavo paralítico  454. María Santísima y su amor perfecto. Conflicto de Judas Iscariote con el pequeño Alfeo  455. La Iglesia es confiada a la maternidad de María. Discurso, al pie de Gamala, en prode unos forzados
 456. Despedida de Gamala y llegada a Afeq. Advertencia a la viuda Sara y milagro en su casa  457. Discurso en Afeq, tras una disputa entre creyentes y no creyentes. Sara se hace discípula  458. Una curación espiritual en Guerguesa y lección sobrelos dones de Dios
 459. El perdón a Samuel de Nazaret y lección sobre las malas amistades
 460. Fariseos en Cafarnaúm con José y Simón de Alfeo. Jesús y su Madre preparadospara el Sacrificio
 461. Confabulación en casa de Cusa para elegir a Jesús rey. El griego Zenón y la carta de Síntica con la noticia de la muerte de Juan de Endor  462. Discurso y curaciones en las fuentes termales de Emaúsde Tiberíades
 463. En Tariquea. Cusa, a pesar del discurso sobre la naturaleza del reino mesiánico, invita a Jesús a su casa. Conversión de una pecadora  464. En la casa de campo de Cusa, intento de elegir rey a Jesús. El testimonio del Predilecto
 465. En Betsaida para un encargo secreto a Porfiria. Apresurada partida de Cafarnaún  466. Un alto en la casa de los ancianos cónyuges Judas y Ana  467. Parábola de la distribución de las aguas. Perdón condicionado para el campesino Jacob. Advertencias a los apóstoles camino de Corazín  468. Un episodio de enmendamiento de Judas Iscariote, y otros queilustran su figura
 469. Despidiéndose de los pocos fieles de Corazín  470. Lección a una suegra sobre los deberes del matrimonio  471. Encuentro con el levita José, llamado Bernabé, y lección sobre Dios-Amor
 472. Solicitud insidiosa de un juicio acerca de un hecho ocurrido en Yiscala  473. Curación de un niño ciego de Sidón y una lecciónpara las familias
 474. Una visión que se pierde en un arrobo de amor  475. Abel de Belén de Galilea pide el perdón para sus enemigos  476. Lección sobre el cuidado de las almas y perdón a los dos pecadores castigados con la lepra  477. Coloquio de Jesús con su Madre en el bosque de Matatías. Los sufrimientos morales de Jesús y María
 478. Coloquio de Jesús con José y Simón de Alfeo, que van a la fiesta de los Tabernáculos  479. Con Juan al pie de la torre de Yizreel en espera de los campesinos de Jocanán  480. Parten de Yizreel tras la visita nocturna de los campesinos de Jocanán  481. Llegada a Enganním. Maquinaciones de Judas Iscariote para impedir una tramade los fariseos
 482. En camino con un pastor samaritano que vepremiada su fe
 483. Polémica de los apóstoles sobre el odio de los judíos. Los diez leprosos curados en Samaria  484. Alto obligado en las cercanías de Efraím y parábola de la granada  485. Jesús llega con los apóstoles a Betania, donde ya están algunos discípulos con Margziam  486. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Reino  487. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Cristo  488. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Partida secreta hacia Nob después de la oración
 489. En Nob. Parábola del rey no comprendido por sus súbditos. Jesús calma el viento  490. En el campo de los Galileos con los primos apóstoles y encuentro con el levita Zacarías  491. TEn el Templo el último día de la fiesta de los Tabernáculos. Sermón sobre el Agua viva  492. En Betania se evoca la memoria de Juan de Endor  493. Jesús habla cabe la fuente de En Royel, lugar en que hicieron un alto los tres Sabios  494. La mujer adúltera y la hipocresía de sus acusadores  495. Jesús instruye acerca del perdón de los pecadores, y se despide de sus discípulos en el camino de Betania  496. Un alto en la casita de Salomón. Improvisa turbaciónde Judas Iscariote.
 497. Simón Pedro atraviesa una hora de abatimiento   498. Exhortación a Judas Tadeo y a Santiago de Zebedeo después de una discusióncon Judas Iscariote
