Thursday April 18,2024
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EL EVANGELIO
COMO ME HA SIDO REVELADO


El Evangelio como me ha sido revelado

Autor: María Valtorta

« PARTE 4 de 7 »

TERCER AÑO DE LA
VIDA PUBLICA DE JESUS

Partes: [ 1 ] [ 2 ] [ 3 ]
[ 4 ] [ 5 ] [ 6 ] [ 7 ]



313. Preparativos para salir de Nazaret, después de la visita de Simón de Alfeo con su familia. Durante el tercer año,
Jesús será el Justo

314. La cena en la casa de Nazaret. La dolorosa partida

315. El viaje hacia Yiftael y las reflexiones de Juan de Endor

316. Jesús se despide de Juan
de Endor y de Síntica

317. La oración de Jesús por la salvación de Judas Iscariote

318. En barca de Tolemaida
a Tiro

319. Partida de Tiro en la nave del cretense Nicomedes

320. Prodigios en la nave en medio de una tempestad

321. Arribo a Seleucia.
Se despiden de Nicomedes

322. Partida de Seleucia en un carro y llegada a Antioquía

323. La visita a Antigonio

324. Las pláticas de los ocho apóstoles antes de dejar Antioquía. El adiós a Juan de Endor y a Síntica

325. Los ocho apóstoles se reúnen con Jesús
cerca de Akcib

326. Un alto en Akcib

327. En los confines de Fenicia. Palabras de Jesús sobre la igualdad de los pueblos.
Parábola de la levadura

328. En Alejandrocena donde los hermanos de Hermiona

329. En el mercado de Alejandrocena. La parábola
de los obreros de la viña

330. Santiago y Juan "hijos del trueno". Hacia Akcib
con el pastor Anás

331. La fe de la mujer cananea y otras conquistas. Llegada a Akcib

332. La sufrida separación de Bartolomé, que con Felipe
vuelve a unirse al Maestro

333. Con los diez apóstoles
hacia Sicaminón

334. También Tomas y Judas Iscariote se unen de nuevo al grupo apostólico

335. La falsa amistad de Ismael ben Fabí, y el hidrópico
curado en sábado

336. En Nazaret con cuatro apóstoles. El amor de Tomás
por María Santísima

337. El sábado en Corazín. Parábola sobre los corazones imposibles de labrar. Curación
de una mujer encorvada

338. Judas Iscariote pierde el poder de milagros.
La parábola del cultivador

339. La noche pecaminosa
de Judas Iscariote

340. El enmendamiento de Judas Iscariote y el choque con los rabíes junto al sepulcro de Hil.lel

341. La mano herida de Jesús. Curación de un sordomudo en los confines sirofenicios

342. En Quedes. Los fariseos piden un signo.
La profecía de Habacuc

343. La levadura de los fariseos. El Hijo del hombre.
El primado a Simón Pedro

344. Encuentro con los discípulos en Cesárea de Filipo y explicación de la sedal de Jonás

345. Milagro en el castillo
de Cesárea Paneas

346. Primer anuncio de la Pasión y reprensión a Simón Pedro

347. En Betsaida. Profecía sobre el martirio de los Apóstoles y curación de un ciego

348. Manahén da algunas noticias acerca de Herodes Antipas, y desde Cafarnaúm va con Jesús a Nazaret. Revelación de las transfiguraciones
de la Virgen

349. La Transfiguración en el monte Tabor y el epiléptico curado al pie del monte. Un comentario para los predilectos

350. Lección a los discípulos sobre el poder de vencer
a los demonios

351. El tributo al Templo pagado con la moneda hallada
en la boca del pez

352. Un convertido de María de Magdala. Parábola para el pequeño Benjamín y lección sobre quién es grande
en el reino de los Cielos

