Monday April 29,2024
Iniciar pagina principal Quienes somos y que hacemos Mision principal del sitio en internet Como rezar el santo rosario, oraciones, etc. Base de datos de documentos recopilados Servicio de asesoria via e-mail. Calendario de eventos en el bimestre Personas para establecer contacto
 

EL EVANGELIO
COMO ME HA SIDO REVELADO


El Evangelio como me ha sido revelado

Autor: María Valtorta

« PARTE 4 de 7 »

TERCER AÑO DE LA
VIDA PUBLICA DE JESUS

Partes: [ 1 ] [ 2 ] [ 3 ]
[ 4 ] [ 5 ] [ 6 ] [ 7 ]



313. Preparativos para salir de Nazaret, después de la visita de Simón de Alfeo con su familia. Durante el tercer año,
Jesús será el Justo

314. La cena en la casa de Nazaret. La dolorosa partida

315. El viaje hacia Yiftael y las reflexiones de Juan de Endor

316. Jesús se despide de Juan
de Endor y de Síntica

317. La oración de Jesús por la salvación de Judas Iscariote

318. En barca de Tolemaida
a Tiro

319. Partida de Tiro en la nave del cretense Nicomedes

320. Prodigios en la nave en medio de una tempestad

321. Arribo a Seleucia.
Se despiden de Nicomedes

322. Partida de Seleucia en un carro y llegada a Antioquía

323. La visita a Antigonio

324. Las pláticas de los ocho apóstoles antes de dejar Antioquía. El adiós a Juan de Endor y a Síntica

325. Los ocho apóstoles se reúnen con Jesús
cerca de Akcib

326. Un alto en Akcib

327. En los confines de Fenicia. Palabras de Jesús sobre la igualdad de los pueblos.
Parábola de la levadura

328. En Alejandrocena donde los hermanos de Hermiona

329. En el mercado de Alejandrocena. La parábola
de los obreros de la viña

330. Santiago y Juan "hijos del trueno". Hacia Akcib
con el pastor Anás

331. La fe de la mujer cananea y otras conquistas. Llegada a Akcib

332. La sufrida separación de Bartolomé, que con Felipe
vuelve a unirse al Maestro

333. Con los diez apóstoles
hacia Sicaminón

334. También Tomas y Judas Iscariote se unen de nuevo al grupo apostólico

335. La falsa amistad de Ismael ben Fabí, y el hidrópico
curado en sábado

336. En Nazaret con cuatro apóstoles. El amor de Tomás
por María Santísima

337. El sábado en Corazín. Parábola sobre los corazones imposibles de labrar. Curación
de una mujer encorvada

338. Judas Iscariote pierde el poder de milagros.
La parábola del cultivador

339. La noche pecaminosa
de Judas Iscariote

340. El enmendamiento de Judas Iscariote y el choque con los rabíes junto al sepulcro de Hil.lel

341. La mano herida de Jesús. Curación de un sordomudo en los confines sirofenicios

342. En Quedes. Los fariseos piden un signo.
La profecía de Habacuc

343. La levadura de los fariseos. El Hijo del hombre.
El primado a Simón Pedro

344. Encuentro con los discípulos en Cesárea de Filipo y explicación de la sedal de Jonás

345. Milagro en el castillo
de Cesárea Paneas

346. Primer anuncio de la Pasión y reprensión a Simón Pedro

347. En Betsaida. Profecía sobre el martirio de los Apóstoles y curación de un ciego

348. Manahén da algunas noticias acerca de Herodes Antipas, y desde Cafarnaúm va con Jesús a Nazaret. Revelación de las transfiguraciones
de la Virgen

349. La Transfiguración en el monte Tabor y el epiléptico curado al pie del monte. Un comentario para los predilectos

350. Lección a los discípulos sobre el poder de vencer
a los demonios

351. El tributo al Templo pagado con la moneda hallada
en la boca del pez

352. Un convertido de María de Magdala. Parábola para el pequeño Benjamín y lección sobre quién es grande
en el reino de los Cielos

353. La segunda multiplicación de los panes y el milagro de la multiplicación de la Palabra

354. Jesús habla sobre el Pan del Cielo en la sinagoga
de Cafarnaúm

355. El nuevo discípulo Nicolái de Antioquía y el segundo anuncio de la Pasión

356. Hacia Gadara. Las herejías de Judas Iscariote y las renuncias de Juan,
que quiere sólo amar

357. Juan y las culpas de Judas Iscariote. Los fariseos y la cuestión del divorcio

358. En Pel.la. El jovencito Yaia y la madre de Marcos de Josías

359. En la cabaña de Matías cerca de Yabés Galaad

360. El malhumor de los apóstoles y el descanso en una gruta. El encuentro
con Rosa de Jericó

361. Los dos injertos que transformarán a los apóstoles. María de Magdala advierte a Jesús de un peligro. Milagro ante la riada del Jordán