 499. Fuga de Esebón y encuentro con un mercader de Petra   500. Reflexiones de Bartolomé y Juan después de un retiro en el monte Nebo
 501. Parábola de los hijos lejanos. Curación de dos hijos ciegos del hombre de Petra  502. Otro abatimiento en Pedro. Lección sobre las posesiones (divinas y diabólicas)  503. Los apóstoles indagan acerca del Traidor. Un saduceo y la infeliz mujer de un nigromante. Saber distinguir lo sobrenatural de lo oculto  504. Margziam preparado para la separación. Regreso a la aldea de Salomón y muerte de Ananías  505. En el Templo, una gracia obtenida con la oración incesante y la parábola del juez y la viuda  506. En el Templo, oposición al discurso que revela que Jesús es la Luz del mundo
 507. El gran debate con los judíos. Huyen del Templo con la ayuda del levita Zacarías  508. Juan será la luz de Cristo hasta el final de los tiempos. El pequeño Marcial-Manasés acogido por José de Seforí  509. El anciano sacerdote Matán acogido con los apóstoles y discípulos que han huido del Templo
 510. La curación de un ciego de nacimiento
 511. En la casa de Juan de Nob, otra alabanza a la Corredentora. Embustes de Judas Iscariote  512. Profecía ante un pueblo destruido  513. En Emaús Montana, una parábola sobre la verdadera sabiduría y una advertenciaa Israel
 514. Consejos sobre la santidad a un joven indeciso. Reprensión a los habitantes de Bet-Jorón después de la curación de un romano y una judía  515. Las razones del dolor salvífico de Jesús. Elogio de la obediencia y lección sobre la humildad
 516. En Gabaón, milagro del mudito y elogio de la sabiduría como amor a Dios  517. Hacia Nob. Judas Iscariote, tras un momento polémico, reconoce su error  518. En Jerusalén, encuentro con el ciego curado y palabras que revelan a Jesús como buen Pastor
 519. Inexplicable ausencia de Judas Iscariote y alto en Betania, en casa de Lázaro  520. Conversaciones en torno a Judas Iscariote, ausente. Llegada a Tecua con el anciano Elí-Ana  521. En Tecua, Jesús se despide de los habitantes del lugar y del anciano Elí-Ana  522. Llegada a Jericó. El amor terreno de la muchedumbre y el amor sobrenatural delconvertido Zaqueo
 523. En Jericó. La petición a Jesús de que juzgue a una mujer. La parábola del fariseo y el publicano tras una comparación entre pecadores y enfermos  524. En Jericó. En casa de Zaqueo con los pecadores convertidos  525. El juicio sobre Sabeade Betlequí
 526. T526 Curaciones cerca del vado de Betabara y discurso en recuerdo de Juan el Bautista  527. Desconocimiento y tentaciones en la naturaleza humana de Cristo  528. En Nob. Consuelo materno de Elisa y regreso inquietante de Judas Iscariote  529. Enseñanzas a los apóstoles mientras realizan trabajos manuales en casa de Juan de Nob  530. Otra noche de pecado de Judas Iscariote  531. En Nob, enfermos y peregrinos venidos de todas partes. Valeria y el divorcio. Curación del pequeño Leví  532. Preparativos para las Encenias. Una prostituta enviada a tentar a Jesús, que deja Nob  533. Hacia Jerusalén conJudas Iscariote
 534. Enseñanzas y curaciones en la sinagoga de los libertos romanos. Un encargopara los gentiles
 535. Judas Iscariote llamadoa informar a casa de Caifás
 536. Curación de siete leprosos y llegada a Betania con los apóstoles ya reunidos. Marta y María preparadas por Jesúsa la muerte de Lázaro
 537. En el Templo en la fiesta de la Dedicación, Jesús se manifiesta a los judíos, que intentan apedrearle  538. Jesús, orante en la gruta de la Natividad, contemplado por los discípulos ex pastores  539. Juan de Zebedeo se acusa de culpas inexistentes  540. La Madre confiada a Juan. Encuentro con Manahén y lección sobre el amor a los animales. Conclusión del tercer año    | 
      
