13» Cuaresma del Año 2005
2° Mensaje: 25 de marzo
Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org
HD-13) Mérida, 25 de marzo de 2005 - El Señor
1) Hija Mía, siguen las reflexiones acerca de Mis
sufrimientos, actúa según te mueve Mi Espíritu
en estos días y en la entrega de estos dictados. ¿Qué más te da que las llamen Reflexiones? Lo importante
es que estas palabras los lleven a meditar y en estas
meditaciones, te aseguro que los Míos sabrán
reconocer qué voz es la que los llama.
2) Las preguntas y respuestas son tres en este
atardecer:
1.- ¿Quién Me quiere herir?
2.- ¿Quién Me arranca la barba?
3.- ¿A quién no Me negué?
3) Queridos, Me han herido todos los pecadores y cada
maldad ha sido una herida más fuerte para Mí. Me
arrancaban la barba varias personas, puesto que,
quien era condenado a morir crucificado, en esa época, había perdido personalidad jurídica y eso
hacía lícita toda ofensa, todo ludibrio contra el
condenado.
4) Hijitos, ¡cuántos hombres, durante la semana Santa,
quieren sentirse conmovidos, porque Yo los He
acostumbrado a ello, para favorecerlos! Pero hoy los
invito a razonar Conmigo. Más tarde se verá.
5) Los hombres han querido herirme, comenzando de
aquel día, bien conocido a cada uno, en el que Me
cubrió de rubor por su primera culpa verdadera. He
aceptado sus repetidos golpes y los He transformado
en medios de su justificación.
6) ¿La ofensa hecha a Mí, podía permanecer sin Mi
respuesta...? ¿Cuál Ha sido esa respuesta...? La plena
aceptación, el silencio, una mirada de dulzura, un
movimiento de compasión: ¡Un abrazo de perdón...!
No se hiere sin la respuesta que corresponde; pero Yo
He respondido así.
7) Mi barba ha sido arrancada repetidamente. ¿Quién
lo ha hecho? ¿También ustedes...? Déjenme
explicarles: si las espinas, con su dolorosa presión,
impulsaban a Mis ojos a cerrarse; los arranques de Mi
barba, Me eran muy dolorosos, porque Mi Rostro era
una llama de dolor, debido a los golpes, a la Corona
espantosa, y por el ardor de la saliva de los guardias,
de sus escupitajos, ardía en Mis heridas.
8) ¿Cómo negarme a recibir estos dolores? Estaba ahí para padecer, para sufrir, para morir y así proseguía
Mi donación, concretándola acto por acto.
9) ¡Nadie imagina cuánto sufrí en el Rostro! Sobre mi
mejilla había caído uno de los latigazos de la
Flagelación e iba hasta el cuello, como un surco hecho
con fuego.
10) En la otra mejilla había recibido el golpe de aquel
torpe soldado... Por Mi rostro y Mi frente chorreaba
sangre, y sangre salía de Mi boca a causa de los
golpes...
11) Pilatos trató inútilmente de mover a compasión a la
muchedumbre y Me presentó ante ella diciendo: "Ecce
homo", pensando justamente triunfar sobre la perfidia
de los judíos, dadas las condiciones en que Me
mostraba.
12) Hombres: no Me negué a ustedes y tampoco al
Padre. Acogí todo y a todos. Solamente el odio ciego
de los sacerdotes del Templo podía repetir una y otra
vez: "¡Crucifícalo!" Espero que Me acojan ustedes y
no únicamente en esta Pascua, ¡lo deseo
ardientemente! Vengan: Yo voy acompañando por
ustedes. Tendrán la aprobación de Él. Serán
justificados por Él, porque quiere darles el premio
debido a Mis ofrecimientos; dárselo a ustedes porque
así lo quiero Yo y así lo quiere Él.
13) Recuerden que mi Pasión es su seguridad, y lo que
sufrí entonces es inconcebible a la mente humana, así como debería llamarse inconcebible su negativa a
aceptarme, después de tantas y tan inmensas
demostraciones de Amor.
14) Ahora, si gustan, conmuévanse por Mí. Yo quería
primeramente hacerlos razonar Conmigo.
15) ¿Han comprendido Mi Mensaje? Yo no He
renunciado a ustedes. Ustedes... ¿renunciarían a Mí?
16) Convénzanse de que Mi Pasión no sólo los salva,
sino que también los embellece, les da lucidez, fe,
inquebrantable esperanza, y enciende poderosamente
Mi Caridad en ustedes.