9» Capítulo VII
"Vengan a Mí Los Agobiados..."
Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org
1) Cuántas veces nos privamos de caminar con esa
maravillosa Compañía, porque no sabemos
primero llenarnos de Él y dejarnos "dorar" por el Sol
de Su Presencia Eucarística.
2) Nos privamos de Su protección continua; de poder
ver la abundancia de frutos en nuestra vida, en los
momentos buenos y en los adversos especialmente,
porque es en momentos críticos cuando puede verse
si los frutos que llevamos son permanentes.
3) Qué lástima por aquellas personas que reciben al
Señor con la costumbre de la rutina diaria, sin el
asombro de decirle nada nuevo a Jesús, sino siempre
las mismas palabras gastadas, o lo que es peor, no
decirle nada, no sentir nada. Como si realmente
estuvieran recibiendo un pedazo de pan.
4) Jesús dijo: "Qué puede asombrarte de los laicos si
la mayoría apenas conoce de Mi Presencia
Eucarística, están comenzando a creer que aquí Estoy vivo…
5) Qué puede asombrarte, si en muchas ocasiones
compruebo en Mis propios hermanos, que las
lecciones que He querido darles a través de tantos
Milagros Eucarísticos, han resbalado sobre sus
almas sin penetrarlas.
6) ¡Qué tristeza comprobar que tantos de los Míos,
desde el momento de su ordenación no han
adquirido aún Mi Espíritu, Mis sentimientos, y Mi
programa de vida: rescatar al hombre mediante Mi
entrega absoluta, abajarme hasta hacerme pan y
levantarlo de su pobreza a Mi Divinidad para
conferirle Mi propia heredad.
7) Hijos Míos, se engañaría quien solamente viese en
esta determinación un gesto espectacular y fugaz,
tan sólo la lección, ingeniosa de un pedagogo
incomparable.
8) En la tierra representé un papel al que Me
entregué por entero. La voluntad de servicio
brotaba de Mis entrañas, porque la decisión tomada
por Dios de anonadarse, de humillarse y de
sacrificarse, estaba siempre despierta, desde una
eternidad, en las profundidades de Mí, el Verbo.
9) Es difícil comprender el alcance de Mi gesto, si no se Me coloca en la perspectiva de la Encarnación
redentora.
10) Comprendan por qué deben cargar con su cruz de
cada día: Así como era imposible participar en el
más allá de Mi sociedad si Yo no Me humillaba y no
pagaba Mi rescate de dolor, del mismo modo es
imposible colaborar aquí abajo en la obra de
salvación, si el que Me sigue no se conforma a la
Voluntad de Dios. Las dos ideas están ligadas.
11) Que no les llame la atención la metamorfosis que
exijo a Mis Apóstoles aún hoy en día: La autoridad
implica servicio. Yo, Hijo de Dios, asumí una
naturaleza de esclavo. Sin embargo, no Me despojé de Mi personalidad Divina, aun sirviendo a Mis
propios sirvientes, Me abajé sin perder Mi rango: no
abandoné Mis prerrogativas.
12) Mi misión por excelencia ha sido siempre la de
poner en evidencia el vacío del hombre, la laguna
moral que Mi Amor Divino venía a llenar en el
corazón de las Criaturas.
13) Mi tarea Divina es la de producir en el corazón endurecido e insensible de los hombres la
impresión de su miseria, y hacerles recurrir al Dios
de toda gracia, al Dios que muchos de ellos
rechazan, para ser salvados de su ruina, ser
perdonados y justificados.
14) Esta es la obra maravillosa que He cumplido en
este mundo, y cumplo aún por medio de Mis
Palabras y la acción del Santo Espíritu. Si la Luz
descubre las faltas, también está ahí el Amor, presto
para cubrirlas.
15) Acerquen al hombre a Mis Altares. No saben las
cosas que se pierden por no acudir ante Mi
Presencia para aprender a pedirlas. Tienen
necesidades económicas y recurren a los Bancos o
prestamistas, tienen problemas de salud y van de un
médico a otro en busca del remedio para sanarse,
tienen problemas con sus hijos y buscan
instituciones y gente profesional para que los ayude
a lidiar con ellos… Casi todos ellos tienen
problemas espirituales y observa esta Capilla,
construida para que Mis hijos vengan a contarme
sus congojas, sus alegrías, y casi nunca viene nadie."
16) (El Señor hizo referencia a una capilla en un país de
Sudamérica, donde yo estaba en ese momento y que fue
construida para que se hicieran muchas horas de Adoración
Eucarística al mes)
17) Comencé a llorar diciéndole a Jesús que Él sabía
cuántas veces y de qué maneras insistí para que esto
se llevara a cabo. Aparte de un día a la semana, en el
que un Santo Obispo va a celebrar la Santa Misa y
expone a continuación el Santísimo Sacramento para
Su Adoración, raras son las personas que acuden para
acompañar al Señor durante el día.
18) Con Su dulzura acostumbrada, me consoló diciéndome que las personas que allá acudían eran
escuchadas con especial atención, puesto que lo
hacían con amor, sin un afán de ser vistas por otra
persona que no fuera el mismo Jesús y que eso
compensaba el desamor de los que únicamente
asistían a grandes Iglesias cuando estaban llenas de
gente, para llamar la atención de los sacerdotes o para
tomar el ambón y dirigir las oraciones que eran
hechas más para ser escuchadas por el hombre que
por Dios.
19) Dijo a continuación: "Así están las cosas hoy en
día, hijita, todos te dirán que no tienen tiempo, pero
todos tienen problemas. Cuántos hay que esperan,
para ocuparse de Dios y de las necesidades de su
alma "un momento oportuno" que jamás se
presenta; o que confían este cuidado a otros
hombres que han sido establecidos para cumplir ese
deber, y no faltan quienes han tenido que vender la
religión y sus principios morales, como quien vende
cualquier artículo que sobra en el mercado.
20) Y cuando está en necesidad o enfermedad, el
hombre acepta de buen grado un poco de religión
para tranquilizar la conciencia, en cuanto a su
responsabilidad de criatura delante de Dios; pero no
la suficiente para acallar la solicitud de lo que pide
el corazón.
21) Cómo quisiera que todos fuesen como Nicodemo,
en el aspecto de que no fue salvado ni por su ciencia
ni por su religión sino por su sencilla fe en Mis
obras, que aunque no las comprendía en su
totalidad, confiaba en ellas, sabiendo que su
salvación no venía de él, sino únicamente de Dios.
22) Cómo quisiera que todos respondieran a esa
poderosa Gracia que les es ofrecida con Amor. Ese
hombre sabio y prestigioso ante sus semejantes,
llega a comprender que la obra de la salvación es
por sí mismo algo imposible de cumplir. Pero
aprende también que Dios Ha intervenido para
librarlo de su estado de ruina y perdición.
23) Fue en presencia de su Salvador que el doctor de
Israel descubrió el estado desesperado de su alma.
En ningún otro lugar habría podido descubrir que
La Luz y el Amor Divino habían cumplido su obra
de salvación."