34- Vendré con vosotros cuando sigáis a Jesús
¡Os bendigo, hijos de Mi Corazón Inmaculado! ¡Os bendigo con corazón maternal y con maternal sonrisa!
He bajado invisible para vosotros, pero real y viva hasta esta casa, que con mi amor la inundo de luz y a vosotros os inundo con mi amor.
Soy Myriam de Nazaret, la Mamá de Jesús y de todos sus hermanos. Sigue el mundo con las penas, con la alegría, con el dolor, sigue marchando, y vosotros, hijos queridos, ¡id como instrumentos de Jesús, que os ha llamado a la más bella misión!
No hagáis programas, vivid cada día para la obra de ese día, que Jesús se os mostrará a veces, en una hora o en otra. Estad simplemente a su disposición, ¡para caminar en el surco de sus huellas, para ser Su voz, para ser Sus manos!
Lo que hagáis por los hermanos, lo haréis por Mi Hijo y también por Mí, Su Madre, que vendré con vosotros cuando siguiereis a Jesús. Hijos queridos, el mundo tiene necesidad de luz, y los instrumentos de Mi Hijo traerán esta luz, que será cada vez más clara, hasta hacerse potente, y salvará a muchas almas.
El mal no prevalecerá, es grande, asusta, pero terminará, ¡y el sol será límpido y las almas salvadas serán el precio de vuestra fatiga!
Vale la pena entonces ser instrumentos al servicio de Jesús, dando todo de sí mismos, por una causa de amor: ¡la más importante, la única!
Y la gruta estaba luminosa y los Ángeles cantaban...
"Paz a los hombres de buena voluntad": estos son los instrumentos de Mi Hijo, que unidos a Él, en Su sol, continúan redimiendo a la humanidad, que por designio divino le es confiada a ellos!
24 de Diciembre de 1978, 15.20 horas