» Sexta Palabra:
"¡Todo está consumado…!"
Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org
Otro día Jesús me explicaba que no todos
subimos por el mismo sendero hacia la
santidad; que mientras algunos tienen que trabajar
con la humildad, otros deben hacerlo con la alegría,
otros deben trabajar con su falta de esperanza,
otros con el carácter, otros con la vanidad, otros con
la fortaleza para romper aquella cadena que los ata
a algún vicio… En fin, cada uno en lo suyo.
Decía el Señor que cada vez que nos sentimos
trabados en este camino, debemos hacer un análisis
para ver claramente cuál es el lugar en el que
tenemos colocados nuestros deseos; qué cosas son
las que más nos preocupan o nos hacen perder la
paz, la alegría; qué cosas y en qué momento se nos
presentan las mayores tentaciones...
Me habló de las tentaciones de algunas personas
que estuvieron cerca de Él. Habló de la tentación
de desconfianza que sufrieron los apóstoles,
cuando tuvieron la experiencia de verse en un
momento de peligro mientras estaban en la barca y
pensaron que se hundirían, que las aguas los
ahogarían y ellos no podrían salvarse porque
"Aquel" que podía ayudarlos estaba durmiendo.
Me habló de la tentación de la falta de fe de Pedro,
cuando comenzó a hundirse en las aguas en el
momento en que dudó de poder caminar sobre
ellas para alcanzar a su Maestro.
Me habló de la tentación de Santiago y Juan,
cuando discutían, deseosos de saber cuál se
sentaría a Su derecha, dejando que las tentaciones
de la envidia, la vanidad y el deseo de poder,
hicieran presa de ellos.
Se refirió a las tentaciones que sufrieron los escribas
y fariseos: envidia, temor y odio contra Él,
sentimientos que les llevaron a poner piedras en Su
camino para que se tropezara, de manera que todos
pudieran caerle encima a golpes; me habló de cómo
le hacían preguntas para pescarlo en 'su error' y
condenarlo por ello.
Me habló de Sus propias tentaciones sufridas
durante los 40 días que ayunó en el desierto y de
cómo con Su oración y rechazo al demonio pudo
superarlas.
Sobre todo esto que me iba contando, podría
escribir varias páginas, pero en todos los casos el
centro del mensaje era el mismo: que únicamente se
puede vencer a las tentaciones con la oración, y
buscando vívidamente el cumplir la Voluntad del
Padre.
"¡Todo está consumado…!"
Jesús habló así cuando llegó a la sexta palabra:
"Cuando dije que todo estaba consumado, resumía
con esas palabras todo lo que Mi pensamiento
decía al Padre. Está consumado el haber hecho Tu
Voluntad, Padre Mío… Vine al mundo a través de
las entrañas de una Virgen, en el cuerpecito de un
bebé Me hice Hombre como todos los mortales para
salvarlos…"
"Se cumplieron en Mí todas las profecías: Nací en
Belén, viví pobremente, Me hice bautizar por un
hombre, prediqué en Tu Nombre, Me enviaste y Te
di a conocer amoroso y bondadoso como eres.
Sufrí persecución, vine como médico de cuerpos y
de almas y sané a muchos enfermos. Fui
traicionado por un amigo íntimo, vendido por
treinta monedas falsas… Vine a demostrarles que
no está muerto quien en Ti y en Mí cree y resucité muertos."
" '¡Telestai!' ¡Todo se ha consumado! Vine a
salvar a los pecadores y aquí tienes a una, atada a
Mi Cruz, llorando de amor por Ti y de dolor por
Mí, junto a Mi Madre. Te Estoy llevando a un
ladrón para que abra las puertas del Paraíso a
todos los pecadores que quieran salvarse. ¡Todo
está consumado…!"
"Se han cumplido en Mí las profecías, que suman
más de 20 únicamente en el tiempo de Mi Pasión y
Mi agonía… Estoy dejando a Mi Madre como
Madre de toda la humanidad, para que los hombres
no se sientan huérfanos, y Estoy dejando a la
perfecta discípula que Me diste por Madre, en
manos de aquellos que Me amarán a través de los
siglos."
"¡Telestai, Padre Mío…! (que quiere decir "¡Ya
estuvo!" "¡Todo está bien hecho!", "¡Ya he
cumplido y he hecho lo mejor que he podido!"). La
humanidad ha visto la Luz, y aunque no han
sabido reconocerla, los iluminará a través de toda
la historia de la tierra. ¡He cumplido Contigo,
Padre, derrotando a la serpiente He abierto las
Puertas del Cielo."
"Recuerda hija Mía a Job, cuando dice:
'Da saltos el corazón,
salta fuera de su sitio,
oíd, oíd el estruendo de su Voz,
el rugido que de su boca sale,
debajo de todos los cielos lo lanza,
y su fulgor alcanza
hasta los extremos de la tierra' "
"Se Ha cumplido de manera perfecta, ya nunca más
el hombre tendrá que temer a ese Dios justiciero
que se empeñaron en mostrar por la cultura del
pueblo, personas que vivieron los días de las
amenazas… El Ángel Fuerte Ha cumplido, Padre y
aunque ahora viene Mi retorno a Ti, de Mi Costado
abierto nacerá la Iglesia sobre la cual no
prevalecerán las puertas del infierno."
"Será una Iglesia santa, compuesta por hombres
santos y pecadores, pero en medio de la inmundicia
que es consecuencia de la miseria humana,
brillarán como astros muchos hombres y mujeres
que cumplirán sus votos y promesas… Tampoco
faltará en esta Iglesia el dolor, la traición, el
pecado… Sabes que todo está contaminado y todo
deberá pasar por un Getsemaní y un Gólgota. Pero
el resto fiel, esa porción de rebaño de esta Iglesia
que Yo desde ahora baño con cada gota de Mi
Sangre, llegará al Tabor para transfigurarla."
"¡Todo está consumado Padre! Todo tenía que
cumplirse y todo tendrá que cumplirse, hasta las
horas de tinieblas que tanto asustarán al hombre,
porque es preciso que el hombre de la iniquidad se
haga presente en el mundo para combatir a los
Nuestros: a los Tuyos y Míos. Pero queda María,
Padre Mío, Tu perfecta colaboradora, para dar
cumplimiento a Tu Palabra. He sufrido todo en Mi
Cuerpo, todo lo He hecho libremente, no por
imposición Tuya, sino porque Yo lo He querido, por
Amor a Ti y por Amor al Hombre."
"Todo está consumado y ahora debo volver a Ti,
Padre Mío, pero recuerda que Te He encomendado a
los Míos, para que ni uno sólo de ellos se pierda…"
"Yo Sé que se perderán los que habiéndome jurado
fidelidad se irán detrás de los placeres del mundo.
Se perderán los que, teniendo las manos
consagradas para poder traerme y darme como
alimento a los hombres, ensuciarán esas manos
lastimando a los inocentes y entonces sí tendrán
una soga con una piedra atada al cuello, para
tirarse a las profundidades de un río de lava."
"Se perderán los que no pudiendo llevar sobre sus
hombros cargas pesadas, las echarán sobre las
espaldas de los débiles, para aplastarlos. Se
perderán los que no Me reconozcan ya en los
sencillos y los humildes, porque los ciega su
soberbia. