La Recomendación del Arzobispo Emérito de Cochabamba
Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org
Habiendo leído el contenido de este folleto donde
Catalina describe una experiencia espiritual frente al
dolor de la muerte de su hermano y de su madre,
encontramos un conjunto de enseñanzas saludables
sobre la infinita misericordia de Dios en el momento
supremo de la vida.
Por una parte, nos lleva a
meditar sobre el sentido de la muerte que, según la
revelación Divina, es el paso definitivo de la vida
humane hacia la otra vida sobrenatural establecida
por Dios mismo y que es el fin y destino de todos,
porque todos, sin excepción, estamos sujetos a la
muerte y a una nueva vida.
En este escrito se hace
resaltar, sobre todo, el perdón que Dios otorga a
quienes que con corazón arrepentido, aún en el
momento de expirar, igual que el malhechor que esta
clavado junto a la cruz donde agoniza Jesús, recibe el
premio del paraíso, solo por reconocer sus pecadosé implorar la misericordia Divina.
El hecho de la muerte de los seres queridos, nos llena
de una profunda amargura, pero la fe, la certeza de la
resurrección reconforta muestro dolor convirtiéndolo
en un gozo espiritual y en una profunda paz del
espíritu.
El relato de Catalina nos lleva a considerar
estos aspectos que, sin duda alguna, influirán
notablemente en nuestro caminar hacia el punto
definitivo de nuestra vida. Dios nos espera a todos,
pero no todos se hacen merecedores de los bienes
divinos.
La escena de la agonía de su madre, si bien
constituye un momento de profundo dolor, sin
embargo es un momento grandioso, glorificado por la
presencia del Señor que está pronto a recibirla en su
Santo Reino junto al coro de los ángeles que la rodean
en este supremo momento.
Si la victoria humana y
pasajera llena de honda satisfacción y alegría a los
que alcanzan el triunfo, cuanto mas llenará el alma de
infinita alegría sabiendo que en el punto de la muerte
se abre la victoria sobre la muerte misma.
Es esa la escena que nos hace vivir el relato de Catalina que
confrontando el dolor y la angustia por la muerte de
su madre amada, siente el gozo profundo de saber
que esa mujer que la trajo al mundo, pesa de esta
tierra a la eternidad acompañada de Cristo, de la
Virgen María nuestra Madre, de los ángeles de Dios,
para recibir la corona de la victoria.
Que Dios en su infinita misericordia nos conceda el
arrepentimiento de nuestros pecados y nos dé el
perdón para que podamos obtener una santa muerte.
Lo expresado por Catalina infundirá en la persona
que lea con atención y sin prejuicios, un
afianzamiento y confianza plena en la misericordia
Divina, al mismo tiempo que servirá para valorar en
alto grado, la necesidad de establecer una alianza con
Dios mediante el Sacramento del Perdón.
Estas consideraciones, me mueven a recomendar la
lectura de este pequeño folleto que producirá un
valioso fruto espiritual.
Mons. René Fernández, A
C.P. 129 Avenida Ballivián 737
Cochabamba, Bolivia
Arzobispo Emerito de Cochabamba