      
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             428- Parábola de la viña y del viñador, figuras del alma y del libre albedrío
 -La paz a vosotros, amigos  míos. El Señor es bueno. Nos concede reunirnos para un ágape fraterno, ¿A dónde  ibais? pregunta Jesús a los ex pastores, mientras se adentra en un bosquete  para resguardarse del sol. 
 -Unos hacia el mar, otros  hacia los montes. Pero hasta aquí hemos venido juntos y creciendo cada vez más  en número, por otros grupos que hemos encontrado por el camino -dice Daniel, el  que fue pastor del Líbano.
 
 -Sí, y nosotros dos  quisiéramos ir hasta el gran Hermón, donde hemos pastoreado a los rebaños, para  pastorear corazones -dice Benjamín, su compañero.
 
 -Es una buena idea. Yo voy a  estar un poco en Nazaret; luego estaré entre Cafarnaúm y Betsaida hasta la  neomenia de Elul. Os lo digo para que, en caso de necesidad, podáis  encontrarme. Sentaos, pongamos en común nuestros alimentos para repartirlos con  justicia.
 
 Así lo hacen. Extienden encima  de un lienzo sus... riquezas: tortas de pan, quesos pequeños, pescado salado,  aceitunas, algunos huevos, las primeras manzanas... y, de la misma forma que  han entregado alegremente, con alegría reparten, después del ofrecimiento y la  bendición de Jesús.
 
 ¡Qué contentos están de este  inesperado banquete de amor! Inmersos en la alegría de escuchar a Jesús -que  les hace preguntas acerca de las cosas que han hecho, y que los aconseja o les  cuenta lo que Él ha hecho -, se han olvidado del cansancio y del calor. Y, a  pesar de que esta hora calentísima de un día de bochorno produzca un  atontamiento de somnolencia, el interés es tanto, que ninguno se abandona al  sueño; antes al contrario, terminada la comida, recogidas las pocas provisiones  que han sobrado, dividiéndolas en sendas partes iguales, se retiran aún más  hacia la espesura de los primeros boscajes del collado, y, a la sombra fresca  de los árboles, sentados en círculo en torno a Jesús, le ruegan que les exponga  una bonita parábola que sirva como regla de vida y como enseñanza.
 
 Jesús, que está sentado de  forma que tiene enfrente la llanura de Esdrelón, ya despojada de mieses, pero  rica en viñas y árboles frutales, extiende su mirada por el paisaje como  buscando un tema en lo que ve. Sonríe. Ha encontrado. Empieza con una pregunta  genérica:
 -¿Verdad que son bonitas las  viñas de esta llanura?
 -Muy bonitas. Están  increíblemente cargadas de uvas que maduran. Y muy bien cuidadas. Por eso  producen tanto.
 -Pero serán plantas  selectas... -insinúa Jesús. Y termina:
 
 «La llanura, estando casi toda dividida  en propiedades de ricos fariseos, ha sido cultivada con plantas buenas sin  dolerse del precio de adquisición».
 
 -¡No serviría el haber  adquirido las mejores plantas, si luego no hubieran seguido cuidándolas! Yo  entiendo de esto, porque todos mis bienes consisten en vides. Pero, si no sudo  yo, o sea, si no hubiera sudado, como ahora siguen sudando mis hermanos, créeme,  Maestro, que no podría ofrecerte para la vendimia racimos iguales que los del  año pasado -dice un hombre vigoroso, de unos cuarenta años, que me parece haber  visto ya pero cuyo nombre no recuerdo.
 -Tienes razón, Cleofás. Todo  el secreto para tener buenos frutos está en el cuidado que se da a nuestros  bienes -dice otro.
 
