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PUERTA DEL CIELO
Testimonio de
Catalina
Introducción
Los Mensajes
1» No Te Alejes de la Puerta de Mi Corazón
2» Recurre Siempre a Mi Espíritu
3» Su Dios Está Presente en Cada uno de Ustedes
4» Acompaña Mis Dolores
5» El Amor Verdadero Es Fecundo en Buenas Obras
6» Yo Bendigo a Quienes Escuchan Mi Palabra
7» Coloquen Su Corazón Cerca del Mío
8» Oren por Mis Sacerdotes
9» Te Acompaño en Tu Apostolado
10» Castidad y Virginidad
11» Sean Pacientes; No Busquen Ser Venerados
12» Defiende Mi Causa
13» Las Almas que He Salvado con Mi Sangre, se Han Alejado
de Mí
13.1» El Mundo Ya No Es Mío
13.2» Mi Nombre Es Amor
13.3» Para Ustedes la Ciencia Es Luz… y Mi Fe, Oscuridad
13.4» Renovaré el Mundo y Mi Iglesia
13.5» No Me Oculto Si Escoges Mi Compañía
13.6» Un Corazón Dividido No Está Hecho para Mí
13.7» Solo el Amor Puede Salvar al Mundo
14» Las Consagraciones Son un Exito para la Tierra y una Fiesta para el Cielo
14.1» Hablen con los Moribundos
14.2» Mírenme en la Cruz
14.3» Oren por Su Patria
14.4» Sean Humildes y Caritativos
15» Ustedes Son un Grupo de Reparación
16» Empiecen a Evangelizar
17» El Mundo Nunca Ha Tenido Tanta Necesidad de Oración Como Ahora
18» El Racionalismo Ha Hecho de la Iglesia un Desierto
19» Yo Vine a Buscarte
20» Estoy Tan Solo en los Tabernaculos del Mundo
21» Mi Luz Está Cerca
22» Quiero el Congreso Eucaristico Mariano
23» Si No Tienes Fe, No Me Ves
24» El Amor de Mi Padre se Da Gratuitamente
25» Existe un Cielo, un Purgatorio y un Infierno
25.1» Yo Estoy en el Silencio de los Corazones. La Bulla, lo Profano del Mundo, Me Hace Huir
26» Aprendan a Dejar Todo, Cuando Tengan que Encontrarse Conmigo
27» Evangelicen con Su Vida Santa
28» Estoy Tan Lastimado por la Indiferencia del Mundo
29» Alégrate de Sufrir por Mí
29.1» Los Amo. ¿Y Ustedes, Me Aman?
30» ¿Que Es la Palabra sin las Obras?
31» ¿Por qué se Entregan a Medias?
32» Ustedes Son Instrumentos de Amor y Misericordia
33» No Temas Hablar de los Mensajes
34» ¡Ocúpense de Mi Gloria!
35» Obsequia una Biblia
36» Tanto Rocío Ha Bajado del Cielo para Ustedes
37» No Temas, Yo Estoy Contigo
38» Textos para un Retiro Espirituale
38.1» El Respeto Humano
38.2» Beneficios de las Tribulaciones
38.3» La Necesidad de Orar
38.4» Pidan por la Perseverancia
39» La Voluntad del Señor
40» Consagración: Los Puros de Corazón Son Mis Hermanos
41» El Camino del Alma hacia Mí
42» El Ateísmo Latente
43» Solo se Entusiasman por lo Tangible
44» No Me Agradan los Cuestionamientos a Mis Mensajes
44.1» Difundan la Devoción del Rosario en Bolivia
45» Quiero Unidad
45.1» Sigan Mis Huellas
45.2» Estados Unidos Es un Pais con Demasiados Idolos
46» Ahora Quiero los Frutos
47» El Hombre Es el Resultado de Su Pensamiento
48» Busca un Lugar Tranquilo Donde Hagas una Morada para Mí
49» Mi Corazón, Sacudido por el Pecado, Suda Sangre
50» No Puede Seguirme Quien No Toma Mi Cruz con Amor
51» Si Acusan a Mi Madre, Me Acusan a Mí!
