Saturday December 14,2024
Iniciar pagina principal Quienes somos y que hacemos Mision principal del sitio en internet Como rezar el santo rosario, oraciones, etc. Base de datos de documentos recopilados Servicio de asesoria via e-mail. Calendario de eventos en el bimestre Personas para establecer contacto
 

EL EVANGELIO
COMO ME HA SIDO REVELADO


El Evangelio como me ha sido revelado

Autor: María Valtorta

« PARTE 4 de 7 »

TERCER AÑO DE LA
VIDA PUBLICA DE JESUS

Partes: [ 1 ] [ 2 ] [ 3 ]
[ 4 ] [ 5 ] [ 6 ] [ 7 ]



313. Preparativos para salir de Nazaret, después de la visita de Simón de Alfeo con su familia. Durante el tercer año,
Jesús será el Justo

314. La cena en la casa de Nazaret. La dolorosa partida

315. El viaje hacia Yiftael y las reflexiones de Juan de Endor

316. Jesús se despide de Juan
de Endor y de Síntica

317. La oración de Jesús por la salvación de Judas Iscariote

318. En barca de Tolemaida
a Tiro

319. Partida de Tiro en la nave del cretense Nicomedes

320. Prodigios en la nave en medio de una tempestad

321. Arribo a Seleucia.
Se despiden de Nicomedes

322. Partida de Seleucia en un carro y llegada a Antioquía

323. La visita a Antigonio

324. Las pláticas de los ocho apóstoles antes de dejar Antioquía. El adiós a Juan de Endor y a Síntica

325. Los ocho apóstoles se reúnen con Jesús
cerca de Akcib

326. Un alto en Akcib

327. En los confines de Fenicia. Palabras de Jesús sobre la igualdad de los pueblos.
Parábola de la levadura

328. En Alejandrocena donde los hermanos de Hermiona

329. En el mercado de Alejandrocena. La parábola
de los obreros de la viña

330. Santiago y Juan "hijos del trueno". Hacia Akcib
con el pastor Anás

331. La fe de la mujer cananea y otras conquistas. Llegada a Akcib

332. La sufrida separación de Bartolomé, que con Felipe
vuelve a unirse al Maestro

333. Con los diez apóstoles
hacia Sicaminón

334. También Tomas y Judas Iscariote se unen de nuevo al grupo apostólico

335. La falsa amistad de Ismael ben Fabí, y el hidrópico
curado en sábado

336. En Nazaret con cuatro apóstoles. El amor de Tomás
por María Santísima

337. El sábado en Corazín. Parábola sobre los corazones imposibles de labrar. Curación
de una mujer encorvada

338. Judas Iscariote pierde el poder de milagros.
La parábola del cultivador

339. La noche pecaminosa
de Judas Iscariote

340. El enmendamiento de Judas Iscariote y el choque con los rabíes junto al sepulcro de Hil.lel

341. La mano herida de Jesús. Curación de un sordomudo en los confines sirofenicios

342. En Quedes. Los fariseos piden un signo.
La profecía de Habacuc

343. La levadura de los fariseos. El Hijo del hombre.
El primado a Simón Pedro

344. Encuentro con los discípulos en Cesárea de Filipo y explicación de la sedal de Jonás

345. Milagro en el castillo
de Cesárea Paneas

346. Primer anuncio de la Pasión y reprensión a Simón Pedro

347. En Betsaida. Profecía sobre el martirio de los Apóstoles y curación de un ciego

348. Manahén da algunas noticias acerca de Herodes Antipas, y desde Cafarnaúm va con Jesús a Nazaret. Revelación de las transfiguraciones
de la Virgen

349. La Transfiguración en el monte Tabor y el epiléptico curado al pie del monte. Un comentario para los predilectos

350. Lección a los discípulos sobre el poder de vencer
a los demonios

351. El tributo al Templo pagado con la moneda hallada
en la boca del pez

352. Un convertido de María de Magdala. Parábola para el pequeño Benjamín y lección sobre quién es grande
en el reino de los Cielos