362. La misión de las "voces" en la Iglesia futura. El encuentro con la Madre y las discípulas

363. En Rama, en casa de la hermana de Tomás. Jesús habla sobre la salvación.
Apóstrofe a Jerusalén

364. En el Templo. Oración universal y parábola del hijo verdadero y los hijos bastardos

365. Judas Iscariote insidia la inocencia de Margziam. Un nuevo discípulo, hermano de leche de Jesús. En Betania, en la
casa de Lázaro, enfermo

366. Anastática entre las discípulas. Las cartas de Antioquía

367. El jueves prepascual. Preparativos en el Getsemaní

368. El jueves prepascual. En Jerusalén y en el Templo

369. El jueves prepascual. Parábola de la lepra de las casas

370. El jueves prepascual. En el convite de los pobres en el palacio de Cusa

371. El jueves prepascual. Por la noche en el palacio de Lázaro

372. El día de la Parasceve. Despertar en el palacio de Lázaro

373. El día de la Parasceve.
En el Templo

374. El día de la Parasceve. Por las calles de Jerusalén y en el barrio de Ofel

375. La cena ritual en casa de Lázaro y el banquete sacrílego en la casa de Samuel

376. Lección sobre la obra salvífica de los santos, y condena al Templo corrompido

377. Parábola del agua y del junco para María de Magdala, que ha elegido la mejor parte

378. La parábola de los pájaros, criticada por unos judíos enemigos que tienden una trampa

379. Una premonición del
apóstol Juan

380. El amor de los apóstoles, de la contemplación a la acción

381. La parábola del administrador infiel y sagaz. Hipocresía de los fariseos y conversión de un esenio

382. Un alto en casa de Nique

383. Discurso sobre la muerte junto al vado del Jordán

384. El anciano Ananías, guardián de la casita de Salomón

385. Parábola de la encrucijada y milagros cerca del pueblo
de Salomón

386. Hacia la orilla occidental
del Jordán

387. En Guilgal. El mendigo Ogla y los escribas tentadores. Los apóstoles comparados con las doce piedras del
prodigio de Josué

