 María Valtorta nació el 14 de marzo de 1897 en Caserta (sur  de Italia),  transcurrió su vida en varias ciudades de la Italia septentrional.
               María Valtorta nació el 14 de marzo de 1897 en Caserta (sur  de Italia),  transcurrió su vida en varias ciudades de la Italia septentrional.
               
Desde  niña experimentó hacia Cristo un reclamo casi profético: acompañarlo en el  dolor, voluntariamente acogido y generosamente ofrecido. 
Siguiendo su ejemplo,  asoció al dolor el amor hasta el punto de que se identificaran en una cosa  sola. 
Y, a través de los sufrimientos, que ciertamente no eran un fin anhelado  en la edad de los sueños y las esperanzas, cumplió en la madurez su vocación de  donarse por completo.
               
               María Valtorta escribió de una vez, sin un esquema  preparatorio y sin rehacer sus escritos, más o menos quince mil páginas de  cuaderno. Esta notable producción literaria está publicada en quince volúmenes  además de la Autobiografía.   De ellos, diez encierran la obra mayor y cinco las obras  menores.
               
             La obra mayor es El Evangelio como me ha sido revelado o Poema de El Hombre Dios.
             
             Esta obra es un compendio de visiones que  María Valtorta tuvo de la vida de Jesús hace dos mil años, caminando junto a  los apóstoles, junto a Su Madre. En fin, una verdadera maravilla de la  revelación privada en la que no estamos obligados a creer, pero que sin dudas  enriquece el alma.
             
             En sus diez volúmenes  narra el nacimiento y la infancia de María y de su hijo Jesús, 
               los tres años de  la vida públic,a de Jesús, su Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión al Cielo,  Pentecostés, los albores de la   Iglesia y la   Asunción de María Santísima.
               
Describe paisajes, ambientes, personas y  acontecimientos con el brío de una representación. Delinea caracteres y  situaciones con habilidad introspectiva. 
Expone alegrías y dramas con el  sentimiento de quien es partícipe de ellos realmente.
Explica circunstancias  históricas, ritos, costumbres, características ambientales y culturales  sagradas y profanas, con datos y detalles que los especialistas exentos de  prejuicios consideran irreprochables.
Y, sobre todo, expone, a través de la  extensa narración de la vida terrenal de Cristo, toda la doctrina del  cristianismo que la   Iglesia Católica nos transmite.
                            Desde el Director Espiritual de María  Valtorta, un fiel miembro de la congregación de los Siervos de María como fue  el Padre Migliorini, hasta el Obispo que concediera Nihil Obstadt a la obra,  Monseñor Roman Danilak, no han faltado sacerdotes que se sorprendan no sólo de  la fidelidad al Magisterio de la   Iglesia y las Sagradas Escrituras, sino también de la  extraordinaria precisión con que estas revelaciones nos presentan a  la Palestina de aquellos tiempos. 
               
               Los múltiples datos suministrados por la  obra han sido chequeados por expertos historiadores, y no presentan fractura.  Vale aclarar que María Valtorta pasó la mayor parte de su vida en su lecho de  enferma, sin haber salido jamás de Italia.
             
               Monseñor Danylak dijo  en su escrito de otorgamiento de Nihil Obstat e Imprimátur al Poema de El  Hombre Dios (aprobación de la obra y de la publicación, respectivamente):  
               
  “Digo que no hay nada objetable en el Poema de El Hombre-Dios y en todos los  demás escritos de Valtorta en lo que respecta a la fe y la moral”.
             
             Testimonios y Comentarios
             Testimonio desde la ciencia:   Dr. Vittorio Tredici, geólogo y mineralogista, Italia (1952) 
               "Quiero subrayar la precisión inexplicable del conocimiento del autor  en cuanto a Palestina en sus aspectos panorámicos, topográficos, geológicos y  mineralógicos." 
               
               Testimonio desde la historia: Jean  Aulagnier, reconocido especialista en calendarios de la antigüedad escribió en 1995 un libro  sobre la obra de Valtorta:
               
               "Habiendo establecido una cronología científica  de todos los eventos y ocurrencias en la obra de María Valtorta, Yo solo puedo  decir que continúa siendo inexplicable de otra forma fuera de intervención  divina". 
               
               Testimonios desde la teología y la Biblia: 
               Arzobispo Alfonso Carinci, Secretario de la Congregación de Ritos  Sagrados (1946): 
               "No hay nada contrario al Evangelio. Mas bien, este  trabajo es un buen complemento al Evangelio, contribuye a una mejor comprensión  de su significado". 
               
               Padre Agostino Bea S.J., rector del Instituto Bíblico Pontificio y  consejero al Santo Oficio, 1952 (después fue Cardenal), director espiritual del  Papa Pio XII:
               
               
               "He leido en manuscrito mecanografiado muchos de los libros  escritos por María Valtorta... En cuanto a exégesis, no encontré ningún error  en las partes que yo examiné".
               
               Padre Gabriel Allegre, ofm, reconocido traductor de la Biblia al Chino,  Macao/Hong-Kong (1970). 
               
  "El dedo de Dios está aquí". En cuanto a justificación teológica para  un libro tan convincente, tan carismático, tan extraordinario, aun desde el  punto de vista meramente humano, como lo es "El Evangelio como me ha sido  revelado" de Maria Valtorta, encuéntrelo en La Primera Epístola  de San Pablo a los Corintios 14,6" 
  
  Padre Dreyfus, de la   Escuela Francesa de Biblia y Arqueología, Jerusalén   (1986).
  
  "Yo estuve grandemente impresionado al encontrar en la obra de María  Valtorta los nombres de seis o siete pueblos que están ausentes del Antiguo y  Nuevo Testamento. Estos nombres solo son conocidos por unos pocos  especialistas, y por medio de fuentes fuera de la Biblia... [...] Ahora,  ¿como pudo ella saber esos nombres, si no por las revelaciones que ella dijo  tener?