353. La segunda multiplicación de los panes y el milagro de la multiplicación de la Palabra

354. Jesús habla sobre el Pan del Cielo en la sinagoga
de Cafarnaúm

355. El nuevo discípulo Nicolái de Antioquía y el segundo anuncio de la Pasión

356. Hacia Gadara. Las herejías de Judas Iscariote y las renuncias de Juan,
que quiere sólo amar

357. Juan y las culpas de Judas Iscariote. Los fariseos y la cuestión del divorcio

358. En Pel.la. El jovencito Yaia y la madre de Marcos de Josías

359. En la cabaña de Matías cerca de Yabés Galaad

360. El malhumor de los apóstoles y el descanso en una gruta. El encuentro
con Rosa de Jericó

361. Los dos injertos que transformarán a los apóstoles. María de Magdala advierte a Jesús de un peligro. Milagro ante la riada del Jordán

362. La misión de las "voces" en la Iglesia futura. El encuentro con la Madre y las discípulas

363. En Rama, en casa de la hermana de Tomás. Jesús habla sobre la salvación.
Apóstrofe a Jerusalén

364. En el Templo. Oración universal y parábola del hijo verdadero y los hijos bastardos

365. Judas Iscariote insidia la inocencia de Margziam. Un nuevo discípulo, hermano de leche de Jesús. En Betania, en la
casa de Lázaro, enfermo

366. Anastática entre las discípulas. Las cartas de Antioquía

367. El jueves prepascual. Preparativos en el Getsemaní

368. El jueves prepascual. En Jerusalén y en el Templo

369. El jueves prepascual. Parábola de la lepra de las casas

370. El jueves prepascual. En el convite de los pobres en el palacio de Cusa

371. El jueves prepascual. Por la noche en el palacio de Lázaro

372. El día de la Parasceve. Despertar en el palacio de Lázaro

373. El día de la Parasceve.
En el Templo

374. El día de la Parasceve. Por las calles de Jerusalén y en el barrio de Ofel

375. La cena ritual en casa de Lázaro y el banquete sacrílego en la casa de Samuel

376. Lección sobre la obra salvífica de los santos, y condena al Templo corrompido

377. Parábola del agua y del junco para María de Magdala, que ha elegido la mejor parte

378. La parábola de los pájaros, criticada por unos judíos enemigos que tienden una trampa

379. Una premonición del
apóstol Juan

380. El amor de los apóstoles, de la contemplación a la acción

381. La parábola del administrador infiel y sagaz. Hipocresía de los fariseos y conversión de un esenio

382. Un alto en casa de Nique

383. Discurso sobre la muerte junto al vado del Jordán

384. El anciano Ananías, guardián de la casita de Salomón

385. Parábola de la encrucijada y milagros cerca del pueblo
de Salomón

386. Hacia la orilla occidental
del Jordán

387. En Guilgal. El mendigo Ogla y los escribas tentadores. Los apóstoles comparados con las doce piedras del
prodigio de Josué