388. Exhortación a Judas Iscariote, que irá a Betania
con Simón Zelote.

389. Llegada a Engadí con
diez apóstoles

390. La fe de Abraham de Engadí y la parábola de la semilla
de palma

391. Curación del leproso Eliseo de Engadí

392. La hostilidad de Masada, ciudad-fortaleza

393. En la casa de campo de María de Keriot

394. Parábola de las dos voluntades y despedida de los habitantes de Keriot

395. Las dos madres infelices de Keriot. Adiós a la madre de Judas

396. En Yuttá, con los niños. La mano de Jesús obradora
de curaciones

397. Despedida de los fieles
de Yuttá

398. Palabras de despedida en Hebrón. Los delirios
de Judas Iscariote

399. Palabras de despedida en Betsur. El amor materno de Elisa

400. En Béter, en casa de Juana de Cusa, la cual habla del daño provocado por Judas Iscariote ante Claudia

401. Pedro y Bartolomé en Béter por un grave motivo.
Éxtasis de la escritora

402. Judas Iscariote se siente descubierto durante el discurso de despedida en Béter

403. Una lucha y victoria espiritual de Simón de Jonás

404. En camino hacia Emaús
de la llanura

405. Descanso en un henil y discurso a la entrada de Emaús de la llanura. El pequeño Miguel

406. En Joppe. Palabras inútiles a Judas de Keriot y diálogo sobre el alma con algunos Gentiles

407. En los campos de Nicodemo. La parábola de los dos hijos

408. Multiplicación del trigo en los campos de José de Arimatea

409. El drama familiar del Anciano Juan

410. Provocaciones de Judas Iscariote en el grupo apostólico

411. Una lección extraída de la naturaleza y espigueo milagroso para una viejecita. Cómo ayudar a quien se enmienda

412. Elogio del lirio de los valles, símbolo de María. Pedro se sacrifica por el bien de Judas

413. Llegada a Jerusalén para la fiesta de Pentecostés y disputa con los doctores del Templo

414. Invectiva contra fariseos y doctores en el convite en casa
del Anciano Elquías

415. Un alto en el camino
en Betania

416. Un mendigo samaritano en el camino de Jericó

417. Historia de Zacarías el leproso y conversión
de Zaqueo el publicano

418. Curación del discípulo José, herido en la cabeza y recogido en la casita de Salomón

419. Curaciones en un pueblecito de la Decápolis. Parábola del escultor y de las estatuas

420. Curación de un endemoniado completo. La vocación de la mujer al amor

421. El endemoniado curado, los fariseos y la blasfemia contra
el Espíritu Santo

422. El Iscariote, con sus malos humores, ocasiona la lección sobre los deberes
y los siervos inútiles

423. Partida del Iscariote, que ocasiona la lección sobre
el amor y el perdón

424. Pensamientos de gloria y martirio ante la vista de la costa mediterránea

425. En Cesárea Marítima. Romanos mundanos y parábola de los hijos con destinos distintos

426. Con las romanas en Cesárea Marítima. Profecía en Virgilio.
La joven esclava salvada

427. Bartolomé instruye
a Áurea Gala

428. Parábola de la viña y del viñador, figuras del alma y del libre albedrío

429. Con Judas Iscariote en la llanura de Esdrelón

430. El nido caído y el escriba cruel. La letra y el espíritu
de la Ley

431. Tomás prepara el encuentro de Jesús con los campesinos
de Jocanán

432. Con los campesinos
de Jocanán, cerca de Sefori

433. Llegada a Nazaret. Alabanzas a la Virgen.
Curación de Áurea

434. Trabajos manuales en Nazaret y parábola
de la madera barnizada

435. Comienzo del tercer sábado en Nazaret y llegada de Pedro con otros apóstoles

436. En el huerto de Nazaret, revelado a apóstoles y discípulas el precio de la Redención

437. Coloquio
de Jesús con su Madre

438. María Santísima con María de Alfeo en Tiberíades, donde Valeria. Encuentro con Judas Iscariote

439. María Santísima enseña a Áurea a hacer la voluntad de Dios

440. Otro sábado en Nazaret. Obstinación de José de Alfeo

441. Partida de Nazaret. Un incendio de brezos durante el viaje viene a ser el tema de una parábola

442. Judas Iscariote en Nazaret en casa de María

443. La muerte del abuelo de Margziam

444. Las dotes de Margziam. Lección sobre la caridad, sobre la salvación, sobre los méritos del Salvador

445. Dos parábolas durante una tormenta en Tiberíades. Llegada de Maria Stma., e impenitencia de Judas Iscariote

446. Llegada a Cafarnaúm en medio de un cálido recibimiento

447. En Cafarnaúm unas palabras de Jesús sobre la misericordia y el perdón no encuentran eco

448. Encuentro de barcas en el lago y parábola sugerida por Simón Pedro

449. El pequeño Alfeo desamado de su madre

450. Milagros en el arrabal cercano a Ippo y curación del leproso Juan

451. Discurso en el arrabal cercano a Ippo sobre los deberes de los cónyuges y de los hijos

452. El ex leproso Juan se hace discípulo. Parábola de los diez monumentos

453. Llegada a Ippo y discurso en pro de los pobres. Curación de un esclavo paralítico

454. María Santísima y su amor perfecto. Conflicto de Judas Iscariote con el pequeño Alfeo

455. La Iglesia es confiada a la maternidad de María. Discurso, al pie de Gamala, en pro
de unos forzados

456. Despedida de Gamala y llegada a Afeq. Advertencia a la viuda Sara y milagro en su casa

457. Discurso en Afeq, tras una disputa entre creyentes y no creyentes. Sara se hace discípula

458. Una curación espiritual en Guerguesa y lección sobre
los dones de Dios

459. El perdón a Samuel de Nazaret y lección sobre
las malas amistades

460. Fariseos en Cafarnaúm con José y Simón de Alfeo. Jesús y su Madre preparados
para el Sacrificio

461. Confabulación en casa de Cusa para elegir a Jesús rey. El griego Zenón y la carta de Síntica con la noticia de la muerte de Juan de Endor

462. Discurso y curaciones en las fuentes termales de Emaús
de Tiberíades

463. En Tariquea. Cusa, a pesar del discurso sobre la naturaleza del reino mesiánico, invita a Jesús a su casa. Conversión de una pecadora

464. En la casa de campo de Cusa, intento de elegir rey a Jesús. El testimonio
del Predilecto

465. En Betsaida para un encargo secreto a Porfiria. Apresurada partida de Cafarnaún

466. Un alto en la casa de los ancianos cónyuges Judas y Ana

467. Parábola de la distribución de las aguas. Perdón condicionado para el campesino Jacob. Advertencias a los apóstoles camino de Corazín

