Saturday October 12,2024
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EL EVANGELIO
COMO ME HA SIDO REVELADO


El Evangelio como me ha sido revelado

Autor: María Valtorta

« PARTE 4 de 7 »

TERCER AÑO DE LA
VIDA PUBLICA DE JESUS

Partes: [ 1 ] [ 2 ] [ 3 ]
[ 4 ] [ 5 ] [ 6 ] [ 7 ]



313. Preparativos para salir de Nazaret, después de la visita de Simón de Alfeo con su familia. Durante el tercer año,
Jesús será el Justo

314. La cena en la casa de Nazaret. La dolorosa partida

315. El viaje hacia Yiftael y las reflexiones de Juan de Endor

316. Jesús se despide de Juan
de Endor y de Síntica

317. La oración de Jesús por la salvación de Judas Iscariote

318. En barca de Tolemaida
a Tiro

319. Partida de Tiro en la nave del cretense Nicomedes

320. Prodigios en la nave en medio de una tempestad

321. Arribo a Seleucia.
Se despiden de Nicomedes

322. Partida de Seleucia en un carro y llegada a Antioquía

323. La visita a Antigonio

324. Las pláticas de los ocho apóstoles antes de dejar Antioquía. El adiós a Juan de Endor y a Síntica

325. Los ocho apóstoles se reúnen con Jesús
cerca de Akcib

326. Un alto en Akcib

327. En los confines de Fenicia. Palabras de Jesús sobre la igualdad de los pueblos.
Parábola de la levadura

328. En Alejandrocena donde los hermanos de Hermiona

329. En el mercado de Alejandrocena. La parábola
de los obreros de la viña

330. Santiago y Juan "hijos del trueno". Hacia Akcib
con el pastor Anás

331. La fe de la mujer cananea y otras conquistas. Llegada a Akcib

332. La sufrida separación de Bartolomé, que con Felipe
vuelve a unirse al Maestro

333. Con los diez apóstoles
hacia Sicaminón

334. También Tomas y Judas Iscariote se unen de nuevo al grupo apostólico

335. La falsa amistad de Ismael ben Fabí, y el hidrópico
curado en sábado

336. En Nazaret con cuatro apóstoles. El amor de Tomás
por María Santísima

337. El sábado en Corazín. Parábola sobre los corazones imposibles de labrar. Curación
de una mujer encorvada

338. Judas Iscariote pierde el poder de milagros.
La parábola del cultivador

339. La noche pecaminosa
de Judas Iscariote

340. El enmendamiento de Judas Iscariote y el choque con los rabíes junto al sepulcro de Hil.lel

341. La mano herida de Jesús. Curación de un sordomudo en los confines sirofenicios

342. En Quedes. Los fariseos piden un signo.
La profecía de Habacuc

343. La levadura de los fariseos. El Hijo del hombre.
El primado a Simón Pedro

344. Encuentro con los discípulos en Cesárea de Filipo y explicación de la sedal de Jonás

345. Milagro en el castillo
de Cesárea Paneas

346. Primer anuncio de la Pasión y reprensión a Simón Pedro

347. En Betsaida. Profecía sobre el martirio de los Apóstoles y curación de un ciego

348. Manahén da algunas noticias acerca de Herodes Antipas, y desde Cafarnaúm va con Jesús a Nazaret. Revelación de las transfiguraciones
de la Virgen

349. La Transfiguración en el monte Tabor y el epiléptico curado al pie del monte. Un comentario para los predilectos

350. Lección a los discípulos sobre el poder de vencer
a los demonios

351. El tributo al Templo pagado con la moneda hallada
en la boca del pez

352. Un convertido de María de Magdala. Parábola para el pequeño Benjamín y lección sobre quién es grande
en el reino de los Cielos

353. La segunda multiplicación de los panes y el milagro de la multiplicación de la Palabra

354. Jesús habla sobre el Pan del Cielo en la sinagoga
de Cafarnaúm

355. El nuevo discípulo Nicolái de Antioquía y el segundo anuncio de la Pasión

356. Hacia Gadara. Las herejías de Judas Iscariote y las renuncias de Juan,
que quiere sólo amar

357. Juan y las culpas de Judas Iscariote. Los fariseos y la cuestión del divorcio

358. En Pel.la. El jovencito Yaia y la madre de Marcos de Josías

359. En la cabaña de Matías cerca de Yabés Galaad

360. El malhumor de los apóstoles y el descanso en una gruta. El encuentro
con Rosa de Jericó

361. Los dos injertos que transformarán a los apóstoles. María de Magdala advierte a Jesús de un peligro. Milagro ante la riada del Jordán

