II. Inspirada por Dios
Oráculos inspirados por Dios
Es por esto que los autores del Nuevo Testamento a veces introducen citaciones del Antiguo Testamento con la frase: “como dice el Espíritu Santo” (cfr. Heb. 3:7; Hech. 1:16).
La Escritura, dice el Apóstol Pedro, fue escrita por “hombres, movidos por el Espíritu Santo [que] han hablado de parte de Dios” (2 Pe. 1:21).
Cuando San Pedro y los otros autores del Nuevo Testamento escribieron y hablaron, estaban conscientes que ellos también estaban respondiendo al Espíritu Santo, que estaban escribiendo bajo la influencia de Dios.
San Pablo escribió “según la sabiduría que le fue otorgada” por el Espíritu Santo, dijo San Pedro (2 Pe. 3:15-16).
El propio San Pablo dijo, “hablamos, no con palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino enseñadas por el Espíritu” (1 Cor. 2:13).
Muchos de los escritos que tenemos del Nuevo Testamento fueron compuestos explícitamente para la lectura en el contexto de la celebración de la Eucaristía (cfr. 1 Cor. 1:2; 1 Tim. 1:1; Apoc. 1:11; Col. 4:16; 1 Tes. 5:27).