388. Exhortación a Judas Iscariote, que irá a Betania
con Simón Zelote.

389. Llegada a Engadí con
diez apóstoles

390. La fe de Abraham de Engadí y la parábola de la semilla
de palma

391. Curación del leproso Eliseo de Engadí

392. La hostilidad de Masada, ciudad-fortaleza

393. En la casa de campo de María de Keriot

394. Parábola de las dos voluntades y despedida de los habitantes de Keriot

395. Las dos madres infelices de Keriot. Adiós a la madre de Judas

396. En Yuttá, con los niños. La mano de Jesús obradora
de curaciones

397. Despedida de los fieles
de Yuttá

398. Palabras de despedida en Hebrón. Los delirios
de Judas Iscariote

399. Palabras de despedida en Betsur. El amor materno de Elisa

400. En Béter, en casa de Juana de Cusa, la cual habla del daño provocado por Judas Iscariote ante Claudia

401. Pedro y Bartolomé en Béter por un grave motivo.
Éxtasis de la escritora

402. Judas Iscariote se siente descubierto durante el discurso de despedida en Béter

403. Una lucha y victoria espiritual de Simón de Jonás

404. En camino hacia Emaús
de la llanura

405. Descanso en un henil y discurso a la entrada de Emaús de la llanura. El pequeño Miguel

406. En Joppe. Palabras inútiles a Judas de Keriot y diálogo sobre el alma con algunos Gentiles

407. En los campos de Nicodemo. La parábola de los dos hijos

408. Multiplicación del trigo en los campos de José de Arimatea

409. El drama familiar del Anciano Juan

410. Provocaciones de Judas Iscariote en el grupo apostólico

411. Una lección extraída de la naturaleza y espigueo milagroso para una viejecita. Cómo ayudar a quien se enmienda

412. Elogio del lirio de los valles, símbolo de María. Pedro se sacrifica por el bien de Judas

413. Llegada a Jerusalén para la fiesta de Pentecostés y disputa con los doctores del Templo

414. Invectiva contra fariseos y doctores en el convite en casa
del Anciano Elquías

415. Un alto en el camino
en Betania

416. Un mendigo samaritano en el camino de Jericó

417. Historia de Zacarías el leproso y conversión
de Zaqueo el publicano

418. Curación del discípulo José, herido en la cabeza y recogido en la casita de Salomón

419. Curaciones en un pueblecito de la Decápolis. Parábola del escultor y de las estatuas

420. Curación de un endemoniado completo. La vocación de la mujer al amor

421. El endemoniado curado, los fariseos y la blasfemia contra
el Espíritu Santo

422. El Iscariote, con sus malos humores, ocasiona la lección sobre los deberes
y los siervos inútiles

423. Partida del Iscariote, que ocasiona la lección sobre
el amor y el perdón

424. Pensamientos de gloria y martirio ante la vista de la costa mediterránea

425. En Cesárea Marítima. Romanos mundanos y parábola de los hijos con destinos distintos

426. Con las romanas en Cesárea Marítima. Profecía en Virgilio.
La joven esclava salvada

427. Bartolomé instruye
a Áurea Gala

428. Parábola de la viña y del viñador, figuras del alma y del libre albedrío

429. Con Judas Iscariote en la llanura de Esdrelón

430. El nido caído y el escriba cruel. La letra y el espíritu
de la Ley

431. Tomás prepara el encuentro de Jesús con los campesinos
de Jocanán

432. Con los campesinos
de Jocanán, cerca de Sefori

433. Llegada a Nazaret. Alabanzas a la Virgen.
Curación de Áurea

434. Trabajos manuales en Nazaret y parábola
de la madera barnizada

435. Comienzo del tercer sábado en Nazaret y llegada de Pedro con otros apóstoles

436. En el huerto de Nazaret, revelado a apóstoles y discípulas el precio de la Redención

437. Coloquio
de Jesús con su Madre

438. María Santísima con María de Alfeo en Tiberíades, donde Valeria. Encuentro con Judas Iscariote

439. María Santísima enseña a Áurea a hacer la voluntad de Dios

440. Otro sábado en Nazaret. Obstinación de José de Alfeo

441. Partida de Nazaret. Un incendio de brezos durante el viaje viene a ser el tema de una parábola

442. Judas Iscariote en Nazaret en casa de María

443. La muerte del abuelo de Margziam

444. Las dotes de Margziam. Lección sobre la caridad, sobre la salvación, sobre los méritos del Salvador

445. Dos parábolas durante una tormenta en Tiberíades. Llegada de Maria Stma., e impenitencia de Judas Iscariote

446. Llegada a Cafarnaúm en medio de un cálido recibimiento

447. En Cafarnaúm unas palabras de Jesús sobre la misericordia y el perdón no encuentran eco

448. Encuentro de barcas en el lago y parábola sugerida por Simón Pedro

449. El pequeño Alfeo desamado de su madre

450. Milagros en el arrabal cercano a Ippo y curación del leproso Juan

