1.20» Jesús es Clavado en la Cruz
Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org
1) Mira con qué crueldad Me rodean estos hombres endurecidos. Unos tiran de la Cruz y la tienden en
el suelo; otros Me arrancan los vestidos pegados a las
heridas, que se abren de nuevo y vuelve a brotar la
sangre.
2) Miren, hijos queridos, cuánta es la vergüenza y la
confusión que padezco al verme así, ante aquella
inmensa muchedumbre. ¡Qué dolor para Mi alma!
3) Los verdugos que arrancan la túnica, que con tanto
esmero Me revistió Mi Madre en Mi infancia y que
había ido creciendo a medida que Yo crecía, la echan a
suertes. ¿Cuál sería la aflicción de Mi Madre, que
contempla esta escena?
4) ¡Cuánto hubiera deseado Ella quedarse con la túnica
teñida y empapada ahora con Mi Sangre!
5) Pero ha llegado la hora y, tendiéndome sobre la Cruz,
los verdugos cogen Mis brazos y tiran para que lleguen a
los taladros, preparados en ella... Todo Mi Cuerpo se
quebranta, se balancea de un lado a otro y las espinas de
la corona penetran en Mi cabeza, más profundamente
aún. Oigan el primer martillazo que clava Mi mano
derecha... resuena hasta las profundidades de la tierra.
Oigan aún... ya clavan Mi mano izquierda y, ante
semejante espectáculo, los Cielos se estremecen, los Ángeles se postran. Yo guardo el más profundo silencio.
Ni una queja, ni un gemido se escapan de Mis labios,
pero Mis lágrimas se mezclan con la sangre que cubre
Mi rostro.
6) Luego que han clavado las manos, tiran cruelmente de
los pies... Las llagas se abren, los nervios se desgarran en
Mis manos y brazos... los huesos se descoyuntan... ¡El
dolor es intenso!
7) ¡Mis pies son traspasados y Mi Sangre baña la
tierra!…
8) Contemplen un instante estas manos y estos pies
ensangrentados... Este cuerpo desnudo, cubierto de
heridas, de orines y de sangre. Sucio... Esta cabeza
traspasada por agudas espinas, empapada de sudor, llena
de polvo y cubierta de sangre...
9) Admiren el silencio, la paciencia y la conformidad con
que acepto este sufrimiento. ¿Quién es el que sufre así,
víctima de tales ignominias? ¡Es el Hijo de Dios! El que
Ha hecho los cielos, la tierra, el mar y todo lo que
existe... El que Ha creado al hombre, el que todo lo
sostiene con Su poder infinito... está ahí inmóvil,
despreciado, despojado y seguido por multitud de almas
que abandonarán bienes de fortuna, familia, patria,
honores, bienestar, gloria, cuanto sea necesario, para
darle gloria y demostrarle el amor que les son debidos...
10) Estén atentos, Angeles del Cielo y, ustedes también,
almas que Me aman... Los soldados van a dar vuelta la
Cruz para remachar los clavos y evitar que con el peso
de Mi Cuerpo se salgan y Me dejen caer. Mi Cuerpo va a
dar a la tierra el beso de paz. Y, mientras los martillazos
resuenan por el espacio, en la cima del Calvario se
realiza el espectáculo más admirable... A petición de Mi
Madre, que contemplando todo lo que pasaba y siéndole
a Ella imposible darme alivio, implora la Misericordia
de Mi Padre Celestial... Legiones de Angeles bajan a
sostener Mi Cuerpo, adorándolo, para que no roce la
tierra y para evitar que lo aplaste el peso de la Cruz.
11) Contempla a tu Jesús, tendido sobre la Cruz, sin poder
hacer el más ligero movimiento... desnudo, sin fama, sin
honor, sin libertad... ¡Todo se lo han arrebatado! ¡No hay
quién se apiade y se compadezca de su dolor! ¡Sólo
recibe tormentos, escarnios y burlas!
12) Si me amas de veras ¿a qué no estarás dispuesto para
asemejarte a Mí? ¿Qué rehusarás para obedecerme,
complacerme y consolarme?... Póstrate en tierra y deja
que te diga unas palabras:
13) ¡Que Mi Voluntad triunfe en ti!
14) ¡Que Mi amor te destruya!
15) ¡Que tu miseria Me glorifique!