362. La misión de las "voces" en la Iglesia futura. El encuentro con la Madre y las discípulas

363. En Rama, en casa de la hermana de Tomás. Jesús habla sobre la salvación.
Apóstrofe a Jerusalén

364. En el Templo. Oración universal y parábola del hijo verdadero y los hijos bastardos

365. Judas Iscariote insidia la inocencia de Margziam. Un nuevo discípulo, hermano de leche de Jesús. En Betania, en la
casa de Lázaro, enfermo

366. Anastática entre las discípulas. Las cartas de Antioquía

367. El jueves prepascual. Preparativos en el Getsemaní

368. El jueves prepascual. En Jerusalén y en el Templo

369. El jueves prepascual. Parábola de la lepra de las casas

370. El jueves prepascual. En el convite de los pobres en el palacio de Cusa

371. El jueves prepascual. Por la noche en el palacio de Lázaro

372. El día de la Parasceve. Despertar en el palacio de Lázaro

373. El día de la Parasceve.
En el Templo

374. El día de la Parasceve. Por las calles de Jerusalén y en el barrio de Ofel

375. La cena ritual en casa de Lázaro y el banquete sacrílego en la casa de Samuel

376. Lección sobre la obra salvífica de los santos, y condena al Templo corrompido

377. Parábola del agua y del junco para María de Magdala, que ha elegido la mejor parte

378. La parábola de los pájaros, criticada por unos judíos enemigos que tienden una trampa

379. Una premonición del
apóstol Juan

380. El amor de los apóstoles, de la contemplación a la acción

381. La parábola del administrador infiel y sagaz. Hipocresía de los fariseos y conversión de un esenio

382. Un alto en casa de Nique

383. Discurso sobre la muerte junto al vado del Jordán

384. El anciano Ananías, guardián de la casita de Salomón

385. Parábola de la encrucijada y milagros cerca del pueblo
de Salomón

386. Hacia la orilla occidental
del Jordán

387. En Guilgal. El mendigo Ogla y los escribas tentadores. Los apóstoles comparados con las doce piedras del
prodigio de Josué