468. Un episodio de enmendamiento de Judas Iscariote, y otros que
ilustran su figura

469. Despidiéndose de los pocos fieles de Corazín

470. Lección a una suegra sobre los deberes del matrimonio

471. Encuentro con el levita José, llamado Bernabé, y lección
sobre Dios-Amor

472. Solicitud insidiosa de un juicio acerca de un hecho ocurrido en Yiscala

473. Curación de un niño ciego de Sidón y una lección
para las familias

474. Una visión que se pierde en un arrobo de amor

475. Abel de Belén de Galilea pide el perdón para sus enemigos

476. Lección sobre el cuidado de las almas y perdón a los dos pecadores castigados con la lepra

477. Coloquio de Jesús con su Madre en el bosque de Matatías. Los sufrimientos morales
de Jesús y María

478. Coloquio de Jesús con José y Simón de Alfeo, que van a la fiesta de los Tabernáculos

479. Con Juan al pie de la torre de Yizreel en espera de los campesinos de Jocanán

480. Parten de Yizreel tras la visita nocturna de los campesinos de Jocanán

481. Llegada a Enganním. Maquinaciones de Judas Iscariote para impedir una trama
de los fariseos

482. En camino con un pastor samaritano que ve
premiada su fe

483. Polémica de los apóstoles sobre el odio de los judíos. Los diez leprosos curados en Samaria

484. Alto obligado en las cercanías de Efraím y parábola de la granada

485. Jesús llega con los apóstoles a Betania, donde ya están algunos discípulos con Margziam

486. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Reino

487. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Cristo

488. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Partida secreta hacia Nob después
de la oración

489. En Nob. Parábola del rey no comprendido por sus súbditos. Jesús calma el viento

490. En el campo de los Galileos con los primos apóstoles y encuentro con el levita Zacarías

491. TEn el Templo el último día de la fiesta de los Tabernáculos. Sermón sobre el Agua viva

492. En Betania se evoca la memoria de Juan de Endor

493. Jesús habla cabe la fuente de En Royel, lugar en que hicieron un alto los tres Sabios

494. La mujer adúltera y la hipocresía de sus acusadores

495. Jesús instruye acerca del perdón de los pecadores, y se despide de sus discípulos en el camino de Betania

496. Un alto en la casita de Salomón. Improvisa turbación
de Judas Iscariote.

497. Simón Pedro atraviesa una hora de abatimiento

498. Exhortación a Judas Tadeo y a Santiago de Zebedeo después de una discusión
con Judas Iscariote

499. Fuga de Esebón y encuentro con un mercader de Petra

500. Reflexiones de Bartolomé y Juan después de un retiro
en el monte Nebo

501. Parábola de los hijos lejanos. Curación de dos hijos ciegos del hombre de Petra

502. Otro abatimiento en Pedro. Lección sobre las posesiones (divinas y diabólicas)

503. Los apóstoles indagan acerca del Traidor. Un saduceo y la infeliz mujer de un nigromante. Saber distinguir lo sobrenatural de lo oculto

504. Margziam preparado para la separación. Regreso a la aldea de Salomón y muerte de Ananías

505. En el Templo, una gracia obtenida con la oración incesante y la parábola del juez y la viuda

506. En el Templo, oposición al discurso que revela que Jesús
es la Luz del mundo

507. El gran debate con los judíos. Huyen del Templo con la ayuda del levita Zacarías

508. Juan será la luz de Cristo hasta el final de los tiempos. El pequeño Marcial-Manasés acogido por José de Seforí

509. El anciano sacerdote Matán acogido con los apóstoles y discípulos que han huido
del Templo

510. La curación de un ciego
de nacimiento

511. En la casa de Juan de Nob, otra alabanza a la Corredentora. Embustes de Judas Iscariote

512. Profecía ante un pueblo destruido

513. En Emaús Montana, una parábola sobre la verdadera sabiduría y una advertencia
a Israel

514. Consejos sobre la santidad a un joven indeciso. Reprensión a los habitantes de Bet-Jorón después de la curación de un romano y una judía

515. Las razones del dolor salvífico de Jesús. Elogio de la obediencia y lección sobre
la humildad

516. En Gabaón, milagro del mudito y elogio de la sabiduría como amor a Dios

517. Hacia Nob. Judas Iscariote, tras un momento polémico, reconoce su error

518. En Jerusalén, encuentro con el ciego curado y palabras que revelan a Jesús como
buen Pastor

519. Inexplicable ausencia de Judas Iscariote y alto en Betania, en casa de Lázaro

520. Conversaciones en torno a Judas Iscariote, ausente. Llegada a Tecua con el anciano Elí-Ana

521. En Tecua, Jesús se despide de los habitantes del lugar y del anciano Elí-Ana

522. Llegada a Jericó. El amor terreno de la muchedumbre y el amor sobrenatural del
convertido Zaqueo

523. En Jericó. La petición a Jesús de que juzgue a una mujer. La parábola del fariseo y el publicano tras una comparación entre pecadores y enfermos

