196- Roma es el centro de la historia cristiana y el martirio de muchos ha
hecho de Roma un encanto
Cuando venís a Mí, Yo estoy aún más feliz y desciendo de mi mundo de gloria repitiendo el milagro de los colores de mi manto y de mi vestidura y del cáliz.
Ese sol, esos colores, mi sonrisa a todos vosotros. El granizo quiere significar que deseo, en Dios, para vosotros, por el bien de vuestras almas, el sacrificio o la penitencia.
Los tiempos lo exigen y Yo, Myriam, os pido a vosotros oraciones por el bien de la Iglesia, que es traicionada en su corazón y atormentada. Y os pido el amor mutuo, la paciencia, la caridad. ¡Y por este recíproco amor que sentís os doy gracias!
La lluvia, el viento y después el sol luminoso y coloreado, mi sonrisa a vosotros y la gracia para vosotros, que una vez pedisteis, la ofrezco a Jesús.
Roma es el centro de la historia cristiana y el martirio de muchos ha hecho de Roma un encanto para nosotros.
Nosotros que vemos los sentimientos que han quedado en el aire. Con Zenón, con Cecilia, con Sebastián, la gran historia y con la mi aparecer entonces y con mi manifestarme también hoy, he aquí una prueba del Cielo para vosotros que os sigue, os ama, se manifiesta(1).
Cuando vivía en Nazaret la pequeña gran vida terrena no sabía que en el tiempo habría mandado al mundo signos a través del sol.
Signos para vosotros, para bendeciros porque mi sonrisa es para vosotros y así mismo mi amor.
12 de abril de 1985
(al atardecer)
(1) El día de la recepción de este mensaje es el aniversario de la aparición de la Virgen María en Tre Fontane (las Tres Fuentes), en Roma, que a la tarde ha querido repetir el milagro del sol.