353. La segunda multiplicación de los panes y el milagro de la multiplicación de la Palabra

354. Jesús habla sobre el Pan del Cielo en la sinagoga
de Cafarnaúm

355. El nuevo discípulo Nicolái de Antioquía y el segundo anuncio de la Pasión

356. Hacia Gadara. Las herejías de Judas Iscariote y las renuncias de Juan,
que quiere sólo amar

357. Juan y las culpas de Judas Iscariote. Los fariseos y la cuestión del divorcio

358. En Pel.la. El jovencito Yaia y la madre de Marcos de Josías

359. En la cabaña de Matías cerca de Yabés Galaad

360. El malhumor de los apóstoles y el descanso en una gruta. El encuentro
con Rosa de Jericó

361. Los dos injertos que transformarán a los apóstoles. María de Magdala advierte a Jesús de un peligro. Milagro ante la riada del Jordán

362. La misión de las "voces" en la Iglesia futura. El encuentro con la Madre y las discípulas

363. En Rama, en casa de la hermana de Tomás. Jesús habla sobre la salvación.
Apóstrofe a Jerusalén

364. En el Templo. Oración universal y parábola del hijo verdadero y los hijos bastardos

365. Judas Iscariote insidia la inocencia de Margziam. Un nuevo discípulo, hermano de leche de Jesús. En Betania, en la
casa de Lázaro, enfermo

366. Anastática entre las discípulas. Las cartas de Antioquía

367. El jueves prepascual. Preparativos en el Getsemaní

368. El jueves prepascual. En Jerusalén y en el Templo

369. El jueves prepascual. Parábola de la lepra de las casas

370. El jueves prepascual. En el convite de los pobres en el palacio de Cusa

371. El jueves prepascual. Por la noche en el palacio de Lázaro

372. El día de la Parasceve. Despertar en el palacio de Lázaro

373. El día de la Parasceve.
En el Templo

374. El día de la Parasceve. Por las calles de Jerusalén y en el barrio de Ofel

375. La cena ritual en casa de Lázaro y el banquete sacrílego en la casa de Samuel

376. Lección sobre la obra salvífica de los santos, y condena al Templo corrompido

377. Parábola del agua y del junco para María de Magdala, que ha elegido la mejor parte

378. La parábola de los pájaros, criticada por unos judíos enemigos que tienden una trampa

379. Una premonición del
apóstol Juan

380. El amor de los apóstoles, de la contemplación a la acción

381. La parábola del administrador infiel y sagaz. Hipocresía de los fariseos y conversión de un esenio

382. Un alto en casa de Nique

383. Discurso sobre la muerte junto al vado del Jordán

384. El anciano Ananías, guardián de la casita de Salomón

385. Parábola de la encrucijada y milagros cerca del pueblo
de Salomón

386. Hacia la orilla occidental
del Jordán

387. En Guilgal. El mendigo Ogla y los escribas tentadores. Los apóstoles comparados con las doce piedras del
prodigio de Josué