524. En Jericó. En casa de Zaqueo con los pecadores convertidos

525. El juicio sobre Sabea
de Betlequí

526. T526 Curaciones cerca del vado de Betabara y discurso en recuerdo de Juan el Bautista

527. Desconocimiento y tentaciones en la naturaleza humana de Cristo

528. En Nob. Consuelo materno de Elisa y regreso inquietante de Judas Iscariote

529. Enseñanzas a los apóstoles mientras realizan trabajos manuales en casa de Juan de Nob

530. Otra noche de pecado de Judas Iscariote

531. En Nob, enfermos y peregrinos venidos de todas partes. Valeria y el divorcio. Curación del pequeño Leví

532. Preparativos para las Encenias. Una prostituta enviada a tentar a Jesús, que deja Nob

533. Hacia Jerusalén con
Judas Iscariote

534. Enseñanzas y curaciones en la sinagoga de los libertos romanos. Un encargo
para los gentiles

535. Judas Iscariote llamado
a informar a casa de Caifás

536. Curación de siete leprosos y llegada a Betania con los apóstoles ya reunidos. Marta y María preparadas por Jesús
a la muerte de Lázaro

537. En el Templo en la fiesta de la Dedicación, Jesús se manifiesta a los judíos, que intentan apedrearle

538. Jesús, orante en la gruta de la Natividad, contemplado por los discípulos ex pastores

539. Juan de Zebedeo se acusa de culpas inexistentes

540. La Madre confiada a Juan. Encuentro con Manahén y lección sobre el amor a los animales. Conclusión del tercer año

 

344- Encuentro con los discípulos en Cesárea de Filipo y explicación de la sedal de Jonás


Debe ser una ciudad de reciente construcción, como Tiberíades y Ascalón. Dispuesta en plano inclinado, culmina en la maciza fortaleza erizada de torres. Está circundada por murallas ciclópeas, y defendida por profundos fosos que reciben parte del agua de dos riachuelos que, casi unidos antes formando un ángulo, se separan luego, para fluir uno por fuera de la ciudad, el otro por dentro. Y las bonitas calles, plazas, fuentes, el aire de moda romana en las construcciones dicen que también aquí el obsequio servil de los Tetrarcas, pisoteando todo respeto por las costumbres de la Patria, se ha manifestado.

La ciudad, quizás por ser nudo de importantes vías de primer orden y rutas de caravanas dirigidas a Damasco, Tiro, Sefet y Tiberíades, como indican en cada puerta los postes señaladores, está llena de movimiento y gente.

Gente a pie o a caballo y largas caravanas de asnos y camellos se cruzan en las calles amplias y bien conservadas; en las plazas, bajo los soportales, o junto a las casas lujosas -quizás hay también termas -, corrillos de negociantes o de ociosos, tratan de negocios u ocian en charloteos fatuos.

-¿Sabes dónde podremos encontrarlos? -pregunta Jesús a Pedro.

-Sí. Me han dicho las personas a las que he preguntado que los discípulos del Rabí suelen reunirse a las horas de comer en una casa de fieles israelitas que está cerca de la ciudadela. Y me la han descrito. No puedo equivocarme: una casa de Israel incluso en el aspecto externo: una fachada sin ventanas exteriores y un portón alto con ventanillo; en un lado del muro, una fuentecita; las tapias altas del jardín prolongadas por dos lados en callejuelas; una terraza llena de palomas, en el tejado.

-Bien. Entonces vamos...

Cruzan toda la ciudad hasta la ciudadela. Llegan a la casa que buscaban. Llaman. A1 ventanillo se asoma el rostro rugoso de una anciana.

Jesús se pone delante y saluda:
-La paz sea contigo, mujer. ¿Han vuelto los discípulos del Rabí?

-No, hombre. Están hacia la "fuente grande", con otros que han venido de muchos pueblos de la otra orilla a buscar precisamente al Rabí. Todos lo están esperando. ¿Tú también eres de ellos?

-No, Yo buscaba a los discípulos.
-Entonces mira: ¿ves aquella calle casi enfrente de la fuente? Tómala y ve hacia arriba, hasta que te encuentres de frente un paredón de rocas del que sale agua que cae en una especie de pilón y luego forma como un regato. Por allí cerca los encontrarás. ¿Pero, vienes de lejos?

¿Quieres reposar?, ¿entrar aquí a esperarlos? Si quieres llamo a mis señores. ¡Son buenos israelitas, eh! Y creen en el Mesías Son discípulos sólo por haberlo visto una vez en Jerusalén en el Templo. Pero ahora los discípulos del Mesías los han instruido sobre Él y han hecho milagros aquí, porque...

-Bien, buena mujer. Volveré más tarde con los discípulos. Paz a ti. Vuelve, vuelve a tus labores -dice Jesús con bondad, aunque también con autoridad para detener esa avalancha de palabras.

Se ponen de nuevo en marcha. Los más jóvenes de los apóstoles se ríen con ganas por la escena de la mujer, y hacen sonreír también a Jesús.

