1» Prólogo
Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org
El presente libro recoge el nuevo testimonio personal de Catalina Rivas, publicado y compartido ahora con un doble propósito: el de transmitir al lector una profunda perspectiva acerca de la Adoración al Cristo Eucarístico -Misterio Vivo de nuestra Redención-, y el de invitarle a meditar
sobre la infinidad de gracias que el alma recibe ante la
sola presencia de Jesús Sacramentado.
"El culto que se da a la Eucaristía fuera de la Misa es de un
valor inestimable en la vida de la Iglesia." -nos decía Juan Pablo II en la Encíclica Ecclesia de Eucaristía; para
más adelante agregar, con su emotivo, profundo y
personalísimo tono:
"Es hermoso estar con Él y, reclinados sobre su pecho
como el discípulo predilecto (Cfr. Jn 13, 25), palpar el
amor infinito de su corazón.
Si el cristianismo ha de distinguirse en nuestro tiempo
sobre todo por el «arte de la oración», ¿cómo no sentir
una renovada necesidad de estar largos ratos en
conversación espiritual, en adoración silenciosa, en
actitud de amor, ante Cristo presente en el Santísimo
Sacramento? ¡Cuántas veces, mis queridos hermanos y
hermanas, he hecho esta experiencia y en ella he
encontrado fuerza, consuelo y apoyo!" (Juan Pablo II:
Ecclesia de Eucaristía, Nº 25).
¿Quién de nosotros podría decir que no necesita de la
fuerza, del apoyo... y muchas veces del consuelo de
Dios...? Y sin embargo, qué difícil pareciera
resultarnos acudir directamente a Él cuando los
problemas nos agobian, ¡y cuánto más arduo todavía
el acercarnos para decirle simplemente "gracias",
cuando todo va bien...!
En las páginas que siguen, encontraremos un cúmulo
de riquezas espirituales, ofrecidas con amor a través
de los diálogos, las locuciones, las visiones y las
reflexiones propias de la escritora.
"Cuando ustedes Me contemplan en la Eucaristía, sus ojos
Me tocan ya, con una sola mirada, llenos de amor, de fe, y
entran inmediatamente en Comunión Conmigo" -nos dice
Jesús a través de estos escritos y añade luego:
"Es en el Sagrario y en la Custodia santa donde los espero,
para hacerles participar de la celebración de la Gloria de Mi
Padre, para que reciban las llamas del Santo Espíritu; para
hablar con voces amorosas del Cielo que les espera, del
Amor que les espera, de la felicidad que les prometo y les
doy."
"La primera realidad de la fe eucarística es el misterio
mismo de Dios, el amor trinitario." -nos expresa Su
Santidad, Benedicto XVI- "En la Eucaristía, Jesús no nos
da «algo», sino a sí mismo; ofrece su cuerpo y derrama su
sangre. Entrega así toda su vida, manifestando la fuente
originaria de este amor divino.
…Se trata de un don absolutamente gratuito, que se debe
sólo a las promesas de Dios, cumplidas por encima de toda
medida [...] El «misterio de la fe» es misterio del amor
trinitario, en el cual, por gracia, estamos llamados a
participar. Por tanto, también nosotros hemos de exclamar
con san Agustín: «Ves la Trinidad si ves el amor»."
(Bendicto XVI: Exhortación Apostólica Sacramentum
Caritatis. Nº 7 y 8)
Sabemos que la fe es un don inefable de Dios, pero
también hemos alcanzado a comprender,
particularmente quienes no tuvimos ese don por un
largo tiempo a través de nuestras vidas, que se trata
de un regalo que el Señor está ansioso por distribuir
entre todos sus hijos. ¡Sólo
hay que saber pedírselo!
Los católicos creemos que Cristo es el Pan bajado del
Cielo, y lamentamos con profundo y auténtico amor
ecuménico su ausencia sacramental entre las iglesias
cristianas de diferentes denominaciones, pero apenas
vamos comprendiendo que ese Pan no se quedó entre
nosotros sólo "para ser comido".
Decía San Agustín "Nadie come de esta carne sin antes
adorarla [...], pecaríamos si no la adoráramos" (Cfr.
Enarrationes in Psalmos 98,9 CCL XXXIX 1385).
En el mismo acápite en el que el Sumo Pontífice
recoge esta cita en su Exhortación Apostólica,
concluye diciéndonos: "La adoración fuera de la santa
Misa prolonga e intensifica lo acontecido en la misma
celebración litúrgica [...] 'sólo en la adoración puede
madurar una acogida profunda y verdadera. Y
precisamente en este acto personal de encuentro con el
Señor madura luego también la misión social contenida en
la Eucaristía, y que quiere romper las barreras no sólo entre
el Señor y nosotros, sino también y sobre todo las barreras
que nos separan a los unos de los otros'." (S. C., Nº 66)
Esperamos, apreciado lector, que en esta obra puedas
encontrar la motivación suficiente para romper tú con
esas barreras, a través de la adoración frecuente al
Cristo Eucarístico que cada día nos aguarda,
rebosante de ternura, en todos los Sagrarios del
mundo.
Agradecidos a Dios por el regalo infinito del Cuerpo
y la Sangre de Cristo, quienes tenemos ahora el
agrado de editar este pequeño libro, le pedimos con fe
y esperanza al Señor de la Vida que su lectura te
ayude a encontrarte más seguido con Él, para que -al
igual que el Apóstol Juan y Juan Pablo II-, puedas con
gozo "palpar el amor infinito de su corazón" mientras lo
contemplas en la Sagrada Hostia, cautivo de su
propio amor por ti y por el género humano.
Apostolado de la Nueva Evangelización (ANE)