451. Discurso en el arrabal cercano a Ippo sobre los deberes de los cónyuges y de los hijos

452. El ex leproso Juan se hace discípulo. Parábola de los diez monumentos

453. Llegada a Ippo y discurso en pro de los pobres. Curación de un esclavo paralítico

454. María Santísima y su amor perfecto. Conflicto de Judas Iscariote con el pequeño Alfeo

455. La Iglesia es confiada a la maternidad de María. Discurso, al pie de Gamala, en pro
de unos forzados

456. Despedida de Gamala y llegada a Afeq. Advertencia a la viuda Sara y milagro en su casa

457. Discurso en Afeq, tras una disputa entre creyentes y no creyentes. Sara se hace discípula

458. Una curación espiritual en Guerguesa y lección sobre
los dones de Dios

459. El perdón a Samuel de Nazaret y lección sobre
las malas amistades

460. Fariseos en Cafarnaúm con José y Simón de Alfeo. Jesús y su Madre preparados
para el Sacrificio

461. Confabulación en casa de Cusa para elegir a Jesús rey. El griego Zenón y la carta de Síntica con la noticia de la muerte de Juan de Endor

462. Discurso y curaciones en las fuentes termales de Emaús
de Tiberíades

463. En Tariquea. Cusa, a pesar del discurso sobre la naturaleza del reino mesiánico, invita a Jesús a su casa. Conversión de una pecadora

464. En la casa de campo de Cusa, intento de elegir rey a Jesús. El testimonio
del Predilecto

465. En Betsaida para un encargo secreto a Porfiria. Apresurada partida de Cafarnaún

466. Un alto en la casa de los ancianos cónyuges Judas y Ana

467. Parábola de la distribución de las aguas. Perdón condicionado para el campesino Jacob. Advertencias a los apóstoles camino de Corazín

468. Un episodio de enmendamiento de Judas Iscariote, y otros que
ilustran su figura

469. Despidiéndose de los pocos fieles de Corazín

470. Lección a una suegra sobre los deberes del matrimonio

471. Encuentro con el levita José, llamado Bernabé, y lección
sobre Dios-Amor

472. Solicitud insidiosa de un juicio acerca de un hecho ocurrido en Yiscala

473. Curación de un niño ciego de Sidón y una lección
para las familias

474. Una visión que se pierde en un arrobo de amor

475. Abel de Belén de Galilea pide el perdón para sus enemigos

476. Lección sobre el cuidado de las almas y perdón a los dos pecadores castigados con la lepra

477. Coloquio de Jesús con su Madre en el bosque de Matatías. Los sufrimientos morales
de Jesús y María

478. Coloquio de Jesús con José y Simón de Alfeo, que van a la fiesta de los Tabernáculos

479. Con Juan al pie de la torre de Yizreel en espera de los campesinos de Jocanán

480. Parten de Yizreel tras la visita nocturna de los campesinos de Jocanán

481. Llegada a Enganním. Maquinaciones de Judas Iscariote para impedir una trama
de los fariseos

482. En camino con un pastor samaritano que ve
premiada su fe

483. Polémica de los apóstoles sobre el odio de los judíos. Los diez leprosos curados en Samaria

484. Alto obligado en las cercanías de Efraím y parábola de la granada

485. Jesús llega con los apóstoles a Betania, donde ya están algunos discípulos con Margziam

486. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Reino

487. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Discurso sobre la naturaleza del Cristo

488. En el Templo para la fiesta de los Tabernáculos. Partida secreta hacia Nob después
de la oración

489. En Nob. Parábola del rey no comprendido por sus súbditos. Jesús calma el viento

490. En el campo de los Galileos con los primos apóstoles y encuentro con el levita Zacarías

491. TEn el Templo el último día de la fiesta de los Tabernáculos. Sermón sobre el Agua viva

492. En Betania se evoca la memoria de Juan de Endor

493. Jesús habla cabe la fuente de En Royel, lugar en que hicieron un alto los tres Sabios

494. La mujer adúltera y la hipocresía de sus acusadores

495. Jesús instruye acerca del perdón de los pecadores, y se despide de sus discípulos en el camino de Betania

496. Un alto en la casita de Salomón. Improvisa turbación
de Judas Iscariote.

497. Simón Pedro atraviesa una hora de abatimiento

498. Exhortación a Judas Tadeo y a Santiago de Zebedeo después de una discusión
con Judas Iscariote

499. Fuga de Esebón y encuentro con un mercader de Petra

500. Reflexiones de Bartolomé y Juan después de un retiro
en el monte Nebo

501. Parábola de los hijos lejanos. Curación de dos hijos ciegos del hombre de Petra

502. Otro abatimiento en Pedro. Lección sobre las posesiones (divinas y diabólicas)

503. Los apóstoles indagan acerca del Traidor. Un saduceo y la infeliz mujer de un nigromante. Saber distinguir lo sobrenatural de lo oculto