 -Buenos frutos y buena  ganancia. Porque, si la tierra diera sólo lo que se ha gastado por ella, sería  siempre un mal empleo del dinero. La tierra debe producir el fruto del capital  que nos cuesta, más una ganancia que nos permita aumentar nuestro patrimonio.  Porque hay que pensar que un padre debe repartir entre los hijos. Y de unos  bienes, sea en tierras o en dinero, debe hacer varias partes, tantas como hijos  tiene, para dar a todos con qué vivir. No creo que multiplicar así los bienes  en beneficio de los hijos sea una cosa reprochable -insiste Cleofás.
 -No lo es si se consigue con  el trabajo honrado y de forma honrada. ¿Entonces tú dices que, a pesar de la  calidad de los vástagos plantados, para sacar ganancia es necesario trabajar  mucho en ellos?
 
 -¡Hombre claro! Antes de que  den el primer racimo... ¡Porque tiene que pasar tiempo, eh! Y por tanto hay que  tener paciencia y también hay que trabajar mientras las cepas tiernas tienen  sólo hojas. Y después también, cuando ya dan fruto y son fuertes. Estar atentos  a que no tengan ramas inútiles ni insectos nocivos, a que las hierbas parásitas  no debiliten el terreno, o a que no se ahoguen los sarmientos bajo el follaje  de las zarzas y de las enredaderas; mullir en la base, hacer los círculos para  que el aguazo penetre y las aguas se detengan un poco más que en otras partes  para nutrir a la planta, y abonar...
 
 ¡Trabajo duro! Pero es necesario, aunque  sea muy arduo, porque la uva, tan dulce, tan espléndida que cada racimo parece  una aglomeración de piedras preciosas, se forma precisamente absorbiendo ese  negro y fétido estiércol. ¡Parece imposible pero es así! Y quitar hojas para  dejar que baje el sol a los racimos; y, terminada la vendimia, arreglar las  plantas, atando, podando, cubriendo las raíces con paja y excrementos para  defenderlas del hielo; e ir también en invierno, a ver si los vientos o algún  malandrín han arrancado los palos, y si el tiempo ha soltado los mimbres usados  para sujetar las ramas a los soportes...
 
 ¡Siempre hay cosas que hacer mientras  la vid no muere del todo!... Y después hay que trabajar todavía para sacarla de  la tierra y limpiar el terreno de raíces para prepararla para recibir un nuevo  vástago. ¿Y sabes qué mano tan suave y paciente y qué ojo tan fino hay que  tener para desenredar los sarmientos de las plantas muertas, mezclados con los  de las plantas todavía vivas! ¡Si se fuera con ignorancia y mano ruda, se  harían daños! ¡Hay que dedicarse a este oficio para saber!... ¿Las vides?  ¡Hombre, son como hijos! ¡Y, antes de que un hijo sea hombre, cuánto hay que  sudar para mantenerlo sano de cuerpo y de espíritu!... Pero yo estoy hablando  sin parar y no te dejo hablar a ti... Nos has prometido una parábola...
 
 -Verdaderamente ya la has  dicho tú. Bastaría con aplicar tu conclusión y decir que las almas son como las  vides...
 -¡No, Maestro! Habla Tú. Yo...  he dicho simplezas y no podemos hacer por nosotros mismos la labor de  aplicarlo...
 -De acuerdo. Oíd.
 
 Llegado el momento en que  tuvimos una carne animal en el seno de nuestra madre, Dios, en los Cielos, creó  el alma para hacer a semejanza de Él al futuro hombre, y la puso en esa carne  en formación en un seno materno. Y el hombre, llegado su tiempo de nacer, nació  con su alma, la cual, hasta el uso de razón, fue como una tierra no cultivada  por su dueño. Pero, llegada la edad de la razón, el hombre empezó a razonar y a  distinguir el Bien y el Mal. Fue entonces cuando se dio cuenta de que tenía una  viña, para cultivarla como él quisiera. Y se dio cuenta de que tenía a un  viñador encargado de esa viña: su libre arbitrio. En efecto, la libertad de  guiarse, que Dios ha dejado al hombre hijo suyo, es como un siervo idóneo dado  por Dios al hombre hijo suyo para que le ayude a hacer fértil la viña, o sea,  el alma.
 