388. Exhortación a Judas Iscariote, que irá a Betania
con Simón Zelote.

389. Llegada a Engadí con
diez apóstoles

390. La fe de Abraham de Engadí y la parábola de la semilla
de palma

391. Curación del leproso Eliseo de Engadí

392. La hostilidad de Masada, ciudad-fortaleza

393. En la casa de campo de María de Keriot

394. Parábola de las dos voluntades y despedida de los habitantes de Keriot

395. Las dos madres infelices de Keriot. Adiós a la madre de Judas

396. En Yuttá, con los niños. La mano de Jesús obradora
de curaciones

397. Despedida de los fieles
de Yuttá

398. Palabras de despedida en Hebrón. Los delirios
de Judas Iscariote

399. Palabras de despedida en Betsur. El amor materno de Elisa

400. En Béter, en casa de Juana de Cusa, la cual habla del daño provocado por Judas Iscariote ante Claudia

401. Pedro y Bartolomé en Béter por un grave motivo.
Éxtasis de la escritora

402. Judas Iscariote se siente descubierto durante el discurso de despedida en Béter

403. Una lucha y victoria espiritual de Simón de Jonás

404. En camino hacia Emaús
de la llanura

405. Descanso en un henil y discurso a la entrada de Emaús de la llanura. El pequeño Miguel

406. En Joppe. Palabras inútiles a Judas de Keriot y diálogo sobre el alma con algunos Gentiles

407. En los campos de Nicodemo. La parábola de los dos hijos

408. Multiplicación del trigo en los campos de José de Arimatea

409. El drama familiar del Anciano Juan

410. Provocaciones de Judas Iscariote en el grupo apostólico

411. Una lección extraída de la naturaleza y espigueo milagroso para una viejecita. Cómo ayudar a quien se enmienda

412. Elogio del lirio de los valles, símbolo de María. Pedro se sacrifica por el bien de Judas

413. Llegada a Jerusalén para la fiesta de Pentecostés y disputa con los doctores del Templo

414. Invectiva contra fariseos y doctores en el convite en casa
del Anciano Elquías

415. Un alto en el camino
en Betania

416. Un mendigo samaritano en el camino de Jericó

417. Historia de Zacarías el leproso y conversión
de Zaqueo el publicano

418. Curación del discípulo José, herido en la cabeza y recogido en la casita de Salomón

419. Curaciones en un pueblecito de la Decápolis. Parábola del escultor y de las estatuas

420. Curación de un endemoniado completo. La vocación de la mujer al amor

421. El endemoniado curado, los fariseos y la blasfemia contra
el Espíritu Santo

422. El Iscariote, con sus malos humores, ocasiona la lección sobre los deberes
y los siervos inútiles

423. Partida del Iscariote, que ocasiona la lección sobre
el amor y el perdón

424. Pensamientos de gloria y martirio ante la vista de la costa mediterránea

425. En Cesárea Marítima. Romanos mundanos y parábola de los hijos con destinos distintos

426. Con las romanas en Cesárea Marítima. Profecía en Virgilio.
La joven esclava salvada

427. Bartolomé instruye
a Áurea Gala

428. Parábola de la viña y del viñador, figuras del alma y del libre albedrío

429. Con Judas Iscariote en la llanura de Esdrelón

430. El nido caído y el escriba cruel. La letra y el espíritu
de la Ley

431. Tomás prepara el encuentro de Jesús con los campesinos
de Jocanán

432. Con los campesinos
de Jocanán, cerca de Sefori

433. Llegada a Nazaret. Alabanzas a la Virgen.
Curación de Áurea

434. Trabajos manuales en Nazaret y parábola
de la madera barnizada

435. Comienzo del tercer sábado en Nazaret y llegada de Pedro con otros apóstoles

436. En el huerto de Nazaret, revelado a apóstoles y discípulas el precio de la Redención

437. Coloquio
de Jesús con su Madre

438. María Santísima con María de Alfeo en Tiberíades, donde Valeria. Encuentro con Judas Iscariote

439. María Santísima enseña a Áurea a hacer la voluntad de Dios

440. Otro sábado en Nazaret. Obstinación de José de Alfeo

441. Partida de Nazaret. Un incendio de brezos durante el viaje viene a ser el tema de una parábola

442. Judas Iscariote en Nazaret en casa de María

443. La muerte del abuelo de Margziam

444. Las dotes de Margziam. Lección sobre la caridad, sobre la salvación, sobre los méritos del Salvador

445. Dos parábolas durante una tormenta en Tiberíades. Llegada de Maria Stma., e impenitencia de Judas Iscariote

446. Llegada a Cafarnaúm en medio de un cálido recibimiento

447. En Cafarnaúm unas palabras de Jesús sobre la misericordia y el perdón no encuentran eco

448. Encuentro de barcas en el lago y parábola sugerida por Simón Pedro

449. El pequeño Alfeo desamado de su madre

450. Milagros en el arrabal cercano a Ippo y curación del leproso Juan

451. Discurso en el arrabal cercano a Ippo sobre los deberes de los cónyuges y de los hijos

452. El ex leproso Juan se hace discípulo. Parábola de los diez monumentos

453. Llegada a Ippo y discurso en pro de los pobres. Curación de un esclavo paralítico

454. María Santísima y su amor perfecto. Conflicto de Judas Iscariote con el pequeño Alfeo

455. La Iglesia es confiada a la maternidad de María. Discurso, al pie de Gamala, en pro
de unos forzados

456. Despedida de Gamala y llegada a Afeq. Advertencia a la viuda Sara y milagro en su casa

457. Discurso en Afeq, tras una disputa entre creyentes y no creyentes. Sara se hace discípula

458. Una curación espiritual en Guerguesa y lección sobre
los dones de Dios

459. El perdón a Samuel de Nazaret y lección sobre
las malas amistades

460. Fariseos en Cafarnaúm con José y Simón de Alfeo. Jesús y su Madre preparados
para el Sacrificio

461. Confabulación en casa de Cusa para elegir a Jesús rey. El griego Zenón y la carta de Síntica con la noticia de la muerte de Juan de Endor