504. Margziam preparado para la separación. Regreso a la aldea de Salomón y muerte de Ananías

505. En el Templo, una gracia obtenida con la oración incesante y la parábola del juez y la viuda

506. En el Templo, oposición al discurso que revela que Jesús
es la Luz del mundo

507. El gran debate con los judíos. Huyen del Templo con la ayuda del levita Zacarías

508. Juan será la luz de Cristo hasta el final de los tiempos. El pequeño Marcial-Manasés acogido por José de Seforí

509. El anciano sacerdote Matán acogido con los apóstoles y discípulos que han huido
del Templo

510. La curación de un ciego
de nacimiento

511. En la casa de Juan de Nob, otra alabanza a la Corredentora. Embustes de Judas Iscariote

512. Profecía ante un pueblo destruido

513. En Emaús Montana, una parábola sobre la verdadera sabiduría y una advertencia
a Israel

514. Consejos sobre la santidad a un joven indeciso. Reprensión a los habitantes de Bet-Jorón después de la curación de un romano y una judía

515. Las razones del dolor salvífico de Jesús. Elogio de la obediencia y lección sobre
la humildad

516. En Gabaón, milagro del mudito y elogio de la sabiduría como amor a Dios

517. Hacia Nob. Judas Iscariote, tras un momento polémico, reconoce su error

518. En Jerusalén, encuentro con el ciego curado y palabras que revelan a Jesús como
buen Pastor

519. Inexplicable ausencia de Judas Iscariote y alto en Betania, en casa de Lázaro

520. Conversaciones en torno a Judas Iscariote, ausente. Llegada a Tecua con el anciano Elí-Ana

521. En Tecua, Jesús se despide de los habitantes del lugar y del anciano Elí-Ana

522. Llegada a Jericó. El amor terreno de la muchedumbre y el amor sobrenatural del
convertido Zaqueo

523. En Jericó. La petición a Jesús de que juzgue a una mujer. La parábola del fariseo y el publicano tras una comparación entre pecadores y enfermos

524. En Jericó. En casa de Zaqueo con los pecadores convertidos

525. El juicio sobre Sabea
de Betlequí

526. T526 Curaciones cerca del vado de Betabara y discurso en recuerdo de Juan el Bautista

527. Desconocimiento y tentaciones en la naturaleza humana de Cristo

528. En Nob. Consuelo materno de Elisa y regreso inquietante de Judas Iscariote

529. Enseñanzas a los apóstoles mientras realizan trabajos manuales en casa de Juan de Nob

530. Otra noche de pecado de Judas Iscariote

531. En Nob, enfermos y peregrinos venidos de todas partes. Valeria y el divorcio. Curación del pequeño Leví

532. Preparativos para las Encenias. Una prostituta enviada a tentar a Jesús, que deja Nob

533. Hacia Jerusalén con
Judas Iscariote

534. Enseñanzas y curaciones en la sinagoga de los libertos romanos. Un encargo
para los gentiles

535. Judas Iscariote llamado
a informar a casa de Caifás

536. Curación de siete leprosos y llegada a Betania con los apóstoles ya reunidos. Marta y María preparadas por Jesús
a la muerte de Lázaro

537. En el Templo en la fiesta de la Dedicación, Jesús se manifiesta a los judíos, que intentan apedrearle

538. Jesús, orante en la gruta de la Natividad, contemplado por los discípulos ex pastores

539. Juan de Zebedeo se acusa de culpas inexistentes

540. La Madre confiada a Juan. Encuentro con Manahén y lección sobre el amor a los animales. Conclusión del tercer año

 

315- El viaje hacia Yiftael y las reflexiones
de Juan de Endor


Debe haber llovido toda la noche. Pero con el alba ha venido un viento seco que ha repelido las nubes hacia el sur, más allá de las colinas de Nazaret. Por ello, un tímido sol invernal se atreve a asomarse y a encender con su rayo un diamante en cada hoja de los olivos; mas es vestido de gala que pronto pierden, porque el viento agita sus frondas y las desnuda, y parecen llorar esquirlas de diamante que se desvanecen entre la hierba aljofarada o en el camino lodoso.