388. Exhortación a Judas Iscariote, que irá a Betania
con Simón Zelote.

389. Llegada a Engadí con
diez apóstoles

390. La fe de Abraham de Engadí y la parábola de la semilla
de palma

391. Curación del leproso Eliseo de Engadí

392. La hostilidad de Masada, ciudad-fortaleza

393. En la casa de campo de María de Keriot

394. Parábola de las dos voluntades y despedida de los habitantes de Keriot

395. Las dos madres infelices de Keriot. Adiós a la madre de Judas

396. En Yuttá, con los niños. La mano de Jesús obradora
de curaciones

397. Despedida de los fieles
de Yuttá

398. Palabras de despedida en Hebrón. Los delirios
de Judas Iscariote

399. Palabras de despedida en Betsur. El amor materno de Elisa

400. En Béter, en casa de Juana de Cusa, la cual habla del daño provocado por Judas Iscariote ante Claudia

401. Pedro y Bartolomé en Béter por un grave motivo.
Éxtasis de la escritora

402. Judas Iscariote se siente descubierto durante el discurso de despedida en Béter

403. Una lucha y victoria espiritual de Simón de Jonás

404. En camino hacia Emaús
de la llanura

405. Descanso en un henil y discurso a la entrada de Emaús de la llanura. El pequeño Miguel

406. En Joppe. Palabras inútiles a Judas de Keriot y diálogo sobre el alma con algunos Gentiles

407. En los campos de Nicodemo. La parábola de los dos hijos

408. Multiplicación del trigo en los campos de José de Arimatea

409. El drama familiar del Anciano Juan

410. Provocaciones de Judas Iscariote en el grupo apostólico

411. Una lección extraída de la naturaleza y espigueo milagroso para una viejecita. Cómo ayudar a quien se enmienda

412. Elogio del lirio de los valles, símbolo de María. Pedro se sacrifica por el bien de Judas

413. Llegada a Jerusalén para la fiesta de Pentecostés y disputa con los doctores del Templo

414. Invectiva contra fariseos y doctores en el convite en casa
del Anciano Elquías

415. Un alto en el camino
en Betania

416. Un mendigo samaritano en el camino de Jericó

417. Historia de Zacarías el leproso y conversión
de Zaqueo el publicano

418. Curación del discípulo José, herido en la cabeza y recogido en la casita de Salomón

419. Curaciones en un pueblecito de la Decápolis. Parábola del escultor y de las estatuas

420. Curación de un endemoniado completo. La vocación de la mujer al amor

421. El endemoniado curado, los fariseos y la blasfemia contra
el Espíritu Santo

422. El Iscariote, con sus malos humores, ocasiona la lección sobre los deberes
y los siervos inútiles

423. Partida del Iscariote, que ocasiona la lección sobre
el amor y el perdón

424. Pensamientos de gloria y martirio ante la vista de la costa mediterránea

425. En Cesárea Marítima. Romanos mundanos y parábola de los hijos con destinos distintos

426. Con las romanas en Cesárea Marítima. Profecía en Virgilio.
La joven esclava salvada

427. Bartolomé instruye
a Áurea Gala

428. Parábola de la viña y del viñador, figuras del alma y del libre albedrío

429. Con Judas Iscariote en la llanura de Esdrelón

430. El nido caído y el escriba cruel. La letra y el espíritu
de la Ley

431. Tomás prepara el encuentro de Jesús con los campesinos
de Jocanán

432. Con los campesinos
de Jocanán, cerca de Sefori

433. Llegada a Nazaret. Alabanzas a la Virgen.
Curación de Áurea

434. Trabajos manuales en Nazaret y parábola
de la madera barnizada

435. Comienzo del tercer sábado en Nazaret y llegada de Pedro con otros apóstoles

436. En el huerto de Nazaret, revelado a apóstoles y discípulas el precio de la Redención

437. Coloquio
de Jesús con su Madre

438. María Santísima con María de Alfeo en Tiberíades, donde Valeria. Encuentro con Judas Iscariote

439. María Santísima enseña a Áurea a hacer la voluntad de Dios

440. Otro sábado en Nazaret. Obstinación de José de Alfeo

441. Partida de Nazaret. Un incendio de brezos durante el viaje viene a ser el tema de una parábola

442. Judas Iscariote en Nazaret en casa de María

443. La muerte del abuelo de Margziam

444. Las dotes de Margziam. Lección sobre la caridad, sobre la salvación, sobre los méritos del Salvador

445. Dos parábolas durante una tormenta en Tiberíades. Llegada de Maria Stma., e impenitencia de Judas Iscariote

446. Llegada a Cafarnaúm en medio de un cálido recibimiento

447. En Cafarnaúm unas palabras de Jesús sobre la misericordia y el perdón no encuentran eco

448. Encuentro de barcas en el lago y parábola sugerida por Simón Pedro

449. El pequeño Alfeo desamado de su madre

450. Milagros en el arrabal cercano a Ippo y curación del leproso Juan

451. Discurso en el arrabal cercano a Ippo sobre los deberes de los cónyuges y de los hijos

452. El ex leproso Juan se hace discípulo. Parábola de los diez monumentos

453. Llegada a Ippo y discurso en pro de los pobres. Curación de un esclavo paralítico

454. María Santísima y su amor perfecto. Conflicto de Judas Iscariote con el pequeño Alfeo

455. La Iglesia es confiada a la maternidad de María. Discurso, al pie de Gamala, en pro
de unos forzados

456. Despedida de Gamala y llegada a Afeq. Advertencia a la viuda Sara y milagro en su casa

457. Discurso en Afeq, tras una disputa entre creyentes y no creyentes. Sara se hace discípula

458. Una curación espiritual en Guerguesa y lección sobre
los dones de Dios

459. El perdón a Samuel de Nazaret y lección sobre
las malas amistades

460. Fariseos en Cafarnaúm con José y Simón de Alfeo. Jesús y su Madre preparados
para el Sacrificio

461. Confabulación en casa de Cusa para elegir a Jesús rey. El griego Zenón y la carta de Síntica con la noticia de la muerte de Juan de Endor

