Thursday April 25,2024
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PUERTA DEL CIELO
Testimonio de Catalina
  



Introducción

Los Mensajes

1»  No Te Alejes de la Puerta de Mi Corazón

2»  Recurre Siempre a Mi Espíritu

3»  Su Dios Está Presente en Cada uno de Ustedes

4»  Acompaña Mis Dolores

5»  El Amor Verdadero Es Fecundo en Buenas Obras

6»  Yo Bendigo a Quienes Escuchan Mi Palabra

7»  Coloquen Su Corazón Cerca del Mío

8»  Oren por Mis Sacerdotes

9»  Te Acompaño en Tu Apostolado

10»  Castidad y Virginidad

11»  Sean Pacientes; No Busquen Ser Venerados

12»  Defiende Mi Causa

13»  Las Almas que He Salvado con Mi Sangre, se Han Alejado
de Mí

13.1»  El Mundo Ya No Es Mío

13.2»  Mi Nombre Es Amor

13.3»  Para Ustedes la Ciencia Es Luz… y Mi Fe, Oscuridad

13.4»  Renovaré el Mundo y Mi Iglesia

13.5»  No Me Oculto Si Escoges Mi Compañía

13.6»  Un Corazón Dividido No Está Hecho para Mí

13.7»  Solo el Amor Puede Salvar al Mundo

14»  Las Consagraciones Son un Exito para la Tierra y una Fiesta para el Cielo

14.1»  Hablen con los Moribundos

14.2»  Mírenme en la Cruz

14.3»  Oren por Su Patria

14.4»  Sean Humildes y Caritativos

15»  Ustedes Son un Grupo de Reparación

16»  Empiecen a Evangelizar

17»  El Mundo Nunca Ha Tenido Tanta Necesidad de Oración Como Ahora

18»  El Racionalismo Ha Hecho de la Iglesia un Desierto

19»  Yo Vine a Buscarte

20»  Estoy Tan Solo en los Tabernaculos del Mundo

21»  Mi Luz Está Cerca

22»  Quiero el Congreso Eucaristico Mariano

23»  Si No Tienes Fe, No Me Ves

24»  El Amor de Mi Padre se Da Gratuitamente

25»  Existe un Cielo, un Purgatorio y un Infierno

25.1»  Yo Estoy en el Silencio de los Corazones. La Bulla, lo Profano del Mundo, Me Hace Huir

26»  Aprendan a Dejar Todo, Cuando Tengan que Encontrarse Conmigo

27»  Evangelicen con Su Vida Santa

28»  Estoy Tan Lastimado por la Indiferencia del Mundo

29»  Alégrate de Sufrir por Mí

29.1»  Los Amo. ¿Y Ustedes, Me Aman?

30»  ¿Que Es la Palabra sin las Obras?

31»  ¿Por qué se Entregan a Medias?

32»  Ustedes Son Instrumentos de Amor y Misericordia

33»  No Temas Hablar de los Mensajes

34»  ¡Ocúpense de Mi Gloria!

35»  Obsequia una Biblia

36»  Tanto Rocío Ha Bajado del Cielo para Ustedes

37»  No Temas, Yo Estoy Contigo

38»  Textos para un Retiro Espirituale

38.1»  El Respeto Humano

38.2»  Beneficios de las Tribulaciones

38.3»  La Necesidad de Orar

38.4»  Pidan por la Perseverancia

39»  La Voluntad del Señor

40»  Consagración: Los Puros de Corazón Son Mis Hermanos

41»  El Camino del Alma hacia Mí

42»  El Ateísmo Latente

43»  Solo se Entusiasman por lo Tangible

44»  No Me Agradan los Cuestionamientos a Mis Mensajes

44.1»  Difundan la Devoción del Rosario en Bolivia

45»  Quiero Unidad

45.1»  Sigan Mis Huellas

45.2»  Estados Unidos Es un Pais con Demasiados Idolos

46»  Ahora Quiero los Frutos

47»  El Hombre Es el Resultado de Su Pensamiento

48»  Busca un Lugar Tranquilo Donde Hagas una Morada para Mí

49»  Mi Corazón, Sacudido por el Pecado, Suda Sangre

50»  No Puede Seguirme Quien No Toma Mi Cruz con Amor

51»  Si Acusan a Mi Madre, Me Acusan a Mí!