-Maestro -dice Juan -parecía ella la "fuente grande". ¿No te parece? Echaba palabras sin interrupción, y ha hecho de cada uno de nosotros un pilón que se hace regato al estar lleno de palabras...

-Sí. Espero que los discípulos no hayan hecho milagros en su lengua... Habría que decir: habéis hecho demasiado milagro -dice Judas Tadeo, que, contrariamente a lo normal, se ríe con ganas.

-¡Lo mejor va a ser cuando nos vea volver y conozca al Maestro por lo que es! ¿Quién va a poderla callar? -pregunta Santiago de Zebedeo.

-No, no, se quedará muda de asombro -dice, tomando parte en los juveniles comentarios, Mateo.
-Alabaré al Altísimo si el asombro le paraliza la lengua. Será porque estoy casi en ayunas, pero, la verdad, ese remolino de palabras me ha mareado -dice Pedro.
-¡Y cómo gritaba! ¿Será que es sorda? -pregunta Tomás.
-No. Creía que los sordos éramos nosotros -responde Judas Iscariote.

-Dejadla en paz. ¡Pobre viejecita! Era buena y creyente. Su corazón es tan generoso como su lengua -dice semiserio Jesús.

-¡Entonces, Maestro mío, entonces esa anciana es generosa hasta el heroísmo! -dice riéndose abiertamente Juan.

Ya se puede ver la pared rocosa y calcárea, ya se oye el murmullo de las aguas que caen en el pilón.
-Éste es el regato. Vamos a seguirlo... Ahí está la fuente... y allí.., ¡Benjamín! ¡Daniel! ¡Abel! ¡Felipe! ¡Hermasteo! ¡Estamos aquí! ¡Viene también el Maestro! -grita Juan a un nutrido grupo de hombres que están congregados en torno a uno que no se ve.
-Calla, muchacho, que, si no, vas a ser tú también como esa vieja gallina -aconseja Pedro.

Los discípulos se han vuelto. Han visto. Y ver y lanzarse hacia abajo a saltos desde el escalón ha sido todo uno. Veo, ahora que se disgrega el compacto grupo, que con los discípulos, que son muchos, ya ancianos, están mezclados habitantes de Quedes y del pueblo del sordomudo. Deben haber tomado caminos más directos, porque han precedido al Maestro.

La alegría es mucha; también las preguntas y respuestas. Jesús, pacientemente, escucha y responde, hasta que, con otros dos, se ve venir al delgado y risueño Isaac, cargado de provisiones.

-Vamos a la casa hospitalaria, mi Señor. Allí nos dirás lo que no hemos podido decir por no saberlo tampoco nosotros. Éstos, los últimos en llegar -están con nosotros desde hace unas pocas horas -quieren saber qué es para ti la señal de Jonás que has prometido dar a la generación malvada que te persigue -dice Isaac.

-Se lo explicaré mientras vamos...
¡Ir! ¡Es fácil decirlo! Como si un aroma de flores se hubiera esparcido por el aire y numerosas abejas hubieran acudido, de todas partes viene gente para unirse a los que ya están alrededor de Jesús.

-Son nuestros amigos -explica Isaac -Gente que ha creído y que te esperaba...
-¡Gente que de éstos, y de él en especial, han recibido beneficios! -grita uno de la muchedumbre mientras señala a Isaac.
Isaac se pone rojo como la brasa, y, casi excusándose, dice:

-Pero yo soy el siervo, Él es el Señor. ¡Vosotros que esperáis, aquí tenéis al Maestro Jesús!
¡Entonces sí! El ángulo tranquilo de Cesárea, un poco apartado por estar relegado a la periferia, se transforma en un lugar más animado que un mercado, y también más rumoroso. Voces de aleluya, aclamaciones, súplicas... de todo hay.

Jesús avanza muy lentamente, comprimido en esa tenaza de amor. Pero sonríe y bendice. Tan lentamente, que algunos tienen tiempo de marcharse corriendo a esparcir la noticia y a volver con amigos o parientes, que traen a los niños y los aúpan para que puedan llegar, sin sufrir daño, hasta Jesús, el cual los acaricia y bendice.

Llegan así a la casa de antes. Llaman. La criada anciana de antes, al oír las voces, abre sin reserva alguna. Pero... ve a Jesús en medio del gentío aclamador, y comprende... Cae al suelo gimiendo:
-¡Piedad, mi Señor! ¡Tu sierva no te había conocido y no te había venerado!

-No hay mal en ello, mujer. No conocías al hombre, pero creías en Él. Esto es lo que se requiere para ser amados por Dios. Levántate y condúceme adonde tus señores.

La anciana obedece, toda temblorosa de respeto. Y ve a sus señores, también anonadados de respeto, literalmente contra la pared en el fondo del vestíbulo un poco oscuro. Los señala:
-¡Ahí están!

