13» Capítulo XI
Un Bálsamo y Doce Promesas
Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org
1) Hay muchas formas de encontrarse con Dios, pero
existe un momento único, privilegiado, en el
cual podemos, como nunca, nutrirnos de Su
Presencia, y es cuando estamos frente al Santísimo
Sacramento. Sin percibir nada más que esa blanca
Hostia, podemos orar e ir profundamente a la
búsqueda de esa directa relación con Jesús.
2) Para ello basta con recogernos y buscar
silenciosamente, primero al Santo Espíritu de Dios,
esa fuente que está en nuestro interior y de la cual
comienza a brotar, de a poquito, el agua Celestial:
Jesús, que está enfrente, pero va ingresando a través
de Su Amor, Su Ternura, Sus Palabras o Su
murmullo, hasta que va arreciando el manantial,
como aumentando el caudal de agua para aplacar
nuestra sed, para bañar la aridez de nuestros
pensamientos y sentimientos, hasta que podemos
llegar a sentir a Jesús en total unión con nosotros, (en
verdadera Comunión), de manera que ya no somos Él
y yo, sino "Tú en mí y yo en Ti…"
3) Una tarde en que las imágenes de "los tres Jesús" o
la Santísima Trinidad con tres personas iguales vino a
mi mente, recordando aquella visión que
anteriormente he relatado, Jesús habló a mi Corazón
desde la Custodia:
4) "Cuando dije: Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida.
Nadie viene al Padre sino por mí. Si me conocéis, mi Padre
os conocerá también:Desde ahora le conocéis y le habéis
visto... lo hice para que sepan que no es posible,
conocerme sin conocer también al Padre, ver al uno
sin el otro, oír Mis palabras y contemplar Mis obras
sin percibir las palabras y las obras del Padre.
5) Este diálogo con Santo Tomás, debería
introducirlos en una meditación prolongada.
Debería, bajo la guía de Mi Santo Espíritu, llevarlos
a escrutar las profundidades que un día también
lograron hacer que muchos santos fueran
transportados a alturas inaccesibles a la inteligencia
natural. ¡Hacia las cimas vertiginosas del Evangelio
que cuenta tantas cumbres!
6) Hijos Míos, jamás lenguaje humano ha enunciado
realidades más sublimes. Yo, en lenguaje suelto y
perentorio pronuncié sentencias decisivas, el idioma
humano, sin embargo, ignora la plenitud de éstas.
7) Deseo que Me conozcan, no como un día Me
conocieron Mis Apóstoles, según la carne, es un
estímulo a que penetren más allá de las apariencias
para que adquieran una contemplación amante,
superior al conocimiento abstracto y especulativo de
muchos filósofos.
8) Quienes Me visitan en Mis Altares, sepan que
están ya pisando los jardines del Paraíso porque si
bien es cierto que el Cielo está en el final, tienen ya
más certeza de que es su herencia, porque por la fe
les asegura en sus tribulaciones y dudas, un triunfo
cierto."
9) Un día, durante mi meditación pensaba en lodesconcertante que es ver la resistencia del mundo a
la Buena Nueva, la dura oposición al mensaje de vida,
de gozo. Pareciera que el rencor se encarnizara contra
el Amor...
10) Pensaba entonces ¿cómo puede uno defenderse
contra el agresor?
11) Cuántas veces chocamos contra la ignorancia y
contra la indiferencia, que a menudo parecen ser
peores que la agresión...
12) Muchas veces nos inquieta pensar por qué en lugar
de éxito, cuando buscamos acercar al mundo al Amor
de Dios, recibimos persecución, y tantas veces
sentimos como un pesado fardo la sensación de haber
fracasado en el empeño...
13) Me sobresalté al oír a Jesús, respondiendo a mis
inquietudes: "A través de esta unión, quiero
enseñarles a no abandonarse en las adversidades y
lamentaciones vanas, sino a hacer frente al odio del
mundo en una atmósfera de calma y alegría, con un
alma de vencedor.
14) Y no teman, siempre fue así y será así. Más bien
gócense cuanto más sean perseguidos porque cada
vez que el mundo maltrata a sus víctimas, éstas
penetran más adelante en Mi ciencia, en la
inteligencia de la cruz.
15) Quiero fortalecerlos en la fe y que aprendan a
Amarme aún más, a través de sus visitas, de sus
confidencias, de sus diálogos Conmigo, aunque
muchas veces no los perciben como tales.
16) El alma que tiende a ser recta, que es dócil a la
gracia interior, se abre plena a la luz del Espíritu, no
ocurre así con las almas egoístas, desleales. Porque éstas, imbuidas de su ciencia, y obstinadas en tener
razón, oscurecen sus miradas huyendo de las
claridades de la fe. Es el pecado de las tinieblas
contra la luz."
17) Aquellas palabras que dije: "Venid a Mí" fueron
y están dirigidas a todas las almas, sin excepción; a
todos los que sufren y llevan cargas o traumas que
les son muy difíciles de sobrellevar, y son las
palabras que les prometen el más real consuelo para
sus sufrimientos y el alivio más eficaz para sus
trabajos.
18) Pero sepan, hijitos Míos, que los trabajos y
sufrimientos aceptados como venidos de la mano de
Dios y mirados con criterio sobrenatural, les abren
las puertas del Cielo.
