221- La fe es aliento. La confianza, que sea esperanza
¡Un rayo de sol, muchos rayos para vosotros, por vuestra fe y vuestra esperanza! Lo que pedís para un bien infinito os será dado. Mi Hijo os ama y sabe lo que necesitáis y Yo, Myriam, le entrego a Él vuestros deseos y vuestros temores. Puedo deciros que esperéis y que estéis serenos.
En Caná le supliqué a Jesús con la mirada, y ahora, con la misma mirada, Yo le suplico. El mundo necesita esperanza y Yo la llevo al mundo con los rayos del sol. Jesús me ha dicho que lo haga por vosotros.
Soy su intermediaria y en el sol me manifesté para contaros todo el amor que os tengo y que Jesús os tiene.
En el tiempo en que el mundo tiembla, en el tiempo en el que la Iglesia sufre, he aquí los senderos de Dios. Amad al prójimo, dad, testimoniad y seréis senderos. mi vida la conocéis un poco, mis cuidados dejados en Nazaret, mientras vivía aquella vida sencilla pero intensa.
Esa pequeña casa que en parte ha volado. Y vuelan vuestros pensamientos hacia Mí. ¡Mi cuerpo no podía terminar!
Estoy viva con el cuerpo y con el alma y para vosotros me transporto con el pensamiento. ¡Dios todo lo puede, Él os mira, os conoce, sabe lo que necesitáis y os ayuda y Yo le pido ayuda para vosotros!
En Caná, el agua que se convirtió en vino. Almas áridas que la fe ha cambiado totalmente.
La fe es aliento, la confianza que sea esperanza; Yo sigo pidiendo por vosotros a mi Hijo: "Ayúdalos!". Él me ha sonreído.
12 de abril de 1986
(Aniversario de la aparición en la gruta de
Tre Fontane, en Roma)