EL ESPEJO QUE EMBELLECE
          El horrible ogro que todos odiaban  compró en la tienda un espejo de su  propio tamaño.
            Lo colocó en uno de los muros de su  castillo. Podía verse en el espejo de  cuerpo entero.
            
            El vendedor le había asegurado algo que  terminó por convencerlo.
            
            - Este espejo lo embellecerá, mi excelentísimo señor, se verá usted en él como siempre quiso verse.
            
            Pasaba horas el ogro frente al espejo, comprobando sus bondades.
            
            Era cierta la promesa del tendero;  podía verse allí como siempre había  soñado ser.
            
            Cambió el ogro su mirada sobre sí  mismo y consiguió que todos lo vieran  distinto, a pesar de que su cuerpo no se había transformado. Ya no era tan horrible para los demás, porque había comenzado a  embellecerse para él. Ya no era odiado por todos, porque había aprendido a quererse en el espejo.
            
            Descúbrete a ti mismo con amor, para  que los demás comiencen a quererte.