Capítulo 3
3.3» Jesús, presencia siempre viva

Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org  

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1) El día 23, durante mis oraciones, el Señor, sabiendo que me sentía muy sola, me habló y me dijo:

2) - Querida mía: aquí estoy, acudo a tu llamada, pero ni un instante te he abandonado... Estás sola, aparentemente, Yo Estoy contigo.

3) Piensa en Mi angustia en el huerto, Me sentía solo.

4) ¿Tienes miedo? También Yo lo tuve.

5) ¿Necesitas hablar con alguien? Habla Conmigo.

6) ¿Necesitas de una mano que te acaricie? Aquí están las Mías.

7) ¿Necesitas un pecho en el que llorar? Hazlo en el Mío y Yo secaré tus lágrimas con Mis besos... Tus lágrimas se confundirán con las Mías. No soy indiferente a tus sufrimientos.

8) ¿Quieres compañía para rezar? Aquí tienes a los Santos y a Mis Ángeles... Ofréceme la paciencia en esta vida de destierro y así cada vez que Yo te busque, seas libre de toda congoja y puedas gozar de una gran paz interior.

9) Coloca todo lo tuyo únicamente en Mi Divino Querer. Déjate llevar por Mi Santo Espíritu y agradece Sus generosas dádivas...

10) (Entonces, como es mi costumbre le pregunté al Señor si Él estaba en Mí y yo en Él. Luego me contestó)

11) - Sí, Tú en Mí y Yo en ti, pero recuérdalo en cada
momento. Ahora reza el Salmo 121...