462. Discurso y curaciones en las fuentes termales de Emaús
de Tiberíades

463. En Tariquea. Cusa, a pesar del discurso sobre la naturaleza del reino mesiánico, invita a Jesús a su casa. Conversión de una pecadora

464. En la casa de campo de Cusa, intento de elegir rey a Jesús. El testimonio
del Predilecto

465. En Betsaida para un encargo secreto a Porfiria. Apresurada partida de Cafarnaún

466. Un alto en la casa de los ancianos cónyuges Judas y Ana

467. Parábola de la distribución de las aguas. Perdón condicionado para el campesino Jacob. Advertencias a los apóstoles camino de Corazín

468. Un episodio de enmendamiento de Judas Iscariote, y otros que
ilustran su figura

469. Despidiéndose de los pocos fieles de Corazín

470. Lección a una suegra sobre los deberes del matrimonio

471. Encuentro con el levita José, llamado Bernabé, y lección
sobre Dios-Amor

472. Solicitud insidiosa de un juicio acerca de un hecho ocurrido en Yiscala

473. Curación de un niño ciego de Sidón y una lección
para las familias

474. Una visión que se pierde en un arrobo de amor

475. Abel de Belén de Galilea pide el perdón para sus enemigos

476. Lección sobre el cuidado de las almas y perdón a los dos pecadores castigados con la lepra

477. Coloquio de Jesús con su Madre en el bosque de Matatías. Los sufrimientos morales
de Jesús y María

478. Coloquio de Jesús con José y Simón de Alfeo, que van a la fiesta de los Tabernáculos

479. Con Juan al pie de la torre de Yizreel en espera de los campesinos de Jocanán

480. Parten de Yizreel tras la visita nocturna de los campesinos de Jocanán

481. Llegada a Enganním. Maquinaciones de Judas Iscariote para impedir una trama
de los fariseos

482. En camino con un pastor samaritano que ve
premiada su fe

483. Polémica de los apóstoles sobre el odio de los judíos. Los diez leprosos curados en Samaria

484. Alto obligado en las cercanías de Efraím y parábola de la granada

485. Jesús llega con los apóstoles a Betania, donde ya están algunos discípulos con Margziam

486. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Reino

487. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Cristo

488. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Partida secreta hacia Nob después
de la oración

489. En Nob. Parábola del rey no comprendido por sus súbditos. Jesús calma el viento

490. En el campo de los Galileos con los primos apóstoles y encuentro con el levita Zacarías

491. TEn el Templo el último día de la fiesta de los Tabernáculos. Sermón sobre el Agua viva

492. En Betania se evoca la memoria de Juan de Endor

493. Jesús habla cabe la fuente de En Royel, lugar en que hicieron un alto los tres Sabios

494. La mujer adúltera y la hipocresía de sus acusadores

495. Jesús instruye acerca del perdón de los pecadores, y se despide de sus discípulos en el camino de Betania

496. Un alto en la casita de Salomón. Improvisa turbación
de Judas Iscariote.

497. Simón Pedro atraviesa una hora de abatimiento

498. Exhortación a Judas Tadeo y a Santiago de Zebedeo después de una discusión
con Judas Iscariote

499. Fuga de Esebón y encuentro con un mercader de Petra

500. Reflexiones de Bartolomé y Juan después de un retiro
en el monte Nebo

501. Parábola de los hijos lejanos. Curación de dos hijos ciegos del hombre de Petra

502. Otro abatimiento en Pedro. Lección sobre las posesiones (divinas y diabólicas)

503. Los apóstoles indagan acerca del Traidor. Un saduceo y la infeliz mujer de un nigromante. Saber distinguir lo sobrenatural de lo oculto