462. Discurso y curaciones en las fuentes termales de Emaús
de Tiberíades

463. En Tariquea. Cusa, a pesar del discurso sobre la naturaleza del reino mesiánico, invita a Jesús a su casa. Conversión de una pecadora

464. En la casa de campo de Cusa, intento de elegir rey a Jesús. El testimonio
del Predilecto

465. En Betsaida para un encargo secreto a Porfiria. Apresurada partida de Cafarnaún

466. Un alto en la casa de los ancianos cónyuges Judas y Ana

467. Parábola de la distribución de las aguas. Perdón condicionado para el campesino Jacob. Advertencias a los apóstoles camino de Corazín

468. Un episodio de enmendamiento de Judas Iscariote, y otros que
ilustran su figura

469. Despidiéndose de los pocos fieles de Corazín

470. Lección a una suegra sobre los deberes del matrimonio

471. Encuentro con el levita José, llamado Bernabé, y lección
sobre Dios-Amor

472. Solicitud insidiosa de un juicio acerca de un hecho ocurrido en Yiscala

473. Curación de un niño ciego de Sidón y una lección
para las familias

474. Una visión que se pierde en un arrobo de amor

475. Abel de Belén de Galilea pide el perdón para sus enemigos

476. Lección sobre el cuidado de las almas y perdón a los dos pecadores castigados con la lepra

477. Coloquio de Jesús con su Madre en el bosque de Matatías. Los sufrimientos morales
de Jesús y María

478. Coloquio de Jesús con José y Simón de Alfeo, que van a la fiesta de los Tabernáculos

479. Con Juan al pie de la torre de Yizreel en espera de los campesinos de Jocanán

480. Parten de Yizreel tras la visita nocturna de los campesinos de Jocanán

481. Llegada a Enganním. Maquinaciones de Judas Iscariote para impedir una trama
de los fariseos

482. En camino con un pastor samaritano que ve
premiada su fe

483. Polémica de los apóstoles sobre el odio de los judíos. Los diez leprosos curados en Samaria

484. Alto obligado en las cercanías de Efraím y parábola de la granada

485. Jesús llega con los apóstoles a Betania, donde ya están algunos discípulos con Margziam

486. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Reino

487. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Cristo

488. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Partida secreta hacia Nob después
de la oración

489. En Nob. Parábola del rey no comprendido por sus súbditos. Jesús calma el viento

490. En el campo de los Galileos con los primos apóstoles y encuentro con el levita Zacarías

491. TEn el Templo el último día de la fiesta de los Tabernáculos. Sermón sobre el Agua viva

492. En Betania se evoca la memoria de Juan de Endor

493. Jesús habla cabe la fuente de En Royel, lugar en que hicieron un alto los tres Sabios

494. La mujer adúltera y la hipocresía de sus acusadores

495. Jesús instruye acerca del perdón de los pecadores, y se despide de sus discípulos en el camino de Betania

496. Un alto en la casita de Salomón. Improvisa turbación
de Judas Iscariote.

497. Simón Pedro atraviesa una hora de abatimiento

498. Exhortación a Judas Tadeo y a Santiago de Zebedeo después de una discusión
con Judas Iscariote

499. Fuga de Esebón y encuentro con un mercader de Petra

500. Reflexiones de Bartolomé y Juan después de un retiro
en el monte Nebo

501. Parábola de los hijos lejanos. Curación de dos hijos ciegos del hombre de Petra

502. Otro abatimiento en Pedro. Lección sobre las posesiones (divinas y diabólicas)

503. Los apóstoles indagan acerca del Traidor. Un saduceo y la infeliz mujer de un nigromante. Saber distinguir lo sobrenatural de lo oculto

