CAPÍTULO TERCERO
LA SALVACIÓN DE DIOS:
LA LEY Y LA GRACIA
(1949)
CAPÍTULO TERCERO LA SALVACIÓN DE DIOS:
LA LEY Y LA GRACIA
1949 El hombre, llamado a la bienaventuranza, pero herido por el pecado, necesita la salvación de Dios. La ayuda divina le viene en Cristo por la ley que lo dirige y en la gracia que lo sostiene:
«Trabajad con temor y temblor por vuestra salvación, pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar como bien le parece» (Flp 2, 12-23).