Friday April 26,2024
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EN ADORACION
Testimonio de Catalina
  



Prólogo

Introducción
Jesús el buen Pastor

Capitulo I
El Trono de Dios

Capitulo II
Por Quiénes Pedir

Capitulo III
La Comunión de los Santos

Capítulo IV
Las Ofensas a nuestro Redentor

Capítulo V
Los Misterios del Reino

Capítulo VI
Dios Quiere Habitarnos

Capítulo VII
"Vengan a mi los Agobiados..."

10»Capítulo VIII
Las Pruebas de su Presencia

11»Capítulo IX
Conocerse para Cambiar

12»Capítulo X
La Misericordia del Señor

13»Capítulo XI
Un Bálsamo y Doce Promesas

14»Capítulo XII
Juan Pablo II - Cerca del Trono

15» Oraciones
del Siervo de Dios:
S.S. Juan Pablo II

 


 

 

5» Capítulo III
La Comunión de los Santos

Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org  

l) Señor permitió que pasaran rápidamente por mi mente, imágenes de campañas políticas. Escenarios iluminados y grandes cantidades de gente, gritando enardecidas. Ya en un partido de pelota, ya en un concierto de algún artista o cantante de moda, en una concentración política… rindiendo tributo a seres humanos, de barro… Y el Rey de Reyes, el Señor de toda la humanidad, sentado en un Trono bellísimo,
iluminado por Su misma Luz y abandonado, esperando por nosotros… Sólo una minoría de gente se detenía allá ante Él.

2) Al observarlos, me di cuenta de que ellos no podían verlo como yo lo estaba contemplándolo, rodeado de todos los hermosos y radiantes seres que habitan el Cielo, pero veían Su trono terreno, es decir, el lugar donde Él estaba: en una inmaculada Hostia, dentro de una hermosa Custodia.

3) Entre la gente que entraba y se arrodillaba frente a Jesús, había respeto, deseos de adorarlo, algunos mostraban en su semblante mucho dolor, tristeza, otros tantos miedo, temor y unos pocos, muchísimo amor.

4) Cuando entraba una persona, Jesús la miraba, le extendía la mano, la persona se arrodillaba o se sentaba y de pronto desaparecían las demás personas. Era como si sólo estuvieran allí Jesús y esa persona. Entonces Él la abrazaba y besaba la mejilla de la persona, pero todo con gestos de inmensa ternura, como un enamorado recibe al ser amado, o como lo
hace un padre: con dicha, con la alegría de la Bienvenida.

5) La persona comenzaba a hablarle y Jesús primero la escuchaba atentamente, pero luego, Él susurraba algunas Palabras al oído de la persona y finalmente, levantando los ojos, casi entrecerrándolos luego, elevaba los brazos al Cielo.

6) Finalmente bendecía a la persona y se quedaba contemplándola con amorosa mirada, como si fuese el único ser en el mundo…

7) ¡Cuánta Luz salía de Jesús e iluminaba todo el lugar!
¡Cuánta reverencia y respeto, adoración y amor alrededor Suyo, por parte de muchísimos Santos, de Ángeles y una cantidad enorme de personas que parecían tener también luz propia, por la dicha que reflejaban en sus rostros…! Esta imagen, al igual que la de la Santísima Madre y San José, aparecía y desaparecía de mis ojos de cuando en cuando.

8) El Señor estaba enseñándome que todos necesitamos que se abran nuestros ojos para poder contemplar mejor las cosas de Dios, porque nuestros ojos con frecuencia, o se cierran, o se entorpecen para observar las cosas del Espíritu.

9) El Señor me dijo: "Recuerda que en el Salmo 24,4-6 se les advierte que para ver las cosas de Dios se necesita tener el corazón limpio; es decir, limpieza de ojos, limpieza de corazón, rectitud de conciencia y pureza de intención, para poder llegar un día al conocimiento de Mis Divinos secretos...

10) ¡Aprendan de otros seres que los antecedieron y que hoy son Santos! Para ellos, el mejor lugar de descanso eran Mis manos, la mejor medicina y el más suave alivio era recurrir a Mi Cuerpo Sacramentado, buscando Mi compañía, la conversación Conmigo.

11) Por eso pasaban momentos prolongados en oración y de ese tiempo de adoración, conseguían un renovado vigor y mayores fuerzas para enfrentar la vida con todos sus sufrimientos, dolores y humillaciones, propios de su condición, y que
servirían luego para su corona de gloria
.

12) Es primordial que se enseñe a los hombres que no basta confesarse y venir a recibirme, volver a cometer los mismos pecados y luego nuevamente la confesión… Deben unirse a Mí en el pensamiento, en el sentimiento, en la voluntad. Es decir, con el cuerpo y con el alma… Con el corazón.

13) Es así como su vida humana logra participar de Mi Vida Divina, de modo que sea Yo mismo quien conduzca su existencia por el viaje que los conduce hacia las Delicias Eternas.

14) No olvides que, cuanto mayor sea tu entrega a Mi Voluntad, mayores Gracias recibirás en el transcurso de tu visita a Mi Presencia Eucarística."