Pedro, con la ayuda de Santiago y Andrés, prepara carro y burro. No se ve a los otros todavía. Luego salen uno tras otro quizás de una cocina (porque dicen a los tres que ya estaban fuera:

-Id ahora vosotros a tomar algo -y los tres entran, para salir poco después, esta vez con Jesús.

-He vuelto a poner la cubierta, por el viento -explica Pedro. Si estás decidido a ir a Yiftael, tendremos de frente el viento... y punza. No comprendo por qué no cogemos el camino que va a Sicaminón, luego el del litoral... Es más largo, pero menos escabroso.

¿Has oído lo que decía ese pastor al que he logrado tirar de la lengua? Ha dicho: "Yotapata, durante los meses de invierno, queda aislada.

Sólo hay un camino para llegar a ella. Y no se va con corderos, no... No se debe llevar nada en las espaldas, porque hay pasos que se salvan más con las manos que con los pies... Y los corderos no pueden nadar...

Hay dos ríos, llenos muchas veces, y hasta el propio camino es un torrente que corre por un fondo de rocas. Yo voy allí después de los Tabernáculos, y en plena primavera, y vendo bien, porque entonces la gente se aprovisiona para meses". Eso ha dicho... Y nosotros... con este cacharro... (y da una patada a la rueda del carrito)... y con este burro... ¡Mmmm!...

-El camino que va de Sefori a Sicaminón era mejor. Pero lo utiliza mucha gente... Recuerda que conviene no dejar rastro de Juan...

-El Maestro tiene razón. Podríamos encontrar incluso a Isaac con otros discípulos... ¡Y en Sicaminón ya no digamos!... ­observa el Zelote.
-Pues nada... vamos...

-Voy a llamar a esos dos... -dice Andrés.
Y mientras Andrés hace esto Jesús se despide de una anciana y de un niño, que salen de un aprisco con unos cubos de leche. Llegan también unos pastores, barbados. Jesús les agradece la hospitalidad ofrecida en la noche de lluvia.

Juan y Síntica ya están en el carro, que ahora, guiado por Pedro, emboca el camino. Jesús acelera el paso para seguirlo; a su lado el Zelote y Mateo; detrás de Él, Andrés, Santiago, Juan y los dos hijos de Alfeo.

El viento corta la cara e hincha los mantos. La cobertura extendida sobre los arcos del carro cruje como una vela, a pesar de que la lluvia de la noche la haya hecho más pesada.

-¡Bueno, hombre, pues se secará pronto! -susurra Pedro mirándola -¡Basta con que a este pobre hombre no se le sequen los pulmones!... Espera, Simón de Jonás... Se hace así -Y para el burro, se quita el manto, sube al carro y arropa muy bien a Juan.

-¿Pero por qué? Ya tengo el mío...
-Porque yo, tirando del asno, tengo ya tanto calor como si estuviera en un horno de pan. Y además estoy habituado a estar desnudo en la barca, y cuanto más tormenta más desnudo. El frío es para mí un acicate y me hace más ágil.

¡Venga, arrópate bien! María me ha dado en Nazaret tantas recomendaciones, tantas, que, si te pones malo, no voy a poder presentarme a ella jamás...