-Paz a vosotros y a esta casa. Os bendiga el Señor por vuestra fe en el Cristo y por vuestra caridad para con sus discípulos -dice Jesús yendo hacia los dos ancianos cónyuges, o hermano y hermana. Un gesto de veneración y lo acompañan al vasto mirador, donde tienen preparadas muchas mesas, bajo un tupido toldo. La vista se extiende libre sobre Cesárea y los montes que la ciudad tiene a sus espaldas y a los lados. Las palomas trenzan vuelos desde la terraza al jardín, lleno de plantas en flor.
Mientras un doméstico aumenta los puestos, Isaac explica
-¡Benjamín y Ana no sólo nos reciben en su casa a nosotros, sino también a todos los que vienen en busca de ti! Lo hacen en tu Nombre.

-Que el Cielo los bendiga cada vez que lo hacen.
-Disponemos de medios y no tenemos herederos. En el ocaso de la vida, adoptamos como hijos a los pobres del Señor ­dice con sencillez la anciana.

Y Jesús le pone la mano en su encanecida cabeza diciendo:
-Y esto te hace madre más que si hubieras concebido superabundantemente. Mas ahora permitidme que explique a éstos lo que deseaban saber, para poder despedir luego a los de la ciudad y sentarnos a la mesa.
La terraza está invadida de gente, que sigue entrando y apiñándose en los espacios libres.

Jesús está sentado en medio de una corona de niños, que lo miran extáticos con sus ojazos inocentes. Vuelve las espaldas a la mesa y sonríe a estos niños, aunque esté hablando de un tema grave. Parece como si leyera en sus caritas inocentes las palabras de la verdad solicitada.
-Escuchad. La señal de Jonás, que prometí a los malos, y que prometo también a vosotros, no porque seáis malos, sino, al contrario, para que podáis creer con perfección cuando la veáis cumplida, es ésta.

Como Jonás permaneció tres días en el vientre del monstruo marino y luego fue restituido a la tierra para convertir y salvar a Nínive, así será para el Hijo del hombre. Para calmar las violentas olas de una grande, satánica tempestad, los principales de Israel creerán útil sacrificar al Inocente. Lo único que conseguirán será aumentar sus peligros, porque, además del conturbador Satanás, tendrán a Dios con su castigo tras el delito cometido. Podrían triunfar contra la tempestad de Satanás creyendo en mí. Pero no lo hacen porque ven en mí la razón de sus inquietudes, miedos, peligros y desmentidas contra su insincera santidad. Mas, llegada la hora, ese monstruo insaciable que es el vientre de la tierra, que se traga a todo hombre que muere, se abrirá de nuevo para restituir la Luz al mundo que renegó de ella.

He aquí, pues, que, como Jonás fue signo para los ninivitas de la potencia y misericordia del Señor, así el Hijo del hombre lo será para esta generación; con la diferencia de que Nínive se convirtió, mientras que Jerusalén no se convertirá, porque está llena de esta generación malvada de que he hablado. Por ello, la Reina del Mediodía se alzará el Día del Juicio contra los hombres de esta generación y los condenará.

Porque ella vino, en su tiempo, desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, mientras que esta generación, que me tiene presente, y siendo Yo mucho más que Salomón, no quiere oírme, y me persigue y expele como a un leproso y a un pecador. También los ninivitas, que se convirtieron con la predicación de un hombre, se alzarán en el día del Juicio contra la generación malvada que no se convierte al Señor su Dios. Yo soy más que un hombre, aunque se tratara de Jonás o cualquier otro Profeta.

Por tanto, daré la señal de Jonás a quien pide una señal sin posibles equívocos. Más de una señal daré a quien no baja la frente proterva ante las pruebas ya dadas de vidas que renacen por voluntad mía. Daré todas las señales: tanto la de un cuerpo en descomposición que vuelve a vivir y a recomponerse, como la de un Cuerpo que por sí solo se resucita porque a su Espíritu le es dada la plenitud del poder.

Pero éstas no serán gracias. No significarán aligeramiento de la situación. Ni aquí ni en los libros eternos. Lo escrito escrito está. Y, como piedras para una próxima lapidación, las pruebas se amontonarán: contra mí, para perjudicarme sin lograrlo; contra ellos, para arrollarlos eternamente con la condena de Dios a los incrédulos malvados.

A esta señal de Jonás me refería. ¿Tenéis más cosas que preguntar?
-No, Maestro. Se lo comunicaremos a nuestro jefe de la sinagoga, que ha juzgado la señal prometida con juicio muy cercano a la verdad.
-Matías es un justo. La Verdad se revela a los justos como se revela a estos inocentes, que mejor que nadie saben quién soy Yo. Dejadme, antes de despedirme de vosotros, oír alabar la misericordia de Dios por boca de los ángeles de la tierra. Venid niños.

