Thursday March 28,2024
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La pasion de Jesus

  
LA PASIÓN
Testimonio de Catalina
  



Introducción

Parte 1

1»  Jesús dicta a Catalina

1.1.»  Jesús se Prepara

1.2»  La Cena Pascual

1.3»  Jesús Ora en el Huerto

1.4»  Jesús Instituye la Eucaristía

1.5»  Jesús Hace la Voluntad del Padre

1.6»  Jesús Busca a Sus Discípulos, que Están
Dormidos

1.7»  Jesús es Entregado por Judas

1.8»  Jesús es Llevado ante Caifás

1.9»  Pedro Niega a Jesús

1.10»  Jesús es Llevado a la Prisión

1.11»  Jesús es Llevado ante Herodes

1.12»  Jesús es Llevado de Nuevo ante Pilatos

1.13»  La Flagelación de Jesús

1.14»  Jesús es Sentenciado a Muerte

1.15»  Jesús es Coronado de Espinas

1.16»  Barrabás es Puesto en Libertad

1.17»  Jesús Perdona hasta al Más Grande
Pecador

1.18»  Jesús Va Camino del Calvario

1.19»  Jesús es Ayudado a Llevar la Cruz

1.20»  Jesús es Clavado en la Cruz

1.21»  Jesús Pronuncia Sus Ultimas Palabras

1.22»  La Resurrección de Jesús

Parte 2

2.»  Dios Padre dicta a Catalina

Parte 3

3.»  La Santísima Madre dicta
a Catalina

La Corona de la Divina Misericordia

 

 

1.10» Jesús es Llevado a la Prisión

Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org  

1) Vamos a seguir con este doloroso relato que habrás de hacer llegar a cuantas personas puedas. Yo los iluminaré en la forma que habrán de hacerlo.

2) Cuando los soldados Me llevaban prisionero, en uno de los patios estaba Pedro, medio oculto entre la turba. Se cruzaron nuestras miradas; tenía los ojos desorbitados; fue sólo una fracción de segundos y, sin embargo, ¡le dije tanto!... Lo vi llorar amargamente su pecado y con el corazón le dije: "El enemigo ha tratado de poseerte, pero Yo no te abandono. Sé que tu corazón no ha renegado de Mí. Estate presto para el combate del nuevo día, para las luchas renovadas contra el oscurantismo espiritual y prepárate para llevar la Buena Nueva. Adiós, Pedro."

3) Cuántas veces miro hacia el alma que ha pecado pero, ¿mira ella también? No siempre se encuentran nuestras miradas. Cuántas veces miro al alma y ella no Me mira, no Me ve, está ciega... La llamo por su nombre y no Me responde. Le envío una pena, un dolor, para que salga de su sueño, pero no quiere despertar.

4) Amados Míos, si no miran al Cielo, vivirán como seres
privados de razón... Alcen la cabeza y contemplen la Patria que les espera. Busquen a su Dios y siempre lo encontrarán con los ojos fijos en ustedes; y en Su mirada hallarán la paz y la vida.

5) Contémpleme en la prisión donde paso gran parte de la
noche. Los soldados venían a insultarme con palabras y con obras, empujándome, dándome golpes, burlándose de Mi condición de hombre.

6) Casi al amanecer, hartos de Mí, Me dejaron solo, atado
en una habitación oscura, húmeda y hedionda, llena de ratas. Estaba atado de tal modo que debía permanecer de pie o sentado en una piedra puntiaguda que fue todo lo que Me dieron como asiento. Mi cuerpo dolorido quedó pronto aterido de frío. Recordé las miles de veces que Mi Madre cobijaba Mi cuerpo, arropándolo cuando tenía frío... y lloré.

7) Vamos ahora a comparar la prisión con el Sagrario y, sobre todo, con los corazónes de los hombres. En la prisión pasé una noche... ¿Cuántas noches paso en el Sagrario?

8) En la prisión Me ultrajaron los soldados que eran Mis
enemigos; pero en el Sagrario Me maltratan y Me insultan almas que Me llaman Padre. En la prisión pasé frío, sueño, hambre, vergüenza, tristeza, dolores, soledad, desamparo. Veía, en el transcurso de los siglos, cómo tantos Sagrarios en los cuales Me faltaría el abrigo del amor. ¡Cuántos corazones helados serían para Mí como la piedra de la prision!

9) ¡Cuántas veces tendría sed de amor, sed de almas!
¡Cuántos días espero que tal alma venga a visitarme, a
recibirme en su corazón, porque He pasado la noche solo y pensaba en ella para apagar Mi sed! ¡Qué de veces siento hambre de Mis almas, de su fidelidad, de su generosidad!

10) ¿Sabrán calmar estas ansias? ¿Sabrán decirme cuando
tengan que pasar por algún sufrimiento: esto servirá para
aliviar Tu tristeza, para acompañarte en Tu soledad? Y ¡ay!, Si por lo menos, unidos a Mí, ustedes lo soportaran todo con paz y salieran fortalecidos en tanto que consolaran Mi Corazón...

11) En la prisión sentí vergüenza al oír las horribles
palabras que se proferían contra Mí; y esa vergüenza creció al ver que, más tarde, esas mismas palabras serían repetidas por almas amadas.

12) Cuando aquellas manos sucias y repugnantes descargaban sobre Mí golpes y bofetadas, ví cuántas veces sería golpeado y abofeteado por tantas almas que, sin purificarse de sus pecados, sin limpiar su casa con una buena confesión, Me recibirían en sus corazones. Esos pecados habituales, descargarían sobre Mí repetidos golpes.

13) Cuando Me hacían levantar a empellones, sin fuerzas y a causa de las cadenas que Me sujetaban, caía en tierra. Ví cómo tantas almas, atándome con las cadenas de su ingratitud, Me dejarían caer sobre la piedra, renovando Mi vergüenza y prolongando Mi soledad.

14) Almas elegidas, contemplen a su Esposo en la prisión.
Contémplenme en esta noche de tanto dolor, y consideren que este dolor se prolonga en la soledad de tantos Sagrarios, en la frialdad de tantos corazones.

15) Si quieren darme una prueba de su amor, ábranme su corazón para poder hacer de él Mi prisión. Atenme con las cadenas de su amor. Cúbranme con sus delicadezas, aliméntenme con su generosidad. Apaguen Mi sed con su celo. Consuelen Mi tristeza y desamparo con su fiel compañía. Hagan desaparecer Mi vergüenza con su pureza y rectitud de intención.

16) Si quieren que descanse en ustedes, eviten el tumulto de
las pasiones y, en el silencio de su alma, dormiré tranquilo. De vez en cuando oirán Mi voz que les dice suavemente: Esposa Mía, que ahora eres Mi descanso, Yo seré tuyo en la eternidad; a tí que con tanto desvelo y amor Me procuras la prisión de tu corazón, Yo te prometo que Mi recompensa no tendrá límites y no te pesarán los sacrificios que hayas hecho por Mí durante tu vida.

   


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