Capítulo 2: Un poco de historia
- Año Santo o jubilar -
Entre los católicos, año privilegiado en que los peregrinos que acuden a Roma se benefician de una indulgencia plenaria.
El primer año santo se celebró en 1300, proclamado por Bonifacio VIII (Anagni, c. 1235-Roma, 1303) Papa (1294-1303), el 2 de febrero de ese mismo año.
El Papa puede promulgar otros por motivos especiales.
Desde entonces se han celebrado 125 jubileos 25 ordinarios y 100 extraordinarios, que pueden ser universales, particulares o locales.
Tienen lugar a intervalos regulares (cada 100 años bajo Bonifacio VIII, cada 50 años bajo Clemente VI y Nicolás V, cada 25 años desde Pablo II). Su duración es de un año, de una Navidad a otra.
Comienzas en Roma con la apertura de la puerta Santa. Los fieles deben visitar las basílicas de San Pedro y San Pablo desde Bonifacio VIII, también la de Letrán a partir de Clemente VI, y Santa María la Mayor desde Gregorio IX; deben arrepentirse y confesarse y rezar por las intenciones del Papa.
Las visitas debían hacerse durante treinta días continuos o intercalados por los romanos y quince días por los no romanos.
León XIII redujo esos días a veinte y diez respectivamente.
Pío XII estableció una sola visita. Pablo VI ordenó que al Jubileo de 1975 le precediera un año de preparación.
Juan Pablo II ha dispuesto para el 2000 una fase antepreparatoria (1994-96) y otra preparatoria (1997-99) y ha establecido que el mismo tenga lugar simultáneamente en Tierra Santa, en Roma y en las demás Iglesias locales.