Baja del carro y coge otra vez los ramales e incita al asno para que camine. Pero pronto debe pedir ayuda a su hermano y a Santiago, para ayudar al burro a salir de un sitio cenagoso en que se ha hundido la rueda. Y así van, empujando por turnos el carro para facilitar la labor al burro, que hinca sus robustas patas en el fango y tira -¡pobre animal! -, resoplando afanoso y espurreando ávido (es que Pedro lo estimula a caminar ofreciéndole unos pedazos de pan y unos tronchos de manzana, que le concede sólo cuando hacen un alto en el camino).

-Eres un engañador, Simón de Jonás -dice bromeando Mateo, que observa la maniobra.

-No. Aplico con dulzura al animal a su deber. Si no hiciera esto, tendría que usar la tralla, y eso me duele. Si no pego a la barca cuando hace caprichos, y es de madera, ¿por qué debería pegar a éste, que es de carne? Ahora mi barca es éste... está en el agua... ¡vaya que si está en el agua! Por tanto, lo trato como a la barca. ¡Yo no soy Doras, eh! ¿Sabéis que quería llamarlo Doras, antes de comprarlo? Pero luego oí su nombre y me gustó. Se lo he dejado...

-¿Cómo se llama? -preguntan curiosos.
-¡Adivinad! -y Pedro se ríe bajo su barba.
Salen los más extraños nombres, y los de los más cafres fariseos o saduceos, etc. etc. Pero Pedro siempre menea su cabeza... Se dan por vencidos.

-¡Se llama Antonio! ¿No es un nombre bonito? ¡Ese maldito romano! ¡Se ve que el griego que me lo vendió también tenía sus resentimientos contra Antonio!

Todos ríen, mientras Juan de Endor explica:
-Será uno de los que obtuvo la libertad previo pago de una talla, después de la muerte de César. ¿Es viejo?
-Tendrá setenta años... y debe haber hecho todos los tipos de trabajos... Ahora tiene un hospedaje en Tiberíades...

Llegan al trivio de Sefori con el camino de Nazaret
Tolemaida. Nazaret-Sicaminón, Nazaret-Jotapata (hago la observación de que la J la pronuncian como una "ye" muy sonora). El hito consular tiene escritas las tres indicaciones de Tolemaida, Sicaminón y Yotapata.

-¿Entramos en Sefori, Maestro?

-Es inútil. Vamos a Yiftael. Sin detenernos. Comeremos mientras andamos. Es preciso estar allí antes de que anochezca.

Marchan y marchan, atravesando dos torrentillos bien cargados, afrontando las primeras pendientes de un sistema de montes en dirección norte-sur, pero que forman al norte un nudo escabroso que luego se resuelve hacia el este.

-Allí está Yiftael -dice Jesús.
-No veo nada -observa Pedro.

-Está a septentrión. Por la parte nuestra hay pendientes a pico, y lo mismo a oriente y a poniente.

-De modo que hay que rodear todo aquel monte, ¿no?
-No. Hay un camino junto al monte más alto, al pie de él, en el valle. Acorta mucho, aunque es un camino muy empinado.
-¿Has estado allí alguna vez?
-No. Pero lo sé.

¡Verdaderamente es un camino empinado! Tanto que, llegados a él se sienten desfallecer: parece como si uno, de tanto como se reduce la luz en el fondo de este valle, tan horrendo y escarpado que me hace pensar en las dantescas simas del octavo círculo, descendiera veloz al encuentro de la noche. Es un camino verdaderamente ahondado en el volumen rocoso; tan lleno de desniveles, que está dispuesto casi en escalones; un camino estrecho, agreste, encajado entre un torrente rabioso y una pendiente aún más rabiosa, que continúa, con empinada subida, hacia el norte.

La luz aumenta a medida que se sube, pero, como contrapartida, aumenta también el cansancio; tanto que aligeran de los talegos personales el carro, y baja también Síntica para que el carrito vaya lo más ligero posible.

Juan de Endor, que después de aquellas pocas palabras no había vuelto a abrir la boca sino para toser, querría bajarse también. No se lo conceden, así que se queda donde estaba, mientras todos empujan el carro y tiran del asno, y sudan cada vez que hay un desnivel. Pero ninguno se queja. A1 contrario, todos tratan de mostrarse satisfechos del ejercicio para no humillar a los dos por los que lo hacen (los cuales ya más de una vez han expresado su pesar por este esfuerzo).