 Si el hombre no debiera  trabajar con sus propias manos para hacerse rico, para construirse un futuro  eterno de prosperidad sobrenatural; si hubiese tenido que recibir todo de Dios,  ¿qué mérito tendría por restaurarse de nuevo en santidad, después de que  Lucifer corrompió la santidad inicial, dada gratuitamente por Dios a los  primeros hombres? Mucho es ya el que Dios conceda a las criaturas caídas por la  herencia de la culpa merecer el premio y ser santas, volviendo, por voluntad  propia, a aquella naturaleza inicial de criaturas perfectas que el Creador  había dado a Adán y Eva, y a sus descendientes si sus progenitores se hubieran  conservado inmunes de la culpa original. El hombre caído debe volver a ser  hombre elegido, por su libre voluntad.
 
 Ahora bien, ¿qué sucede en las  almas? Esto. El hombre confía su alma a su voluntad, a su libre arbitrio, que  se pone a trabajar la viña que hasta entonces había sido un terreno sin  plantas, bueno, pero sin plantas duraderas; sólo gráciles hierbas y florecillas  caducas habían estado esparcidas en aquélla: las bondades instintivas del niño  que es bueno porque es todavía un ángel desconocedor del Bien y del Mal.
 
 Diréis: "¿Durante cuánto  tiempo permanece así?". Generalmente se dice: durante los primeros seis  años. Pero verdad es que hay razones precoces, siendo así que tenemos niños  responsables de sus acciones antes de los seis años. Tenemos niños responsables  de sus acciones incluso a los tres o cuatro años, responsables porque saben que  eso es Bueno, y que eso es Malo, y quieren libremente esto o aquello. Cuando  una criatura sabe distinguir la mala acción de la buena acción ya es  responsable. No antes.
 
 Por tanto, un subnormal, incluso a los cien años, es  irresponsable; pero se asumen su responsabilidad sus tutores, que deben velar  amorosamente por él y por el prójimo que puede sufrir daño por parte del  subnormal o del loco, a fin de que éste no se haga daño a sí mismo ni se lo  haga a otros. Pero Dios no imputa al subnormal o al loco culpa alguna, porque,  desgraciadamente para él, está privado de la razón. Pero nosotros hablamos de  seres inteligentes y sanos de mente y cuerpo.
 Así pues, el hombre confía su viña sin cultivar  a su trabajador, el libre arbitrio, y éste empieza a cultivarla. El alma, la  viña, tiene, no obstante, voz, y se la hace oír al arbitrio. Una voz  sobrenatural, nutrida de voces sobrenaturales que Dios no niega nunca a las  almas: la del Custodio, la de los espíritus enviados por Dios, la de la  Sabiduría, la de los recuerdos sobrenaturales que toda alma recuerda aun sin la  percepción exacta por parte del hombre entero.  (Recuerdos sobrenaturales que MV  explica con la siguiente nota en una copia mecanografiada: “Dios ha puesto en  el hombre la conciencia además de la razón. Y la conciencia tiene una voz  propia que recuerda, advierte o amonesta. Recuerda aquello que debería hacerse  y aquello que no se debe hacer porque está mal. Advierte que no se haga el mal,  porque va contra toda ley natural y sobrenatural. Amonesta por el mal hecho, moviendo  a la reparación y al arrepentimiento. Hace sentir que el mal obrado en la  Tierra provoca la pérdida de un premio futuro, la pérdida del Bien supremo.  Esto hace la conciencia, porque, habiendo sido dada por Dios, no puede sino  mantener despierto o suscitar en la criatura el recuerdo de Aquel que se la dio  al hombre como guía.”) Y  habla al arbitrio, con voz suave, incluso suplicante, para rogarle que la  adorne con buenas plantas, y que sea activo y sabio para no hacer de ella un  zarzal agreste, malo, venenoso, donde aniden serpientes y escorpiones y hagan  su madriguera la zorra y la garduña y otros cuadrúpedos malos. 
 El  libre albedrío no siempre es un buen cultivador; no siempre vigila la viña y la  defiende con un seto infranqueable, o sea, con una voluntad firme y buena en  actitud de defender al alma de ladrones y parásitos y de todas las cosas  perniciosas, de los vientos violentos que podrían hacer caer las florecillas de  las buenas resoluciones apenas formadas en el deseo. ¡Oh, qué alto y fuerte  deberá ser el seto que hay que levantar en torno al corazón para salvarlo del  mal! ¡Qué atención hay que tener para que no sea forzado, para que no abran en  él ni grandes aberturas -puerta para disipaciones -, ni encubiertas y pequeñas  aberturas en su base, por las que se introduzcan las víboras: los siete pecados  capitales!
 