52»  Contemplen la Eucaristía

53»  Entréguenme Su Amor y No Quedará en Ustedes el Deseo de Pecare

54»  Es en lo Más Sencillo y Ordinario donde Reciben Mis Gracias

55»  Yo Pido Devoción, No Vanidad Espiritual

56»  La Sequedad del Alma

57»  El Enojo y la Ira… Desfiguran el Rostro Más Bello

57.1»  Mansedumbre

57.2»  Sean Pacíficos

58»  Yo No Habito en la Bulla; a Mí se Me Encuentra en el Silencio

58.1»  Corazón Humilde

59»  Mi Reino Ya Está en Ustedes

59.1»  Si Pecan, Laméntense

59.2»  Cambien de Vida

60»  Satanás Siempre Actuará Astutamente

61»  Estoy Tan Solo en Mis Sagrarios

62»  Quiero que Hablemos del Cielo

63»  Mi Corazón se Alegra ante la Valentía de Mis Elegidos

64»  ¿Cuál Es la Verdadera Tibieza?

65»  Los que Hoy Sufren, se Unen a Mi Pasión

66»  Aprende a Bendecir a Aquellos que Te Maltratan

67»  Acérquense a Mí

68»  Manantiales de Vida

69»  Ustedes Son Mis Amigos

70»  Lo que Tengo para Ti Es Santo

71»  Silencio y Contemplación

72»  No Soy una Baraja de Naipes

73»  La Oración

74»  Hombres de Poca Fe

75»  Ustedes No Me Conocen

76»  Nadie Es Superior al Otro

77»  Escuchen el Susurro de Mi Espíritu

78»  Adopta Hábitos que se Mantengan Fieles a Mis Palabras

78.1»  Responsabilidad en Tu Pais

78.2»  Falsa Humildad

79»  Hagan Retiros y Ejercicios que los Aproximen a Mí

80»  Paz, Soledad, Contemplación

81»  Cuiden la Puerta del Cielo

82»  El Don de la Oración

83»  Comunidad de Laicos

84»  Cuando el Evangelio Llegue a los Confines del Mundo, Será Posible Mi Segunda Venida

85»  Repartan el Pan

86»  Yo Voy Uniendo a Mi Gente

87»  Traten de Ganar el Mayor Número de Almas

88»  Dialoga con Tu Señor

89»  Aun Tendrás Muchos Sufrimientos

90»  No Sean Ingratos ante Tanta Gracia

91»  Yo No Te Dejo Sola un Momento

92»  Trabajen por Mi Causa

93»  Caridad

93.1»  El Pecado de la Murmuración

93.2»  Mansedumbre

94»  Mi Madre: La Mujer Vestida de Sol

95»  Oración: Hacia un Matrimonio Espiritual

96»  Quien Me Pierde, Pierde Mucho Más que Todo el Mund

97»  Oren por la Verdad

98»  La Contrición Rejuvenece el Alma

99»  Tema de Reflexión: La Caridad

100»  La Verdadera Libertad

101»  Quien Ama Está Dispuesto a Dar y a Recibir

102»  Mensajes Breves

 

38.1» El Respeto Humano

Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org  

PC-38.1 22-Sep-96 (A media noche.) El Señor

1) Quiero hablarles del respeto humano. Yo dije a Mis Apóstoles que permaneciesen fieles durante las persecuciones. Que llegaría un tiempo en que quien los mate, se persuadiría de hacer un obsequio a Dios. Así fue, los enemigos de la fe creían ofrecerme un gran regalo matando a los cristianos. Esto es también lo que hacen hoy día muchos que se llaman cristianos; matan sus almas, perdiendo la gracia del respeto humano por complacer de esta manera a los
amigos del mundo.
¡A cuántos desventurados ha enviado al infierno el respeto humano, que es el mayor enemigo de su salvación! Por eso, ahora voy a instruirlos sobre lo mucho que les importará despreciar los respetos humanos y de cómo deben hacerse superiores a ellos.

2) Cuánto daño causan al mundo los escándalos, ¿verdad? ¡Ay del mundo por razón de los escándalos! Si bien Yo dije, que no por la malicia del hombre es forzoso que haya escándalo, entonces, ¿cómo será posible vivir en el mundo y evitar
escándalos? Efectivamente, no es posible vivir en el mundo sin escándalos. Sin embargo, es posible evitar la familiaridad con los escandalosos para poder oponerse a sus malas costumbres y a sus depravados consejos. De lo contrario, por los respetos humanos, no podrán contradecirlos e imitarán sus malos ejemplos.

3) Escuchen, hijitos. Estos amadores del mundo, no solamente hacen gala de su iniquidad, sino lo que es todavía peor, quieren tener compañeros y se burlan de cuantos viven como verdaderos cristianos, alejándose de los peligros de ofenderme. Este es un pecado que Me desagrada mucho y lo prohibo de un modo especial. En Eclesiástico 8, 6 encontrarán que les digo que no miren con desprecio al hombre que se aleja del pecado y no se lo eches en cara o te burles de él para arrastrarlo a que imite tu vida desordenada. Aparejados están los terribles juicios de Dios para castigar a los mofadores y los mazos para machacar los cuerpos de tales insensatos, en esta y en la otra vida. Ellos se burlan de Mis hijos y Yo Me burlaré de ellos por toda la eternidad en el infierno. Ellos tratan de avergonzar a los Santos ante los hombres mundanos y Yo los haré morir
avergonzados y después los enviaré a vivir entre los
condenados, cercados de eterna ignominia y de tormentos interminables.