52» Contemplen la Eucaristía
53» Entréguenme Su Amor y No Quedará en Ustedes el Deseo de Pecare
54» Es en lo Más Sencillo y Ordinario donde Reciben Mis Gracias
55» Yo Pido Devoción, No Vanidad Espiritual
56» La Sequedad del Alma
57» El Enojo y la Ira… Desfiguran el Rostro Más Bello
57.1» Mansedumbre
57.2» Sean Pacíficos
58» Yo No Habito en la Bulla; a Mí se Me Encuentra en el Silencio
58.1» Corazón Humilde
59» Mi Reino Ya Está en Ustedes
59.1» Si Pecan, Laméntense
59.2» Cambien de Vida
60» Satanás Siempre Actuará Astutamente
61» Estoy Tan Solo en Mis Sagrarios
62» Quiero que Hablemos del Cielo
63» Mi Corazón se Alegra ante la Valentía de Mis Elegidos
64» ¿Cuál Es la Verdadera Tibieza?
65» Los que Hoy Sufren, se Unen a Mi Pasión
66» Aprende a Bendecir a Aquellos que Te Maltratan
67» Acérquense a Mí
68» Manantiales de Vida
69» Ustedes Son Mis Amigos
70» Lo que Tengo para Ti Es Santo
71» Silencio y Contemplación
72» No Soy una Baraja de Naipes
73» La Oración
74» Hombres de Poca Fe
75» Ustedes No Me Conocen
76» Nadie Es Superior al Otro
77» Escuchen el Susurro de Mi Espíritu
78» Adopta Hábitos que se Mantengan Fieles a Mis Palabras
78.1» Responsabilidad en Tu Pais
78.2» Falsa Humildad
79» Hagan Retiros y Ejercicios que los Aproximen a Mí
80» Paz, Soledad, Contemplación
81» Cuiden la Puerta del Cielo
82» El Don de la Oración
83» Comunidad de Laicos
84» Cuando el Evangelio Llegue a los Confines del Mundo, Será Posible Mi Segunda Venida
85» Repartan el Pan
86» Yo Voy Uniendo a Mi Gente
87» Traten de Ganar el Mayor Número de Almas
88» Dialoga con Tu Señor
89» Aun Tendrás Muchos Sufrimientos
90» No Sean Ingratos ante Tanta Gracia
91» Yo No Te Dejo Sola un Momento
92» Trabajen por Mi Causa
93» Caridad
93.1» El Pecado de la Murmuración
93.2» Mansedumbre
94» Mi Madre: La Mujer Vestida de Sol
95» Oración: Hacia un Matrimonio Espiritual
96» Quien Me Pierde, Pierde Mucho Más que Todo el Mund
97» Oren por la Verdad
98» La Contrición Rejuvenece el Alma
99» Tema de Reflexión: La Caridad
100» La Verdadera Libertad
101» Quien Ama Está Dispuesto a Dar y a Recibir
102» Mensajes Breves
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62» Quiero que Hablemos del Cielo
Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org
PC-62 30-Oct-96 El Señor
1) Amor de Mis dolores, quiero que hablemos del
Cielo. Lugar del que deben hablar, para animar a Mis
hijos a trabajar por su conquista… Me transfiguré ante Mis apóstoles para que vieran la belleza de Mi
semblante divino. Lo que irradia de él.
2) El Cielo, hijos Míos, es un bien tan grande, que Yo
quise morir en la Cruz para abrirles la entrada en él.
Los bienes, las alegrías y dulzuras pueden
conquistarse, más ustedes no podrían comprenderlo
aunque Yo se los explicara. Lee 1ª Corintios 2, 9.
3) Piensen, si en este mundo pueden presentarse a
ustedes cosas que agradan a sus sentidos, cuántas
otras hay que los afligen. Si les gusta la luz del día,
los entristece la oscuridad de la noche; si les
complace la primavera y el otoño, los aflige el frío del
invierno y el calor del verano. Añadan a esto las
penas y preocupaciones que les ocasionan las
enfermedades, las persecuciones, las incomodidades
de la pobreza… Las angustias del espíritu, los
miedos, las tentaciones del demonio, la ansiedad de
la conciencia, la incertidumbre de la salvación eterna.
4) En el Cielo no hay muerte, ni temor de morir; no
hay dolor ni enfermedad, ni pobreza, ni calor. Sólo
hay un día eterno siempre sereno, una primavera
contínua florida y deliciosa porque todos se aman
tiernamente y cada cual goza del bien del otro como
si fuese suyo. En el Cielo no hay temor a perderse,
porque el alma, confirmada en la gracia divina, ya no
puede pecar ni perderse.
