ENCONTRARÁS A DIOS
          Dondequiera que pongas tu mirada, dondequiera que fijes tu atención, dondequiera que un átomo subsista, ENCONTRARÁS A DIOS.
            
            En las formas diversas de las nubes, en los rayos dorados que da el sol, en el brillo que lanzan las estrellas, ENCONTRARÁS A DIOS.
            
            En los dulces balidos que en los prados el rebaño da al silbo del pastor, en los trinos cambiantes de las aves. ENCONTRARÁS A DIOS.
            
            En la sangre que corre por tus venas, en la misma conciencia
            de tu YO, en los propios latidos de tu pecho, ENCONTRARÁS A DIOS.
            
            En la santa figura de la madre cuyo seno la vida te donó, en la franca sonrisa de una hermana, ENCONTRARÁS A DIOS.
            
            En las lindas pupilas de la/el joven que de amores prendió tu corazón, en la grata visión de un ser querido, ENCONTRARÁS A DIOS.
            
            En las horas de sombra y amargura, cuando a solas estés con tu dolor, si le buscas en la sombría noche ENCONTRARÁS A DIOS.