VALORAR LO QUE TENEMOS
            
            A pesar de que eran ricos, Napoleón y  George Washington nunca contaron con una pastilla  para el dolor de cabeza.
            
            Simón Bolívar, San Martín y Pancho Villa jamás pudieron tomar un taxi cuando necesitaban llegar  pronto a algún lugar.
            
            Ni Cervantes, ni Dante, ni Shakespeare  tuvieron una máquina de escribir.
            
            Los vikingos viajaron sin brújulas y Colón no pudo llevar alimentos enlatados ni un refrigerador;  Julio César y Cario Magno jamás comieron una pizza y tampoco disfrutaron del cine o la  televisión.
            
            Beethoven no pudo usar audífonos ni oír su música en un equipo de sonido. Mozart no pudo grabar sus composiciones.
            
            Hipócrates y Galeno no se sirvieron de las vacunas  ni de miles de avances médicos.
          Y nosotros hoy nos quejamos de que no tenemos todo lo que queremos, y de que esta vida es insufrible. 
            Así somos. ¿Por qué seremos así?
          No hay mayor  dolor que recordar los tiempos felices desde la miseria.