Octavo Mandamiento.
No levantarás falso testimonio, ni mentir.
“No darás testimonio falso contra tu prójimo”
(Ex 20, 16)
“sea vuestro lenguaje “Si, si”; “No, no”:
que lo que pasa de aquí viene del maligno”
(Mt 5, 37)
» ¿He dicho mentiras? ¿He dicho mentiras con la intención de engañar? (Ef 4, 25).
» ¿He dado un falso testimonio públicamente? (Pr 19, 9)
» ¿He cometido “perjurio”, o sea, he dicho bajo juramento cosas contrarias a la verdad?
» ¿He dañado la reputación de alguien, con actitudes o palabras injustas?
» ¿He enjuiciado (o juzgado) un defecto moral del prójimo, incluso tácitamente, sin tener fundamento suficiente para realizar dicho juicio?
» ¿He cometido “maledicencia”, o sea, que sin razón objetivamente válida, he manifestado los defectos y faltas del prójimo a otras personas que no conocían dichos defectos?(Si 21, 28).
» ¿He calumniado, mediante palabras contrarias a la verdad, dañando la reputación de otros?
» ¿He halagado o adulado –a otra persona–, en la malicia de sus malos actos, y en la perversidad de su conducta, haciéndome cómplice de vicios y pecados graves?
» ¿He faltado contra la verdad por vanagloria o jactancia; o por ironía?
» ¿He faltado, al revelar los secretos profesionales?; ¿O al no guardar las confidencias hechas bajo secreto? (Si 22, 22).
» ¿He escuchado conversaciones contra la voluntad de los que la mantenían? ¿He abierto o leído correspondencia u otros escritos contra la voluntad de sus dueños?
» ¿He hablado mal de los demás; con el pretexto de que me contaron o de que se dice por ahí?