4) Es una maldad muy grande la de aquellos que, no sólo no se contentan con ofenderme, sino que quieren también que Me ofendan los demás. Con mucha frecuencia consiguen sus malos designios, porque hallan gran número de almas flojas y débiles que abandonan el bien y abrazan el mal, por no ser
objeto de burla a los malvados.

5) Cuántos de Mis hijos por no oír decir: "¡Mira ese santurrón!" y otras expresiones semejantes que los hagan objeto de burla entre sus malos amigos, imitan sus vicios y desórdenes. Cuántos también, si reciben alguna afrenta, deciden vengarse, no tanto por la pasión de la ira, sino por los respetos humanos; es decir, porque no los tengan por hombres menguados. Cuántos, después de que se les escapó de la boca algún comentario escandaloso, no se desdicen, como
debieran, por no perder el prestigio que tienen entre los demás. Cuántos, por miedo a perder el favor de algún amigo, venden el alma al demonio —como lo hizo Pilato, que Me condenó a muerte por miedo de perder la amistad del Cesar.

6) Sepan, hijitos Míos, que si quieren salvarse, deben
despreciar los respetos humanos y el rubor que puedan acarrearles las burlas que hagan de ustedes Mis enemigos. Porque, como digo en las Escrituras, hay vergüenza que conduce al pecado y hay también vergüenza que acarrea a gloria y la gracia. Lean Eclesiástico 4, 25. Si no quieren sufrir con paciencia esta última, los conducirá al abismo del pecado; pero si la sufren por Mí, merecerán por ella Mi divino amor y, después, una gloria eterna en el Paraíso.

7) Se preguntarán algunos ¿por qué han de perseguirme si yo quiero salvar mi alma? Mas Yo les respondo: que no hay remedio y que es imposible que deje de ser perseguido el que Me sirve, porque los impíos abominan a los que siguen el camino de la salvación. Los que llevan una vida licenciosa
aborrecen a los que viven bien, porque la vida de éstos es una reprensión viva de la mala vida de ellos.

8) El soberbio que quiere vengarse del menor ultraje que recibe, desea que todos se venguen de las afrentas que les hacen; el avaro, que aumenta el dinero a costa de injusticias, quisiera que todos hicieran otro tanto; el bebedor, quisiera que todos se embriagarán como él; el lujurioso, que se jacta de sus obscenidades y cuyas palabras respiran inmundicia, quisiera que todos obrasen y hablasen como él.
Todos esos hombres desordenados califican al que no obra como ellos, de hombre insociable, ruin y grosero, sin honor y sin crédito. Los hombres del mundo no saben hablar sino el lenguaje del mundo. Son unos pobres ciegos, obcecados por el pecado y el mal hábito que les hacen hablar el lenguaje de los demonios.

9) Así, no cabe forjarse ilusiones sobre el particular.
Todos los que quieren vivir virtuosamente, han de padecer persecución del mundo; todos los santos fueron perseguidos.

10) Tal vez dirá alguno: Yo no hago mal a nadie, ¿por qué no han de dejarme en paz? ¿A quién incomodan los santos y mártires si estaban llenos de caridad y amaban a todos los hombres? Así es, a pesar de esto, nadie ignora cómo los trató el mundo: los destrozó con uñas de hierro, los maltrató con hierros candentes y, finalmente, los hizo perecer en los tormentos. Y Yo, ¿a quién hice mal? A pesar de consolar, de sanar, resucitar muertos y redimir a todos a costa de Mi sangre y de Mi vida, el mundo Me maltrató, Me calumnió, Me persiguió hasta hacerme morir entre agonías en el patíbulo más infame e ignominioso, propio solamente de esclavos y de los peores hombres.

11) Pequeña, aprende… Las máximas del mundo son enteramente opuestas a las Mías. Lo que el mundo aprecia, es necedad delante Mío; y el mundo llama necedad a lo que Yo creo digno de aprecio: los trabajos, las enfermedades, los desprecios, los sufrimientos, la ignominia. A quien se avergüense de
Mí en el mundo, Yo le diré: ahora Me avergüenzo Yo, apártate de Mí, maldito, vete al infierno a juntarte con tus compañeros que se avergonzaron de seguir Mi doctrina. A esos hijos les digo: Tú que no quieres ser burla de tus amigos, ¿no te importa el ser odiado por Mí?

