48» Sufrimiento del Señor

Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org  

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MAN-48 15-Mar-94 Hrs. 16:40 Jesús

1) Sufro tu dolor, hijita, conozco su naturaleza... Es el dolor que Yo siento cuando miles de hijos Míos, al igual que ellos, dicen que los anuncios son inventados.

2) Miles que ni siquiera se acercan a pronunciar Mi nombre, miles que no Me saludan una sola vez al día, cientos que me maldicen porque no les salió bien cualquier vanalidad y otros tantos, que creen que lo que poseen proviene del portento que son.

3) (¿Qué deberé decirles, "Señor, para que crean...?",
pregunto.)

4) Dirás: "Se han predicho tiempos de guerra y persecución a la Iglesia de Cristo a consecuencia de la apostasía, de la difusión del ateísmo, tanto práctico como teórico. Si tan sabio te crees, lee al Profeta Isaías y lee el Apocalipsis. Descífralos, observa los signos y decide tú si creer o no..." (sólo eso). Cuando la persona es inteligente y/o se entrega al Espíritu Santo para su lectura, comprende y comprueba la verdad, de que el retorno está cerca, mas sólo el Padre, sabe la hora y el día para la llegada del Hijo
del Hombre...

5) Comprendo tu pena, no porque vayan a condenarse en el infierno eterno (porque Mi Misericordia, el amor a intercesión de Mi Madre y tus oraciones, hoy les preservan de mayores ataques del adversario) sino por el lugar que tendrán el día que tú estés cerca nuestro y que ellos rechazan en nombre de su juventud, a la que le ponen sinónimos como: presiones tuyas, malos Sacerdotes, falta de
tiempo, malas experiencias...

6) Ahí está también la mano de los espíritus del otro lado, puesto que si dijeses "Deberás escalar el cerro más alto de la ciudad y encontrarás un cofre lleno de dinero," besarían tu mano por darles el dato y agradecidos correrían descalzos en su búsqueda, y arañarían la tierra al ver aparecer el cofre, hasta que los dedos les sangrasen... Pero teniendo la Palabra de la salvación la desechan, y pasando frente a la puerta de la Gloria no inclinan la cabeza...

7) Nadie puede ni debe juzgar a un hombre porque otros también hubiesen obrado mal, o porque hubiesen defraudado a mucha gente, porque en verdad te digo que si así fuese, no habría ser humano sobre la tierra que mereciera la Misericordia del Altísimo.

8) Tampoco es cierto que se necesiten muchos días para prepararse a una reconciliación. Sabemos que todos son pretextos pero, las verdaderas causas que los motivan, sólo Yo las conozco...

ORACIÓN Y AYUNO:

9) Cuando ores y hagas tu ayuno, encomiéndalos uno a uno, a los espíritus celestiales, que son seres luminosos que tienen por amor el bien, la pureza la humildad, el asentimiento a la Voluntad del Padre...
Ellos en su batalla continuarán protegiendo a tu familia de cada espíritu inmundo que hoy vaga buscando complacer a ese despreciable enemigo de la creación.

10) Pídele a Mi Madre, que los proteja bajo Su perfumado manto y no tortures tu mente, que la necesito sana y fuerte para estar atenta a Mi voz..

11) Te quiero así, con sacrificio, con entregas, con oraciones, con amor a los demás... Me alegra tanto y consuela tu pureza... Cuando contemplo almas así, siento como si brotasen lirios en Mi Corona de Espinas.

12) Sumérgete en Mi Corazón, esta llaga ardiente se baña de luz para recibirte. Y ábreme siempre el tuyo, lleno de amor en el cual me complaces.

PIDAN A LOS ÁNGELES SANTOS:

13) Al iniciar el día de tu ayuno, pide a los ángeles y
Santos mártires que vayan en tu auxilio para purificar tu día, como quieres, o si fallas, no te tortures.

14) Día llegará en el cual no sólo sea un día perfecto, sino Santo.

15) Fortalece tu espíritu, recibirás ataques de todos ellos (habla en un contexto específico). Ofrécelo por su misma salvación, por que se les acorte el miedo en las horas de angustia.

16) Recíbeme en tu mente y en tu corazón como a la llaga sangrante que ves al repetir los Misterios Dolorosos... Así, amores y dolores se unirán en el dulce tormento de las almas enamoradas. Si tú estás enamorada de Mi Grandeza y Misericordia, tu pequeñez me cautiva, tu abandono es el mejor aliciente para este tu Cristo amante.