 ¡Cómo hay que escardar, quemar las malas hierbas, podar, mullir el  terreno, abonar con la mortificación, cuidar con el amor a Dios y al prójimo,  la propia alma! Y vigilar con ojo abierto y luminoso, y con mente despierta,  para que los majuelos que podían parecer buenos no se manifiesten luego  dañinos; y si sucede esto, arrancarlos sin piedad: mejor es una planta sola  pero perfecta, que no muchas inútiles y dañinas.
 
 Tenemos  corazones, tenemos por tanto viñas siempre trabajadas, plantadas de nuevas  plantas por un desordenado cultivador que hacina nuevas plantas: este trabajo,  aquella idea, aquel deseo; incluso no malos, pero que luego se dejan sin cuidar  y se hacen malos; caen al suelo, se degeneran, mueren... ¡Cuántas virtudes  perecen por estar mezcladas con las sensualidades, por falta de cultivo, por...  en conclusión, por no estar sostenido por el amor el libre arbitrio! ¡Cuántos  ladrones entran a robar, a profanar, a devastar, porque la conciencia duerme en  vez de velar, porque la voluntad se enerva y se corrompe, porque el arbitrio se  deja seducir y, siendo libre, se hace esclavo del Mal.
 
 ¡Fijaos,  Dios lo deja libre, y el arbitrio se hace esclavo de las pasiones, del pecado,  de las concupiscencias, en definitiva, del Mal! Soberbia, ira, avaricia,  lujuria, primero mezcladas, luego triunfadoras sobre las plantas buenas... ¡Un  desastre! ¡Cuánto ardor que reseca las plantas por no existir ya la oración que  es unión con Dios, y, por tanto, rocío de benéfica linfa en el alma! ¡Cuánto  hielo que hiela las raíces con la falta de amor a Dios y al prójimo! ¡Cuánta  pobreza del terreno por rechazar el abono de la mortificación, de la humildad!
 
 ¡Qué maraña inextricable de ramas buenas y no buenas, por no tener el valor de  sufrir por amputarse lo que es nocivo! Éste es el estado de un alma que tiene  como custodio y cultivador un arbitrio desordenado y vuelto hacia el Mal.
 
 Mientras  que el alma que tiene un arbitrio que vive en el orden, y por tanto en la  obediencia de la Ley -que ha sido dada para que el hombre sepa lo que es el  orden, cómo es el orden y cómo se conserva -, y que es heroicamente fiel al  Bien porque el Bien eleva al hombre y lo hace símil a Dios, mientras que el  Mal lo afea y lo hace símil al demonio -, es una viña regada por las aguas  puras, abundantes, útiles, de la fe, y adecuadamente sombreada por los árboles  de la esperanza, y calentada por el sol de la caridad, corregida por la  voluntad, abonada por la mortificación, ligada con la obediencia, podada por la  fortaleza, conducida por la justicia, vigilada por la prudencia y por la  conciencia. Y la gracia crece, ayudada por tantas cosas, crece la santidad, y  la viña viene a ser un maravilloso jardín al que baja Dios a gustar sus delicias  hasta que, conservándose la misma viña siempre como jardín perfecto, hasta la  muerte de la criatura, Dios manda a sus ángeles que lleven este trabajo de un  libre arbitrio voluntarioso y bueno al grande y eterno jardín de los Cielos.
 