Los niños, que habían estado quietos con pena hasta ese momento, corren hacia Él.
-Decidme, criaturas sin malicia, ¿para vosotros, cuál es mi señal?

-Que eres bueno.
-Que curas a mi mamá con tu Nombre.
-Que quieres a todos.
-Que ninguno puede ser tan guapo como Tú.
-Que haces volverse bueno hasta al que era malo como mi padre.

Cada una de las boquitas, más o menos niñas, anuncia una dulce propiedad de Jesús, y testifica penas que Jesús ha transformado en sonrisas.

Pero el más simpático de todos es un pilluelo de unos cuatro años que trepa hasta el regazo de Jesús y se abraza a su cuello diciendo

-Tu señal es que quieres a todos los niños y que los niños te quieren. Así te quieren... -y abre lo más que puede sus bracitos regordetes, y ríe, para luego abrazarse otra vez al cuello de Jesús restregando su mejilla infantil con la de Jesús, que lo besa y pregunta: «Pero, ¿por qué me queréis si no me habéis visto nunca antes de ahora?».

-Porque pareces el ángel del Señor.
-Tú no lo has visto, pequeñuelo... -prueba Jesús, sonriendo.

El niño se queda un momento desorientado. Pero luego se echa a reír, mostrando todos los dientecitos, y dice:
-¡Pero lo ha visto bien mi alma! Dice mi mamá que la tengo, y está aquí, y Dios la ve, y el alma ha visto a Dios y a los ángeles, y los ve. Y mi alma te conoce porque eres el Señor.

Jesús lo besa en la frente y dice:
-Que te aumente, por este beso, la luz en el intelecto -y lo pone en el suelo. El niño, entonces, corre donde su padre dando brincos, teniendo la mano apretada contra la frente en el lugar en que ha sido besado, y grita: «¡Vamos donde mamá, donde mamá! Que bese aquí, donde ha besado el Señor y le vuelva la voz y no llore más.

Explican a Jesús que se trata de una mujer casada, enferma de la garganta, deseosa de milagro, pero que no lo habían realizado en ella los discípulos, los cuales no habrían podido curar ese mal, que no se podía tocar de tan profundo como estaba.

-La curará el discípulo más pequeño, su hijito. Ve en paz, hombre Y ten fe como tu hijo -dice mientras despide al padre del pequeñuelo

Besa a los otros niños, que se han quedado deseosos del mismo beso en la frente, y despide a los que viven en la ciudad. Se quedan los discípulos, los de Quedes y los del otro lugar.

Mientras se espera la comida, Jesús ordena la partida, para el día siguiente, de todos los discípulos, que habrán de precederlo a Cafarnaúm para unirse con los otros procedentes de otros lugares.

-Tomaréis luego con vosotros a Salomé y a las mujeres e hijas de Natanael y Felipe, y a Juana y Susana, según vais descendiendo hacia Nazaret. Allí tomaréis con vosotros a mi Madre y a la madre de mis hermanos, y las acompañaréis a Betania, a la casa donde está José, en las tierras de Lázaro. Nosotros iremos por la Decápolis.

-¿Y Margziam? -pregunta Pedro.
-He dicho: "precededme a Cafarnaúm". No "id". Pero desde Cafarnaúm podrán avisar a las mujeres de nuestra llegada, de modo que estén preparadas cuando nosotros vayamos hacia Jerusalén por la Decápolis. Margziam, que ya es un jovencito, irá con los discípulos escoltando a las mujeres...

-Es que... quería llevar también a mi mujer, pobrecilla, a Jerusalén. Siempre lo ha deseado y... no ha ido nunca porque no quería yo problemas... Pero este año querría darle esta satisfacción. ¡Es tan buena!

-Pues sí, Simón. Razón de más para que Margziam vaya con ella. Harán lentamente el viaje y nos reuniremos de nuevo todos allí...

El anciano dueño de la casa dice:
-¿Tan poco tiempo aquí?
-Padre, tengo todavía mucho que hacer, y quiero estar en Jerusalén al menos ocho días antes de la Pascua. Ten en cuenta que la primera fase de la luna de Adar ya ha terminado...

-Es verdad. ¡Pero tanto te he anhelado!... Teniéndote, me parece estar en la luz del Cielo... y que esta luz se haya de apagar en cuanto te marches.

-No, padre. Te la dejaré en tu corazón. Y a tu esposa. A toda esta casa hospitalaria.

Se sientan a las mesas y Jesús ofrece y bendice los alimentos, que luego el doméstico distribuye a las distintas mesas.


   


[Inicio] [ Blog] [Mision] [El Rosario] [Documentos] [Asesorias] [ Política de Privacidad] [Contacto ]

Copyright © 2022 Maria Luz Divina