504. Margziam preparado para la separación. Regreso a la aldea de Salomón y muerte de Ananías

505. En el Templo, una gracia obtenida con la oración incesante y la parábola del juez y la viuda

506. En el Templo, oposición al discurso que revela que Jesús
es la Luz del mundo

507. El gran debate con los judíos. Huyen del Templo con la ayuda del levita Zacarías

508. Juan será la luz de Cristo hasta el final de los tiempos. El pequeño Marcial-Manasés acogido por José de Seforí

509. El anciano sacerdote Matán acogido con los apóstoles y discípulos que han huido
del Templo

510. La curación de un ciego
de nacimiento

511. En la casa de Juan de Nob, otra alabanza a la Corredentora. Embustes de Judas Iscariote

512. Profecía ante un pueblo destruido

513. En Emaús Montana, una parábola sobre la verdadera sabiduría y una advertencia
a Israel

514. Consejos sobre la santidad a un joven indeciso. Reprensión a los habitantes de Bet-Jorón después de la curación de un romano y una judía

515. Las razones del dolor salvífico de Jesús. Elogio de la obediencia y lección sobre
la humildad

516. En Gabaón, milagro del mudito y elogio de la sabiduría como amor a Dios

517. Hacia Nob. Judas Iscariote, tras un momento polémico, reconoce su error

518. En Jerusalén, encuentro con el ciego curado y palabras que revelan a Jesús como
buen Pastor

519. Inexplicable ausencia de Judas Iscariote y alto en Betania, en casa de Lázaro

520. Conversaciones en torno a Judas Iscariote, ausente. Llegada a Tecua con el anciano Elí-Ana

521. En Tecua, Jesús se despide de los habitantes del lugar y del anciano Elí-Ana

522. Llegada a Jericó. El amor terreno de la muchedumbre y el amor sobrenatural del
convertido Zaqueo

523. En Jericó. La petición a Jesús de que juzgue a una mujer. La parábola del fariseo y el publicano tras una comparación entre pecadores y enfermos

524. En Jericó. En casa de Zaqueo con los pecadores convertidos

525. El juicio sobre Sabea
de Betlequí

526. T526 Curaciones cerca del vado de Betabara y discurso en recuerdo de Juan el Bautista

527. Desconocimiento y tentaciones en la naturaleza humana de Cristo

528. En Nob. Consuelo materno de Elisa y regreso inquietante de Judas Iscariote

529. Enseñanzas a los apóstoles mientras realizan trabajos manuales en casa de Juan de Nob

530. Otra noche de pecado de Judas Iscariote

531. En Nob, enfermos y peregrinos venidos de todas partes. Valeria y el divorcio. Curación del pequeño Leví

532. Preparativos para las Encenias. Una prostituta enviada a tentar a Jesús, que deja Nob

533. Hacia Jerusalén con
Judas Iscariote

534. Enseñanzas y curaciones en la sinagoga de los libertos romanos. Un encargo
para los gentiles

535. Judas Iscariote llamado
a informar a casa de Caifás

536. Curación de siete leprosos y llegada a Betania con los apóstoles ya reunidos. Marta y María preparadas por Jesús
a la muerte de Lázaro

537. En el Templo en la fiesta de la Dedicación, Jesús se manifiesta a los judíos, que intentan apedrearle

538. Jesús, orante en la gruta de la Natividad, contemplado por los discípulos ex pastores

539. Juan de Zebedeo se acusa de culpas inexistentes

540. La Madre confiada a Juan. Encuentro con Manahén y lección sobre el amor a los animales. Conclusión del tercer año

 

372- El día de la Parasceve.
Despertar en el palacio de Lázaro


La residencia de Lázaro, transformada esa noche en dormitorio, muestra, diseminados por todas partes, cuerpos de hombres dormidos.

No se ve a las mujeres. Quizás las han conducido a las habitaciones superiores. El alba clara blanquece lentamente la ciudad, penetra en los patios de la casa, provoca los primeros gorjeos tímidos entre las frondas de los árboles plantados para dar sombra a aquéllos, y también los primeros arrullos de las palomas que duermen en la armadura del alero. Pero los hombres no se despiertan: cansados saciados de comida y emociones, duermen y sueñan...

Jesús sale al vestíbulo sin hacer ruido, y de ahí pasa al patio de honor. Se lava en una fuente clara que canta en el centro, dentro de un cuadrado de arrayanes a cuyo pie hay pequeños lirios muy parecidos a los llamados muguetes franceses. Se asea y, también sin hacer ruido, vuelve a donde está la escalera que conduce a los pisos de arriba y a la terraza que corona la casa; sube hasta ella, a orar, a meditar...

