115» La Reina de la Paz

Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org  

15-Ago-95 El Señor

1) Hijo Mío, recíbeme en el Sacramento Eucarístico y sentirás que Mi presencia te consuela, que te inunda de alegría el alma, que te alienta y anima a ser mejor.

2) Comulga fervorosamente y sentirás que una fuerza sobrenatural te levanta de las cosas materiales terrenas, al deseo de amor, de la virtud y del bien. Y sentirás que una luz de felicidad ilumina tus pasos por la senda de una belleza mucho más hermosa que todas las bellezas sensibles y hacia un mundo mejor que el que puedan ofrecerte los placeres sensuales de este mundo grosero.

3) Allí, si eres soberbio sentirás el deseo de ser humilde. Si eres iracundo y hosco, el amor a la amabilidad y a la mansedumbre. Si eres lujurioso sentirás que Mi sangre apaga el fuego de tu sensualidad...

4) La fe es necesaria para acercarse a Mí, tanto como lo es la vista para captar personas que mas tarde abraza el corazón. Y detrás de esa fe sentirás Mi presencia real, perdonando a los pecadores y santificando a los justos.

5) El fuego quema, pero no quema a distancia, ni cuando la materia no es apta. Igual obra en ti la Sagrada Comunión. Comprende que la acción santificante no es efecto solamente de Mis méritos como en los demás Sacramentos: Soy Yo mismo
quien directamente produce en el alma tales frutos de santidad y vida eterna.

6) Es Mi Madre quien viene preparando la paz al mundo. Cuando Ella termine su misión, Me lo entregará todo y Yo daré la paz al mundo, solamente en aquella hora. ¿Ven porqué es importante seguir los ruegos de María?

7) Oren, hijos Míos: Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu santo, a través de la Santísima Virgen, la Reina de la Paz.

8) El tiempo de la conversión del mundo está escondido. Oren y tengan confianza en Ella. El Padre celestial ha hecho cosas grandes en María. El la bendijo con el poder de una reina y puso en Sus manos la salvación del mundo. La victoria está en Sus manos... Su poder sobre el mundo es una
bendición y una gracia para todas las almas, para todas las naciones. Si no se Le concediera el poder sobre el mundo, éste ya se hubiera hundido en el infierno hace mucho. Su poder es el de una madre sobre sus hijos. Su poder significa el poder sobre todos los ángeles que el Padre celestial ha puesto a Su lado para combatir al demonio y a sus seguidores, cuando venga el momento de Su victoria.

9) Según Mi palabra en el Evangelio, todos los que viven por la espada, a espada perecerán. Hablo de aquellos quienes, en lugar de aceptar Mi voluntad, vagan en los laberintos del mundo estimando más las cosas exteriores que las espirituales, confiando más en su visión oscura que en Mi luz.

10) Hijos Míos, oren mucho, que su caridad cure las llagas de este mundo pervertido.