504. Margziam preparado para la separación. Regreso a la aldea de Salomón y muerte de Ananías

505. En el Templo, una gracia obtenida con la oración incesante y la parábola del juez y la viuda

506. En el Templo, oposición al discurso que revela que Jesús
es la Luz del mundo

507. El gran debate con los judíos. Huyen del Templo con la ayuda del levita Zacarías

508. Juan será la luz de Cristo hasta el final de los tiempos. El pequeño Marcial-Manasés acogido por José de Seforí

509. El anciano sacerdote Matán acogido con los apóstoles y discípulos que han huido
del Templo

510. La curación de un ciego
de nacimiento

511. En la casa de Juan de Nob, otra alabanza a la Corredentora. Embustes de Judas Iscariote

512. Profecía ante un pueblo destruido

513. En Emaús Montana, una parábola sobre la verdadera sabiduría y una advertencia
a Israel

514. Consejos sobre la santidad a un joven indeciso. Reprensión a los habitantes de Bet-Jorón después de la curación de un romano y una judía

515. Las razones del dolor salvífico de Jesús. Elogio de la obediencia y lección sobre
la humildad

516. En Gabaón, milagro del mudito y elogio de la sabiduría como amor a Dios

517. Hacia Nob. Judas Iscariote, tras un momento polémico, reconoce su error

518. En Jerusalén, encuentro con el ciego curado y palabras que revelan a Jesús como
buen Pastor

519. Inexplicable ausencia de Judas Iscariote y alto en Betania, en casa de Lázaro

520. Conversaciones en torno a Judas Iscariote, ausente. Llegada a Tecua con el anciano Elí-Ana

521. En Tecua, Jesús se despide de los habitantes del lugar y del anciano Elí-Ana

522. Llegada a Jericó. El amor terreno de la muchedumbre y el amor sobrenatural del
convertido Zaqueo

523. En Jericó. La petición a Jesús de que juzgue a una mujer. La parábola del fariseo y el publicano tras una comparación entre pecadores y enfermos

524. En Jericó. En casa de Zaqueo con los pecadores convertidos

525. El juicio sobre Sabea
de Betlequí

526. T526 Curaciones cerca del vado de Betabara y discurso en recuerdo de Juan el Bautista

527. Desconocimiento y tentaciones en la naturaleza humana de Cristo

528. En Nob. Consuelo materno de Elisa y regreso inquietante de Judas Iscariote

529. Enseñanzas a los apóstoles mientras realizan trabajos manuales en casa de Juan de Nob

530. Otra noche de pecado de Judas Iscariote

531. En Nob, enfermos y peregrinos venidos de todas partes. Valeria y el divorcio. Curación del pequeño Leví

532. Preparativos para las Encenias. Una prostituta enviada a tentar a Jesús, que deja Nob

533. Hacia Jerusalén con
Judas Iscariote

534. Enseñanzas y curaciones en la sinagoga de los libertos romanos. Un encargo
para los gentiles

535. Judas Iscariote llamado
a informar a casa de Caifás

536. Curación de siete leprosos y llegada a Betania con los apóstoles ya reunidos. Marta y María preparadas por Jesús
a la muerte de Lázaro

537. En el Templo en la fiesta de la Dedicación, Jesús se manifiesta a los judíos, que intentan apedrearle

538. Jesús, orante en la gruta de la Natividad, contemplado por los discípulos ex pastores

539. Juan de Zebedeo se acusa de culpas inexistentes

540. La Madre confiada a Juan. Encuentro con Manahén y lección sobre el amor a los animales. Conclusión del tercer año

 

373- El día de la Parasceve. En el Templo


Jesús entra en el Templo.

Y, desde sus primeros pasos en él, es fácil comprender el humor de los ánimos hacia el Nazareno: miradas hostiles; órdenes a los miembros de la guardia del Templo de vigilar al «conturbador», órdenes dadas abiertamente, para que todos vean y oigan; palabras de desprecio para los que vienen con Él; incluso empujones voluntarios a los discípulos...

En fin, el odio es tal, que los relumbrantes fariseos, escribas y doctores asumen posturas y acciones de mozos de cuerda o peor todavía: y están tan cegados por el rencor, que no piensan que se rebajan mucho, incluso como hombres, actuando así.

Jesús pasa tranquilo, ¡como si ni siquiera se refiriera a Él eso que hacen! Es el primero en saludar, en cuanto ve a algún personaje que, por grado sacro o por poder, es un "superior" del mundo hebreo.

Y, si éste no responde al saludo correcto que Jesús le dirige, no por ello Jesús cambia de actitud. Eso sí, su rostro, cuando se vuelve de uno de estos soberbios hacia uno o varios de los muchos humildes que hay, toma un aspecto de sonrisa dulcísimo.