Paseando lentamente, va y viene. Sólo lo ven las palomas, las cuales, alargando el cuello y haciendo arrullos, parecen preguntarse una a otra: « ¿Quién es éste?». Luego se apoya en el antepecho y se queda recogido dentro de sí, inmóvil. En fin, alza 1a cabeza, reclamada quizás su atención por los primeros rayos del sol, que se levanta tras las colinas que celan Betania y el valle del Jordán. Jesús mira el panorama puesto a sus pies.

La residencia de Lázaro se alza sobre una de las tantas elevaciones del suelo que hacen de las calles de Jerusalén, especialmente de las menos bonitas, una ondulación continua.

Está casi en el centro de la ciudad, pero ligeramente retirada hacia el suroeste. Construida en una bonita calle que termina en el Sixto, formando con ella una T, domina la ciudad baja. Tiene, enfrente, Beceta, Moria y Ofel, y, detrás de éstos, la cadena del monte de los Olivos; en la parte de atrás, perteneciente ya al lugar en que está construida, el monte Sión; Mientras que, por el lado sur, la vista se extiende hacia las colinas meridionales, y al Norte, Beceta oculta buena parte del panorama. Pero, allende el valle de Guijón, la cabeza calva del Gólgota emerge amarillenta -siempre lúgubre, incluso con esta luz alegre -bajo el rosicler de la aurora.

Jesús la mira... Su mirada, aunque ahora es más viril y pensativa, me recuerda a aquella de la lejana visión de Jesús a los doce años en la escena de la disputa con los doctores. Ahora, como tampoco entonces, no es una mirada de terror. No. Es una mirada digna, de un héroe que mira al campo de su postrera batalla.

Luego se vuelve a mirar a las colinas del sur de la ciudad y dice: « ¡La casa de Caifás!» y, con la mirada, traza todo un itinerario desde aquel sitio hasta el Getsemaní, y luego al Templo, y luego mira más allá de las murallas de la ciudad, hacia el Calvario...
El sol, entretanto, ha salido del todo y la ciudad se enciende de luz...

Alguien da vigorosos golpes al portón de la casa, sin dejar intervalo entre uno y otro. Jesús se asoma para ver, pero el alero, muy saliente, y el hecho de que el portón esté muy adentro en los gruesos muros, le impiden ver quién llama. Eso sí, oye enseguida las voces de los durmientes, que se despiertan, mientras alguien cierra con estrépito el portón, abierto por Leví. Luego oye que muchas voces de hombre y de mujer gritan su Nombre... Se apresura a bajar y dice:

-Estoy aquí. ¿Qué queréis?
Los que lo llamaban, nada más oírlo, toman al asalto la escalera y suben corriendo y hablando alto. Son los apóstoles y los discípulos más antiguos; en medio de ellos, Jonás, el encargado del Getsemaní. Hablan todos a la vez y no se entiende nada.
Jesús debe imponer con violencia que se paren donde están y que guarden silencio, para poderlos calmar; se llega a ellos y dice al instante:

-¿Qué sucede?
Otro alboroto fragoroso, inútil por incomprensible. A las espaldas de los que gritan se asoman caras de aflicción o estupor, de mujeres y discípulos...

-Hablad de uno en uno. Tú, Pedro, el primero.

-Ha venido Jonás... Ha dicho que eran muchos y que te habían buscado por todas partes. Él ha estado mal toda la noche; luego, a la hora de la apertura de las puertas, ha ido a casa de Juana y ha sabido que estabas aquí. Pero ¿qué hacemos? ¡Tendremos que celebrar la Pascua, digo yo!
Jonás del Getsemaní refuerza la noticia diciendo:

-Sí, me han maltratado incluso. He dicho que no sabía dónde estabas, que quizás no volvías. Pero han visto vuestras túnicas y han comprendido que volvéis al Getsemaní. ¡No me seas causa de daño, Maestro! Siempre te he hospedado con amor. Esta noche he sufrido por ti. Pero... pero...

-¡No tengas miedo! No te volveré a poner en peligro de ahora en adelante. No volveré a detenerme en tu casa. Me limitaré a ir de paso, durante la noche, a orar... No me lo puedes prohibir...
Jesús se muestra dulcísimo hacia el aterrorizado Jonás del
Getsemaní.