12) Deben saber que si no se desprecia al mundo, éste ha de despreciar y envilecer sus almas. Pero, ¿qué es el mundo y todos los bienes que él les ofrece? Todo lo que hay en el mundo, es concupiscencia de la carne y vanos deseos. ¿Qué son los vestidos ricos sino lodo? ¿Qué son los honores sino humo? ¿Qué son los deleites carnales sino inmundicia? Y después, ¿de qué les servirán todas esas cosas si se condenan?
El que Me ama y quiere salvarse debe despreciar al mundo y todos los respetos humanos. Es preciso que cada uno se esfuerce cuanto pueda para conseguir este objeto. Muchos deben violentarse. María Magdalena, para vencer los respetos del mundo cuando se arrojó a Mis pies y en presencia de tanta gente, Me lavó los pies con sus lágrimas y Me los
enjugó con sus cabellos. De este modo, se hizo santa
y mereció que Yo le perdonara sus pecados y alabase
además el gran amor que Me tenía (Lucas 7, 47).

13) Un gran santo, llevaba un día debajo de la capa una olla de comida para los pobres encarcelados; en el camino se encontró con su hijo, montado a caballo pomposamente en compañía de otros. El santo tuvo cierta vergüenza de que viesen lo que llevaba oculto, más ¿qué creen que hizo para vencer este respeto humano? Tomó la olla y se la puso sobre la cabeza para que todos la vieran, burlándose así del mundo. ¿Cuántas burlas recibí Yo? En la Cruz fui burlado
por los soldados que decían: si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. Se burlaban también los Sacerdotes, que decían entre sí: a otros ha salvado y no puede salvarse a sí mismo. Pero a pesar de estas mofas y de que podía haberlos confundido haciendo un milagro, quise terminar Mi vida en la Cruz, enseñándoles a vencer los respetos humanos.

14) Hijos Míos, consuélense, porque cuando los hombres los maldicen y vituperan, entonces es cuando los alabo y bendigo Yo. ¿No les basta ser alabados por Mí, por la Reina del Cielo, por todos los ángeles, por los santos y los justos? Y si esto les basta, dejen que digan lo que quieran los mundanos y sigan dándome gusto, que Yo los premiaré, tanto más en la otra vida en la medida en que se hayan violentado
para despreciar las burlas y contradicciones de los hombres. Cada cual debe portarse como si en el mundo no hubiera más espectadores que Yo y él.
Cuando se burlen de ustedes los impíos, encomiéndenme a esos pobres ciegos que andan perdidos miserablemente y den gracias, que les doy aquella luz que niego a tales desterrados, para que sigan por el camino de la salvación.

15) Ahora, para vencer estos respetos, es necesario que tengan fija en su corazón la santa resolución de preferir Mi gracia a todos los bienes y favores del mundo; que digan, como San Pablo: ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados… ni otra criatura podrá jamás separarnos de la caridad de Dios. Yo los exhorto, a que nada teman de los que pueden quitarles la vida temporal, sino teman al que puede
arrojar al infierno alma y cuerpo. O Me siguen o siguen al mundo. Si Me siguen a Mí, es preciso que abandonen el mundo y sus vanidades, que es lo que decía Elías al pueblo.

16) Mis verdaderos hijos reciben gran placer cuando se ven despreciados y maltratados por el amor que Me tienen. Piensa, bien podía Moisés haberse libertado de la ira del Faraón, dejando correr la fama esparcida de que él era su nieto; pero lo negó públicamente y escogió ser perseguido con los otros hebreos, juzgando que el oprobio por Mí era un
tesoro más grande que todas las riquezas de Egipto.

17) Algunas veces se les presentarán los amigos de nombre y les dirán: ¿Qué extravagancias son esas tan ridículas? ¿Por qué no haces tú lo mismo que los demás? Entonces, deberán responderles: no todos hacen lo que la multitud; hay algunos que llevan una vida santa, pero esos son pocos y no ustedes.
Repliquen con satisfacción: Yo quiero seguir a esos pocos, porque dice el Evangelio: muchos son los llamados, mas pocos los escogidos. También les dirán los falsos amigos: ¿No ves que todos murmuran y se burlan de ti? Entonces les responderán: Me contento con que Dios no se burle de Mí.

18) Cuando sea necesario reprender a esos satélites del demonio, conviene tener valor y reprenderlos sin miramiento alguno. Porque cuando se trata de Mi honor, no debe imponerse la calidad y categoría del que peca, sino que deben decirle con valor: eso es pecado y no debes decirlo.

 

   


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