Y muchos son los mendigos y enfermos pobres que ayer ha recogido y que, debido a la suerte imprevista que han tenido, pueden celebrar una Pascua como quizás desde hacía años no celebraban.

Ahora, reunidos en grupos, en pequeñas sociedades nacidas espontáneamente, van a comprar los corderos que habrán de ser inmolados, contentos de ser -ellos que eran los despreciados -iguales que los demás, en vestidos y posibilidades. Y Jesús se para, benigno, a escucharlos: sus propósitos, sus narraciones de asombro, sus bendiciones...

Ancianos, niños, viudas, enfermos ayer, ahora curados; miserables ayer, andrajosos, hambrientos, despreciados, hoy vestidos, ¡y felices de ser hombres como los demás en estos días de la gran fiesta de los Ázimos!

Las voces -muy variadas: desde las de plata de los pequeñuelos a las temblorosas de los viejos, y, entre estos dos extremos, las voces vibrantes de las mujeres -saludan, acompañan, siguen a Jesús. Llueven los besos en sus vestiduras y en sus manos. Y Jesús sonríe y bendice, mientras sus enemigos, lívidos de rabia por la gran luminosidad de paz que hay en Él, se concomen de ira impotente.

Capto fragmentos de lo que dicen unos u otros...
-¡Tienes razón! Pero a nada que hagamos nos destrozan -(y un fariseo señala al pueblo que se apiña en torno a Jesús).

-¡Fijaos! Nos ha recogido, nos ha dado de comer, nos ha vestido, nos ha curado, y muchos, por medio de los discípulos ricos, han encontrado trabajo y asistencia. Pero la verdad es que todo ha venido por Él. ¡Que Dios lo salve siempre! -dice un hombre que quizás ayer estaba enfermo y mendigaba.

-¡Claro, así yo también! ¡Este sedicioso compra a la plebe así, para lanzarla contra nosotros! -gruñe entre dientes un escriba, hablando con un colega.

-Una discípula suya ha tomado mi nombre, y me ha dicho que vaya a su casa después de la Pascua, que me va a llevar a los campos que tiene en Béter. ¿Comprendes, mujer? Yo y mis hijos. Voy a trabajar. Pero, ¿qué es trabajar cuando hay protección y seguridad? ¡Es una alegría! Y mi Leví ya no tendrá que destrozarse trabajando en los cereales, porque la discípula que se hace cargo de nosotros lo va a poner en las rosaleras... ¡Vamos, te digo que un juego!

¡El Eterno dé gloria y bien a su Mesías! -dice 1a viuda de la llanura de Sarón a una israelita de clase más bien rica que le está preguntando.

-¡Oh! ¿Y yo no puedo?... ¿Estáis ya todos situados, todos a los que ayer ha recogido? -dice la mujer rica israelita.
-No, mujer. Hay todavía otras viudas con hijos, y otros hombres.

-Quisiera decirle que si me concede la gracia de ayudarle.
-¡Llámalo!
-No me atrevo.
-Ve tú, Leví mío, a decirle que una mujer quiere hablar con Él…

El niño va raudo y refiere esto a Jesús.
Entretanto, un saduceo trata con violencia a un anciano, que pontifica en medio de una masa de gente venida de la Transjordania y que teje el elogio del Maestro de Galilea.
El anciano se defiende diciendo:

-¿Qué estoy haciendo de malo? ¿Querías que te alabara a ti? Bastaría con que hicieras lo que hace Él. Pero tú -que Dios te perdone -desprecias las canas y la miseria en vez de amarlas; falso israelita, que no respetas el Deuteronomio teniendo piedad de los pobres.

-¿
Estáis oyendo? ¡Este es el fruto de la doctrina del agitador! Enseña a la plebe a ofender a los santos de Israel.

Le responde un sacerdote del Templo:

-Pero la culpa es nuestra si sucede esto. No hacemos más que amenazar, sin traducir en acción las amenazas.
...Jesús, mientras tanto, dice a la mujer de Israel:

-Si verdaderamente te comprometes a ser madre de los huérfanos y hermana de las viudas, ve al palacio de Cusa, al Sixto. Di a Juana que te mando Yo. Ve, y fructifique tu tierra como la del Edén por tu piedad, y más aún fructifique tu corazón en un amor cada vez mayor a tu prójimo.