 (Ángeles:  MV precisa su papel en la siguiente nota escrita en una copia mecanografiada: No es que el alma tenga necesidad de los ángeles para subir a Dios. Lo que  se quiere decir es que los ángeles de alguna forma presentan a Dios el trabajo  "bueno" para que quede escrito en los libros eternos)
 
 Ciertamente,  vosotros queréis este destino. Pues entonces velad para que el Demonio, el  Mundo, la Carne no seduzcan a vuestro albedrío y devasten vuestra alma. Velad  porque en vosotros haya amor, y no amor propio, que apaga el amor y arroja al  alma a merced de las distintas sensualidades y del desorden. Velad hasta el  final, y las tempestades podrán mojaros pero no dañaros, y, cargados de frutos,  iréis a vuestro Señor para el premio eterno.
 He  terminado. Ahora meditad y descansad hasta el ocaso mientras Yo me retiro a  orar.
 
 -No,  Maestro. No debemos tardar en ponernos en camino para llegar a las casas -dice  Pedro.
 -¿Pero  por qué? ¡Falta tiempo hasta la puesta del Sol! -dicen muchos.
 
 -No  estoy pensando ni en la puesta del sol, ni en el sábado. Pienso que no pasará  una hora sin que venga una furiosa tempestad. ¿Veis aquellas lenguas negras que  aparecen lentamente por las montañas de Samaria?, ¿y aquellas tan blancas que  vienen veloces galopando desde Occidente?: un viento alto empuja a éstas; uno  bajo, a las otras. Pero, cuando estén aquí encima, el viento alto cederá al  siroco, y las nubes negras, cargadas de granizo, descenderán y chocarán contra  las blancas, cargadas de rayos, ¡y ya oiréis la música!
 
 -¡Venga,  rápidos! ¡Soy pescador y leo el cielo!
 Jesús  es el primero en obedecer, y, diligentes, todos se ponen a caminar hacia las  alquerías del llano...
 En  el puente se encuentran con Judas, que grita: -¡Maestro  mío! ¡Cómo he sufrido sin ti! ¡Alabado sea Dios, que ha premiado mi constancia  esperándote aquí! ¿Cómo ha ido por Cesárea?
 
 -Paz  a ti, Judas -responde brevemente Jesús y añade: «Hablaremos en las casas. Ven,  que la tormenta amenaza inminente».
 
 Efectivamente,  ya empiezan las oleadas de viento que levantan nubes de polvo por los caminos  resecos; el cielo ya se cubre de nubes de todas las formas y colores; el aire  se pone amarillo y cárdeno... Ya empiezan a caer las primeras, escasas gotazas  calientes; ya surcan el cielo, que se ha puesto casi nocturno, los primeros  relámpagos... Se echan a correr. Sólo sus buenas piernas, estimuladas por el  deseo de no quedar empapados por un aguacero, les hace llegar a la primera casa  cuando un diluvio de agua mezclada con granizo, entre un estampido de saeta que  cae poco lejos, se abate sobre la zona, en medio de un gran olor a tierra  mojada y a ozono liberado por los relámpagos sin pausa...
 
 Entran.  Por suerte, es una casa provista de pórticos y habitada por campesinos que  creen en el Mesías. Con veneración invitan al Maestro a alojarse con sus  compañeros «como si la casa fuera tuya. Pero levanta tu mano para alejar el  pedrisco, por piedad de nuestro trabajo» dicen arremolinándose alrededor de  Jesús.
 Jesús  alza la mano y señala los cuatro puntos cardinales: y del cielo baja sólo agua,  para dar de beber a los pomares, a los viñedos, a los prados, y para purificar  esa atmósfera tan cargada.
 
 -¡Bendito  seas, Señor! -dice el cabeza de familia -¡Entra, mi Señor!
 
 Y, mientras sigue el chaparrón, Jesús entra en una  habitación grandísima, sin duda un almacén, y se sienta cansado, rodeado de los  suyos.
 
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