LAS CAJAS DE DIOS
            
            Tengo en mis manos dos  cajas    que Dios me ha dado para que  las  sostenga.
          Él me dijo:  "Pon todas tus penas en la negra, y todas tus alegrías en la dorada".
          Yo escuché  sus palabras, y en ambas cajas mis alegrías y tristezas guardé,  Pero la dorada se fue poniendo más pesada y la negra estaba tan liviana como antes.
          Con curiosidad abrí la caja  negra  para saber por qué seguía tan liviana y encontré en el fondo de la caja un  hueco por el cual habían caído todas mis tristezas. 
          Mostré a Dios el hueco y  reflexioné  en voz alta, "me pregunto, ¿dónde habrán ido mis penas...?".
          Él me  sonrió, "hijo mío, todas tus penas están conmigo".
          Le pregunté,  "Señor, ¿por qué me has dado las cajas?, ¿por qué la dorada, y  la negra..con un hueco?".
          "Hijo  mío, la dorada es para que cuentes tus bendiciones, la negra es  para que olvides todas tus penas".
          Deberíamos  considerar a nuestros amigos como una bendición.
          "Maravillarse antes que  dudar, es la raíz de la sabiduría".