En esto, ve a los miembros de la guardia que arrastran al anciano que había hablado antes. Grita.:
-¿Qué le hacéis a ese anciano? ¿Qué ha hecho?
-¡Ha insultado a los oficiales que le reprendían!
-¡No es verdad! Un saduceo ha arremetido contra mí porque hablaba de ti a aquellos peregrinos. Y, como ha levantado contra mí su mano, porque soy viejo y pobre, le he dicho que es un falso israelita que pisotea las palabras del Deuteronomio.

-Soltad a ese anciano. Está conmigo. Su boca ha expresado la verdad. No la sinceridad: la Verdad. Dios habla por los labios de los niños, pero también por los de los ancianos.

Está escrito: "No desprecies al hombre en su vejez, porque son de los nuestros los que envejecen". Y también: "No desprecies las palabras de los ancianos sabios: antes bien, te sean familiares sus máximas, porque de ellos aprenderás la sabiduría y las enseñanzas de la inteligencia". Y también: "Donde hay ancianos no hables mucho".

Recuerde esto Israel, esa parte de Israel que quiere llamarse perfecta, porque en caso contrario el Altísimo sabe cómo desmentirla. Padre, ven a mi lado.

El anciano, de porte señorial, va donde Jesús, mientras los saduceos, afectados por el reproche, se marchan airados.

-Soy una mujer hebrea de la Diáspora, Rey esperado. ¿Podría servirte como esa mujer que has enviado a Juana? -dice una que me recuerda en todo a la que, de nombre Nique, enjugó el rostro de Jesús en el Gólgota y obtuvo el Sudario. Pero las hebreas son muy semejantes entre sí, y pasados ya meses desde aquella visión, podría equivocarme.
Jesús la mira. Ve a una mujer de unos cuarenta años, bien vestida, de maneras francas. Le pregunta:

-¿Eres viuda, no es verdad?
-Sí, y sin hijos. He vuelto hace poco y he adquirido unas tierras en Jericó. Para estar cerca de la Ciudad Santa. Pero ahora veo que Tú eres más grande que ella. Y te sigo. Y te ruego que me recibas a tu servicio. Sé de ti por discípulos. Pero superas lo que ellos cuentan.
-De acuerdo. Concretamente, ¿qué quieres?

-Ayudarte en los pobres y, según mis posibilidades, hacer que seas amado y conocido. Conozco a muchos de las colonias de la Diáspora, porque he seguido a mi marido en sus actividades comerciales. Dispongo de medios y me basta con poco, así que puedo hacer mucho; y quiero hacer mucho, por tu amor y para sufragio del espíritu de aquel que me tomó, virgen, hace veinte años, y fue para mí dulce compañero hasta el último suspiro. Parecía profetizar cuando moría. Decía:

"Cuando muera, entrega a la tumba la carne que te amó, y ve a nuestra patria. Encontrarás al Prometido. ¡Tú lo verás! Búscalo. Síguelo. Es el Redentor y Resucitador, y me abrirá las puertas de la Vida. Sé buena para ayudarme a estar preparado cuando abra los Cielos a los que no tengan ya deudas con la Justicia; y sé buena para merecer encontrarlo pronto. Jura que lo harás y que cambiarás en fortaleza hacendosa las estériles lágrimas de una viudez. Ten, esposa, a Judit como ejemplo tuyo, y todas las naciones conocerán tu nombre"̣

¡Pobre esposo mío! Lo único que pido es que me conozcas Tú…
-Te conoceré como discípula buena. Ve tú también donde Juana, y que Dios esté contigo...

..Pesados como abejas, vuelven al asalto los enemigos de Jesús, mientras Él, inmolado el cordero y habiendo esperado a que fueran inmolados los que habían tomado los discípulos para tener los necesarios para tantos, regresa hacia las murallas del Templo.

-¿Cuándo tienes pensado acabar con estas ostentaciones de rey? ¡Tú no eres rey! ¡Tú no eres profeta! ¿Hasta cuándo vas a abusar de nuestra bondad, hombre pecador, rebelde, causa de mal para Israel? ¿Cuántas veces te tenemos que decir que no tienes derecho a venir aquí como rabí?