19) Todo esto lo comprenden cuando pasan
momentos en oración frente a Mí, y eso es porque
hablo a su alma, aunque la mayoría de las veces no
lo perciben, de esos encuentros salen con renovado
vigor y con fuerzas aumentadas para enfrentar la
vida con todos sus dolores y humillaciones."
20) En diversas ocasiones Jesús manifestó que el
camino del cielo era difícil, y lleno de
renunciamientos, y que la vida del hombre es una
continua lucha, que la puerta del cielo es angosta; en
cambio ahora, desde Su Presencia Eucarística nos
advierte que todo eso se puede convertir en algo
suave y fácil, "siempre que lo hagamos con Él,
ayudados por Él."
21) En una oportunidad, mientras yo veía a uno de
nuestros hermanos de Apostolado visitando a Jesús
Sacramentado, el Señor me explicó que el primer
beneficio de estas visitas es el otorgarnos Su paz, para
que cada momento difícil de nuestros días sea
enfrentado con serenidad. Dijo que Él retribuye con
innumerables beneficios terrenos y espirituales al
alma que corresponde a Su invitación.
22) Reconocí que, efectivamente, esa persona había
cambiado mucho a partir de sus visitas al Santísimo
Sacramento. Comprobé eficazmente cómo era que la
persona, con solo ir a visitar a Jesús, va
transformando su vida.
23) Repentinamente vi a esa persona como en un globo
de luz, y vi que mientras rezaba el globo de luz iba
creciendo, ensanchándose y alcanzaba a su esposa, a
su familia. De pronto vi un coche corriendo a alta
velocidad, vi como chocaba, y el auto quedaba
destrozado. Pero la persona que salió del coche estaba
ilesa, rodeada de un halo un poco más claro que el
envolvía al hombre que oraba frente al Señor.
24) Supe que el Señor quería mostrarme la protección
de Dios a los seres que ama uno. Tanto valor tiene
para Jesús la oración, la compañía que
voluntariamente le hace un ser humano en el
Sagrario, que como retribución Él se encarga de sus
seres queridos y de todo lo suyo.
25) Un atardecer de un día jueves, en otra capilla, un
sacerdote dirigía la Adoración Eucarística con sus
fieles. Había bastante gente en la Iglesia. Yo miraba
desde afuera y veía salir un globo similar al
anteriormente descrito, pero con luces rojas y blancas,
que rodeaba toda la periferia de la capilla, iba
rezando la gente con el sacerdote y esas luces, como
en ondas expansivas, iban extendiéndose un bloque o
manzano más y luego otro más, y otro...
26) Miré en otra dirección y pude ver dos capillas,
relativamente cerca la una de la otra, de cada una de
ellas salían estas ondas de color blanco y rojo y se
extendían hasta juntarse con las que salían de la otra
capilla.
27) "¡Dios mío! –pensé- esa es la forma de proteger una
ciudad y a toda su comunidad".
28) Jesús vino en mi auxilio y me dijo: "escribe estas
promesas que hoy te digo:
29) Yo prometo al alma que Me visite con frecuencia
en este Sacramento del Amor, que la recibiré cariñosamente junto a todos los Bienaventurados y Ángeles del Cielo; que cada visita suya será escrita
en el Libro de su Vida y le concederé:
1) Todas las peticiones que sean presentadas ante el
Altar de Dios en favor de la Iglesia, el Papa y las
almas consagradas.
2) La anulación del poder de satanás sobre su
persona y sus seres queridos.
3) La protección especial en casos de terremotos,
huracanes y otros desastres naturales, que de otro
modo le afectarían.
4) Será apartada amorosamente del mundo y de sus
atractivos, que son causa de perdición.
5) La elevación del alma, deseando alcanzar la
santificación, en vistas a la contemplación eterna
de Mi Rostro.
6) El alivio de las penas del Purgatorio de sus seres
queridos.
7) Mi bendición para todos los proyectos materiales
y espirituales que emprenda, si son para el bien
de la propia alma.
8) Recibir Mi visita, en compañía de Mi Madre, en el
momento de su muerte.
9) Escuchar y atender las necesidades de las
personas por las cuales pida.
10) La intercesión de los Santos y de los Ángeles a la
hora de la muerte, para disminuir la pena
temporal.
11) Que Mi Amor suscite santas vocaciones
consagradas a Dios entre sus seres queridos y
amigos.
12) El alma que conserve una verdadera devoción a
Mi Presencia en la Eucaristía no se condenará, no
morirá sin los Sacramentos de la Iglesia.
30) A los sacerdotes y religiosas que propaguen la
devoción a la Adoración, les otorgaré muchas gracias
especiales, el reconocimiento total de sus pecados y
la Gracia para enmendarse. Les ayudaré a formar
comunidades de fieles devotos y santos, y
alcanzarán muchos privilegios.
31) Prometo estas cosas a todas las personas, con sólo
dos condiciones que son el fruto del genuino amor
hacia Mi Presencia Real en la Eucaristía, y que son
absolutamente imprescindibles para hacer realidad
en sus vidas Mis promesas:
a) Que luchen por conservar la dignidad en Mis
Altares.
b) Que sean misericordiosas con su prójimo.