Pero la voz de oro de María de Magdala prorrumpe vehemente:

-¿Desde cuándo, hombre, te olvidas de que eres siervo y que es nuestra condescendencia la que te hace usar modos de amo? ¿De quién son la casa y el olivar? Sólo nosotros podemos decir al Rabí: "No vayas a causar daño a nuestros bienes". Pero no lo decimos. Porque sumo bien sería siempre si, por buscarlo a Él, los enemigos del Cristo destruyeran incluso los árboles y las paredes, y hundieran los bancales; porque todo habría sido destruido por haber hospedado al Amor, y el Amor nos daría amor a nosotros sus fieles amigos. ¡Que vengan! ¡Que destruyan! ¡Que pisoteen! ¿Y qué?¡Basta con que El nos ame y resulte ileso!
Jonás está entre dos miedos: a los enemigos y a su ardiente ama, y susurra:

-¿Y si hacen daño a mi hijo?...
Jesús lo conforta:

-No temas, te digo. No volveré a detenerme en tu casa. Puedes decir a quien te lo pregunte que el Maestro ya no se hospeda en el Getsemaní... ¡No, María! Conviene hacerlo así, y déjame que lo haga así. Te agradezco tu generosidad... Pero no es mi hora, ¡no es todavía mi hora! Supongo que serían fariseos...

Y miembros del Sanedrín, y herodianos y saduceos... y soldados de Herodes... y... todos... todos... No me logro quitar el temblor del miedo... Pero, ¿ves, Señor, que he venido corriendo a avisarte?... a casa de Juana... luego aquí...

El hombre se preocupa de que se vea que, con el riesgo de su paz, ha cumplido su deber hacia el Maestro.
Jesús sonríe con compasión y bondad y dice:

-¡Lo veo! ¡Lo veo! ¡Que Dios te lo pague! Ahora ve en paz a tu casa. Enviaré a alguien para que te diga a dónde se deben mandar las bolsas, o a que las retire directamente.

El hombre se marcha, y ninguno, excepto Jesús y María Stma., le ahorran reproches o afrentas. Lo que dice Pedro es punzante, mordaz lo de Judas Iscariote, irónico lo de Bartolomé. Judas Tadeo no habla, ¡pero lo mira de una manera...! Y el murmullo y las miradas de reproche le acompañan también entre las filas de las mujeres, para terminar con la pulla final de María de Magdala, la cual, a la reverencia del servidor-campesino cuando la saluda, responde:

-Referiré a Lázaro que para la comida de la fiesta... vaya a procurarse pollos bien cebados a las tierras del Getsemaní.

-No tengo gallinero, ama.
-Tú, Marcos y María: ¡tres magníficos capones!
Todos se echan a reír por la salida nerviosa y... significativa de María de Lázaro, que está furiosa por ver el miedo de sus subordinados y por la molestia que sufre el Maestro, privado del tranquilo nido del Getsemaní.
-¡No te inquietes, María! ¡Paz! ¡Paz! ¡No todos tienen tu coraje!

-¡Ah, no, por desgracia! ¡Si todos tuvieran mi coraje, Rabbuní!¡Ni lanzas y flechas dirigidas contra mí me harían separarme de ti!

Un murmullo entre los hombres... María lo recoge y
responde solícita:

-Sí. ¡Y lo veremos! Y esperemos que sea pronto, si puede servir para enseñaros la valentía. ¡Nada me dará miedo si puedo servir a mi Rabí! ¡Servir! ¡Servir! ¡Y se sirve en las horas de peligro, hermanos! En las otras... ¡En las otras no es servir! ¡Es gozar!... ¡Y al Mesías no se le sigue para gozar!

Los hombres agachan la cabeza, punzados por esta verdad.

María hiende las filas y se pone enfrente de Jesús.

-¿Qué decides, Maestro? Es Parasceve. ¿Dónde tu Pascua? Ordena... y, si tanto he encontrado gracia ante ti, concédeme ofrecerte un cenáculo mío y ocuparme de todo...
-Has hallado gracia ante el Padre de los Cielos, y por tanto, gracia ante el Hijo del Padre, para el que es sagrado todo movimiento del Padre. Acepto el cenáculo, pero deja que a sacrificar el cordero, al Templo, vaya yo como buen israelita...