5) Allá se encuentra todo cuanto puedan desear,
hijitos… Todo es nuevo: las bellezas, las alegrías,
todo saciará sus deseos. Se saciará la vista viendo
aquella ciudad tan magnífica, tan hermosa. Verán
que la belleza de sus habitantes da nuevo realce a la
belleza de la ciudad porque todos ellos visten como
reyes, son reyes.
6) ¡Qué placer tendrán al ver a Mi Madre, que se
deja contemplar más bella que todos! ¡Oírla cantar,
alabando a Su Dios!…
7) Todo esto son las dichas menores que hay en el
Cielo. Su delicia principal será vernos cara a cara.
8) El premio que se les promete, no es solamente la
belleza, la armonía y los otros bienes, sino Yo mismo
que Me dejo ver por los bienaventurados. Así, los
goces del espíritu aventajan a los goces de los
sentidos.
9) El amarme aun en esta vida, ¿no es cosa dulce? ¿te
imaginas cuánta dulzura producirá el gozar de Mí? ¿cuánta dulzura experimenta un alma a la cual
manifiesta Mi padre en la oración Su bondad, su
Misericordia y, especialmente el amor que le
demostré en Mi Pasión? ¿qué sucederá entonces,
cuando se levante este velo y puedan vernos cara a
cara? Contemplarán toda Nuestra belleza, Nuestro
poder, Nuestras perfecciones, todo el amor que les
tenemos.
10) La mayor aflicción de las almas que Me aman, es
el temor de no amarme y nos ser amadas por Mí.
Pero en el Cielo, el alma está segura de que ama y de
que es amada por Mí. Ve que la tengo abrazada con
amor inmenso y que este no se acabará jamás. Ese
amor crece entonces con la convicción de lo mucho
que la amé cuando Me ofrecí en sacrificio por ella en
el madero de la Cruz y Me convertí en manjar, en
alimento, en la Eucaristía.
11) Es ahí cuando verá claramente todas las gracias
que le He concedido para preservarla del pecado y
atraerla a Mi amor. Verá que aquellas tribulaciones,
aquella pobreza, aquellas enfermedades,
persecuciones que ella consideraba desgracias, no
fueron otra cosa que amor y medios de los cuales Me
serví para conducirla al Paraíso.
12) Verá todas las inspiraciones amorosas y la
Misericordia que derramé sobre ella, después que
ella Me despreció con sus pecados. Verá tantas
almas, condenadas en el abismo del infierno, tal vez
en apariencia menos culpables que ella y se alegrará de verse salvada y segura.
13) Hijos Míos, los placeres del mundo no pueden
saciar sus deseos. Al principio embriagan sus
sentidos, pero se van embotando poco a poco y ya no
les causan ilusión. En cambio, los bienes del Cielo
sacian siempre y dejan contento el corazón. Y aunque
sacian plenamente, siempre parecen nuevos, siempre
deleitan, siempre se desean, siempre se obtienen. Así el deseo no engendra el fastidio porque siempre
queda satisfecho y la saciedad no engendra disgusto,
porque va siempre unida al deseo. De ahí que el
alma permanece siempre saciada y siempre deseosa
de aquellos goces: Así como los condenados son
vasos llenos de ira, los bienaventurados son vasos
llenos de Misericordia y alegría porque no tienen
más que desear.
14) Créanme, hijitos, dicen haber hecho poco los
Santos y Mártires, para conseguir el Cielo ¿qué vale
todo cuanto han sufrido comparado con aquel mar
de eternos goces, en el que permanecerán
eternamente?
15) Anímense, hijos Míos, para sufrir con paciencia
cuanto les toque padecer en este tiempo que queda,
porque todo es poco, y nada se compara a la gloria
del Cielo.
16) Cuando los aflijan los dolores de la vida,
levanten los ojos al Cielo y consuélense con la
esperanza del Paraíso. Allí los espera Mi Madre, allí los espero Yo, con la corona en la mano, para
coronarlos de reyes de aquel Reino que no tiene fin…
17) Pidan, hijitos, por la gracia de la perseverancia en
la conversión. Quien se encomienda a Mi Madre,
obtendrá esta gracia. Mediten Mi Pasión y pidan que
Mi Angel los consuele y fortalezca…
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