15) ¡Cuánta privación obtienen las almas permaneciendo lejos de los lugares donde se Adora al Santísimo Sacramento! ¡Cuánta ignorancia y cuánta ceguera espiritual que no nos permite creer en esta verdad absoluta...!

16) ¿Qué estamos haciendo, humanidad, que permitimos y hasta fomentamos los espectáculos inmorales, la degradación de nuestros jóvenes y la destrucción del planeta, y no corremos hacia el Dios Vivo para suplicar Su Misericordia?

17) Esa noche casi no pude dormir, me sentía culpable por estar ahí en mi cama, tan lejos y sin embargo tan cerca de Jesús. Lejos porque ya no estaba en la contemplación de aquello que me había permitido vivir, y cerca porque parecía que mi pulso, el latido de mi propio corazón no era mío, sino Suyo, es decir, sentía el Corazón de Jesús sobre mi corazón.

18) Entonces le prometí a Jesús que desde ese instante, cada vez que me despertara en la noche, haría una Alabanza a Jesús Sacramentado, para saludarlo… Y gracias a Dios, despierto varias veces, así puedo decir algo como esto: "En el Cielo, en la tierra y en todo lugar, sea por siempre bendito y alabado el Divino Corazón de Jesús Sacramentado" o "Bendito sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar, y la Virgen concebida sin pecado original".

19) En otras ocasiones me sitúo, mental y espiritualmente frente a un Sagrario, en cualquier Templo que haya conocido y allí, desde mi cama, hago oración como si estuviese postrada ante Su Divina Presencia y le pido que me permita
acompañarlo con el pensamiento y con el corazón.

20) ¡Cuántas personas enfermas a quienes he enseñado este tipo de acompañamiento y adoración, desde el lugar en el que están postrados, dicen haber sentido la amante Presencia de Jesús junto a su lecho! ¡Es que el Amor de Dios no se deja ganar en generosa retribución...!

21) Casi al amanecer, Jesús me permitió hacerme presente en espíritu en una Iglesia de mi ciudad que tiene un Altar precioso con un Sagrario imponente y allí me postré para adorarlo. En cierto momento escuché…

22) "Cuando ustedes Me contemplan en la Eucaristía, sus ojos Me tocan ya, con una sola mirada, llenos de amor, de fe, y entran inmediatamente en comunión Conmigo.

23) ¡Pero si se alimentan de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, viven de la misma vida de Dios, habitan un anticipo de la vida en el Cielo...! Porque Me miran con los ojos de la fe, mientras aguardan para verme, cara a cara, en la claridad de la Gloria.

24) El que en verdad se alimenta de Mi Cuerpo con una fe viva, y es animado por la caridad hacia sus hermanos, gozará de la vida eterna, puesto que habrá llegado al final de su existencia renunciando a vivir de otra manera en la tierra…

25) ¡Cuánto mayor grado de perfección alcanzará quien renuncie a todas las cosas mundanas para tenerlo todo! Es decir, quien renuncie a todo lo creado para tenerme a Mí que fui increado.

26) Objeto de Mis delicias es quien está dispuesto a perderlo todo para ganar a Dios. A morir para poder vivir luego Con y En todo…"

27) Yo no Me canso de invitar a Mis amados a la fuente, para refrescarse en la inmensa sed que viven, sed del amor que Yo He colocado en ustedes para su propio bien.

28) ¿Acaso creen que Yo Estoy en los Tabernáculos o en las Custodias, así quieto, sin actuar, sin darles a conocer que Soy la Vida perenne y santa? Estoy aquí para hacerme desear por ustedes, para que cuando vengan a recibir Mi Cuerpo y Mi Sangre como alimento en la Comunión, Me escuchen decirles:
"Llévenme en su corazón, porque es calor lo que busco y no estoy conforme si quedo olvidado por ustedes".

29) Permanezco en la tierra para hacerme tomar fácilmente por todos aquellos que no Me olvidan, que saben cuáles son Mis alegrías y Me las proporcionan recibiéndome gozosos, humildes y ardientes de amor santo.

30) Di a Mis amados que vengan a Quien los ama verdaderamente, que vengan a alimentarse, no sólo con Mi Cuerpo y Sangre, sino a alimentarse de Mi Presencia, porque el hambre que tienen es un Don Mío y es hambre de Mí, aunque sea cubierta y disfrazada por tantas apetencias desordenadas.

31) Los espero aquí para obsequiar, junto con la Madre que les He dado y con todos sus hermanos del Cielo, a la dulce Trinidad que Yo mismo llevo, a quien no Me rechaza sino que Me busca y tan fácilmente puede encontrarme, oculto y vivo;
llameante y como ilusionado de verlos junto a Mí, para darles muchos rayos de luz y de fuego. Para estrecharlos a Mí y participarles dosis y dosis de Mi propia Santidad.

32) Es en el Sagrario y en la Custodia santa donde los espero, para hacerles participar de la celebración de la Gloria de Mi Padre, para que reciban las llamas del Santo Espíritu; para hablar con voces amorosas del Cielo que les espera, del Amor que les espera, de la felicidad que les prometo y les doy."

 

   


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