-He venido a inmolar el cordero. No podéis impedírmelo. No obstante, os recuerdo a Adonías y Salomón.
-¿Qué tienen que ver con esto? ¿Qué quieres decir? ¿Eres Tú Adonías?

-No. Adonías se hizo rey fraudulentamente, pero la Sabiduría velaba y aconsejaba, de forma que fue rey sólo Salomón. Yo no soy Adonías, sino Salomón.

-¿Y Adonías quién es?
-Todos vosotros.

-¿Nosotros? ¡Atento a lo que dices!
-Hablo con verdad y justicia.

-Observamos todos los puntos de la Ley, creemos en los profetas y...

-No. No creéis en los profetas. Ellos me nombran, y vosotros no creéis en mí. No. No observáis la Ley. La Ley aconseja obras justas. Vosotros no las hacéis. Ni siquiera son rectas esas ofrendas que venís a hacer.

Está escrito: "Inmunda es la ofrenda de quien sacrifica bienes malamente adquiridos". Está escrito: "El Altísimo no acepta los dones de los inicuos, no vuelve su mirada hacia sus oblaciones, ni perdonará sus pecados porque acumulen muchos sacrificios".

Está escrito: "Quien ofrece sacrificio con los bienes de los pobres es como quien degüella a un hijo ante los ojos de su padre". ¡Esto está escrito, Jocanán! Está escrito:

"El pan de los indigentes es la vida de los pobres, quien se lo arrebata es un asesino". ¡Esto está escrito, Ismael!
Está escrito: "Quien arrebata el pan del sudor es como si matara al pobre". ¡Esto está escrito, Doras hijo de Doras!
Está escrito: "Quien vierte la sangre y quien quita su jornal al jornalero son hermanos". ¡Esto está escrito, Jocanán, Ismael, Cananías, Doras, Jonatán. Y recordad también que está escrito:

"Quienquiera que sea el que cierre sus oídos a los gritos de los pobres, gritará también él y no será escuchado".
Y tú, Eleazar ben Anás, recuerda, y recuerda a tu padre, que está escrito: "Mis sacerdotes han de ser santos y no se contaminarán por ningún motivo".

Y tú, Cornelio, ten presente que está escrito: "Quien maldiga a su padre y a su madre sea muerto", y no es muerte sólo la que procura el verdugo: una muerte mayor espera a los que pecan contra los padres, eterna, tremenda muerte.

Y tú, Tolmé, recuerda que está escrito: “Al que practica la magia lo extermino Yo".

Y tú, Sadoq, escriba de oro, recuerda que entre el adúltero y su paraninfo en el adulterio no hay diferencia a los ojos de Dios; y está escrito que quien jura lo falso es consumido por las llamas sin fin. Y di a aquel que lo ha olvidado que quien toma a una virgen y saciado ya, la separa de sí con acusaciones falsas, recibe condena. ¡No aquí! En la otra vida: por la mentira, el juramento falso, el daño contra la esposa, y por el adulterio.

¿Qué sucede? ¿Huís? ¿Ante el inerme que dice palabras no suyas, sino de aquellos a quienes vosotros citáis como santos en Israel? De forma que no podéis decir que el inerme sea un blasfemo, porque, si lo dijerais, llamaríais blasfemos a los libros sapienciales y a los libros mosaicos, que han sido dictados por Dios.

¿Huís ante el inerme? ¿Son, acaso, piedras mis palabras? ¿0 es que despiertan en vosotros, golpeando en el bronce duro de vuestro duro corazón, la conciencia, y la conciencia siente el deber de purificarse -ella y no sólo los miembros -en esta Parasceve, para poder consumir, sin pecado de impureza, e1 cordero santo? ¡Oh, si así es, gloria al Señor!

Porque, os lo digo a vosotros que queréis ser alabados como sabios, verdadera sabiduría es conocerse a sí mismo, reconocer los propios errores, arrepentirse de ellos e ir a los ritos con "verdadera" devoción, o sea, con culto y rito en el alma, y no rito externo... -¡Se han marchado!
Vámonos también nosotros, a dar paz a quien nos espera...


   


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