31- Vuestros seres queridos que están
ya Conmigo me llaman mamá
¡Hijos míos!
¡En mi casa han entrado mis golondrinas!
¡Y mis golondrinas me tienen en el corazón y su corazón es también mi casa!
Yo, Myriam, vuestra Mamá, la Mamá de Jesús, la Mamá Celestial, tengo tantas casas: por todas partes se me venera, ¡donde se me invoca, allí es mi casa!
Allí es la casa de Mi Hijo, vuestro hermano: el Amor del Padre, hecho Hombre por amor a la humanidad.
La humanidad es frágil, la humanidad: ¡caña al viento!
¡Que sea el buen viento el que la mueva! Y vosotros orad, para que el viento bueno sea más fuerte que el viento malo.
En cada corazón que Me ama, allí está mi casa, y Yo con alegría os miro, y miro a mis pequeñas golondrinas almas puras, cándidas, queridas almas niñas: ¡a mi Hijo le gustan los pequeños!
Haceos siempre niños, o sea puros, para entrar en el Corazón de Jesús.
¡Sed siempre Sus manos, Su voz!
Pequeñas golondrinas: hijas, mamás, hermanas, también vuestra casa es mi casa, como lo es esta casita dedicada a Mí, bendecida por un querido hijo Mío, que finalmente, cuando Me vio, Me reconoció, ¡más simple de todo cuanto podía imaginarme!
Él está Conmigo, como vuestros seres queridos, ¡y Me miran y Me llaman Mamá!
Casita de María, 19 de Marzo de 1978; 16.30 horas
Estamos en una casa bendecida y dedicada por el Padre Gabriel Roschini a la Virgen. Estaban presentes las monjas Oblatas de Nazaret.