El camino hace un ángulo recto, y luego otro ángulo, más corto, que termina en una ciudad acoclada en lo alto de una ladera, o empinada que, como dice Juan de Zebedeo, da la impresión de que vaya a deslizarse hacia abajo con sus casas.

-Sin embargo, es muy sólida. Todo un bloque con la roca.
-Como Ramot entonces... -dice Síntica recordándose.
-Más todavía. Aquí la roca es parte de las casas, no sólo base de ellas. Recuerda más a Gamala. ¿Os acordáis?
-Sí, y también de aquellos cerdos... -dice Andrés.
-De allí justamente partimos para Tariquea, el Tabor y Endor...-recuerda Simón Zelote.

-Estoy destinado a daros recuerdos penosos y grandes trabajos... -suspira Juan de Endor.

-¡De ninguna manera! Tú nos has dado una amistad fiel. Nada más, amigo -dice impetuosamente Judas de Alfeo. Y todos se unen a él para confirmar más claramente.
-De todas formas... alguno no me ha amado... Ninguno me lo dice... Pero yo sé meditar, sé reunir en un solo cuadro los hechos diseminados. Esta partida, no, no estaba prevista, y la decisión no es espontánea...

-¿Por qué hablas así, Juan? -pregunta dulcemente afligido Jesús.

-Porque es verdad. Alguno no me ha aceptado. He sido elegido yo, no otros, ni siquiera los grandes discípulos, para ir lejos.
-¿Y entonces Síntica? -pregunta Santiago de Alfeo entristecido por esta luz que viene a la mente del hombre de Endor.

-Síntica viene para no trasladarme a mí solo... para celarme compasivamente la verdad...

-¡No, Juan!...

-Sí, Maestro. Fíjate, podría hasta decirte el nombre de mi torturador. ¿Sabes dónde lo leo? ¡Me basta mirar a estas ocho personas buenas para leerlo! ¡Me basta reflexionar en la ausencia de los otros para leerlo! El hombre por quien Tú me encontraste es el mismo que quisiera que Belcebú me encontrara. Y me ha conducido a este momento -y a ti también, Maestro, porque Tú también sufres come yo, o quizás más que yo -y me ha conducido a este momento para hacerme caer de nuevo en la desesperación y en el odio.

Porque es malo, es cruel, es envidioso... y más cosas. El alma oscura en medio de tus siervos luminosísimos es Judas de Keriot...

-No hables así, Juan. No falta sólo él. Todos, excepto el Zelote, que no tiene familia, faltaron durante las Encenias. De Keriot, y menos aún en este período, no se viene en pocas etapas. Son casi doscientas millas de camino. Y era justo que fuera a casa de su madre, como Tomás. También he prescindido de Natanael, porque es anciano, y de Felipe, para que acompañara a Natanael...

-Sí. Faltan otros tres. Pero... ¡Oh, Jesús bueno!... Tú conoces los corazones porque eres el Santo. Pero no eres el único que los conoce También los perversos conocen a los perversos, porque se reconocen en ellos. Yo fui perverso, y me he visto de nuevo, en mis peores instintos, en Judas. De todas formas, lo perdono. Solamente por una cosa le perdono el que me mande a morir tan lejos: porque precisamente por él vine a ti. Y que Dios le perdone todo lo demás... todo lo demás.

Jesús no intenta rebatir... Calla. Los apóstoles se miran unos a otros mientras a fuerza de brazos empujan al carro por el camino resbaladizo.

Está ya cerca la noche cuando llegan a la ciudad. Allí, desconocidos entre desconocidos, se alojan en una posada construida en el extremo sur del pueblo, el extremo sur: un risco, cuya pared está tan cortada a pico y es tan profunda, que lanzar hacia abajo la mirada por ella hace venir vértigo; mientras en el fondo -ruido, sólo ruido, en la sombra de pez que ya viste al valle -ruge un torrente.

   


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