-¿Y si te echan mano? -dicen muchos.
-No me echarán mano. En la noche, en la oscuridad, como acostumbran a hacer los granujas, pueden atreverse; pero no entre la muchedumbre que me venera. ¡No me os hagáis cobardes!...

-¡Además ahora está Claudia! -grita Judas -¡El Rey y el Reino ya no están en peligro!...

-Judas, te ruego que no dejes que se derrumben en ti. No los hostigues dentro de ti. Mi Reino no es de este mundo. No soy un rey como los que están en los tronos. Mi Reino es del espíritu. Si lo rebajas a la pequeñez de un reino humano, en ti mismo lo hostigas y lo derrumbas.
-¡Pero Claudia...!

-Pero Claudia es una pagana. Así que no puede conocer el valor del espíritu. Ya es mucho si intuye y apoya a quien para ella es un Sabio... ¡Muchos en Israel no me juzgan siquiera como sabio!... ¡Pero tú no eres pagano, amigo mío! No hagas que tu encuentro providencial con Claudia se vuelva perjuicio; y no hagas que todos los dones que Dios te da para afirmar tu fe y tu voluntad de servir al Señor se te transformen en ruina espiritual.

-¿Cómo podría suceder, mi Señor?

-Fácilmente. No sólo en ti. Si un don, dado como socorro de la debilidad del hombre, en lugar de fortalecerlo y aumentar cada vez más su deseo de bien sobrenatural, o incluso simplemente moral, le sirviera para tener más rémoras de apetitos humanos y alejarlo del recto camino, por caminos en cuesta abajo, entonces el don se habría transformado en daño. Basta la soberbia para hacer de un don un daño.

Basta perder el norte, a causa de algo que exalta, perdiendo, por tanto, de vista el Fin supremo y bueno, para hacer de un don un daño. ¿Estás convencido de esto? El que haya venido Claudia debe darte sólo la fuerza de una consideración. Ésta: si una pagana ha sentido la grandeza de mi doctrina y la necesidad de que triunfe, tú, y contigo todos los discípulos, debéis sentir todo esto con más fuerza aún, y, como consecuencia, entregaros a ello totalmente. Pero siempre espiritualmente. Siempre... Y ahora vamos a decidir. ¿Dónde decís que conviene celebrar la Pascua?

Quiero que estéis en paz de espíritu para esta Cena de rito, para oír a Dios, que no se oye en la agitación. Somos muchos. Pero me sería dulce que estuviéramos todos juntos para que pudierais decir: "Celebramos una Pascua con Él. Elegid, pues, un lugar donde podamos decir: "Estábamos unidos y cada uno oía la voz del otro hermano", a pesar de subdividirnos según el ritual formando grupos que puedan comer el propio cordero.

Quién menciona un lugar, quién menciona otro. Pero las hermanas de Lázaro se salen con la suya.

-¡Señor, aquí! Mandamos a alguien por nuestro hermano. ¡Aquí! Hay muchas salas y habitaciones. Estaremos juntos y según el rito. ¡Acepta, Señor! La casa tiene habitaciones con capacidad para, al menos, doscientas personas divididas en grupos de veinte. Y tantos no somos. ¡Danos esta alegría, Señor! Por nuestro Lázaro que está tan triste... tan enfermo... -Las dos hermanas lloran, y terminan: «..., que no se puede pensar que coma otra Pascua...».

-¿Qué opináis? ¿Pensáis que se les debe conceder a estas buenas hermanas? -dice Jesús dirigiéndose a todos.

-Yo diría que sí -dice Pedro.

-Yo también -dice Judas Iscariote, y muchos otros. Quien no habla asiente.

-Encargaos entonces de ello. Nosotros vamos al Templo, a mostrar que quien está seguro de obedecer al Altísimo ni tiene miedo ni es vil. Vámonos. Mi paz para quien queda.

Y Jesús baja el resto de la escalera, atraviesa el vestíbulo y sale con los discípulos a la calle llena de gente.

   


[Inicio] [ Blog] [Mision] [El Rosario] [Documentos] [Asesorias] [ Política de Privacidad] [Contacto ]

Copyright © 2022 Maria Luz Divina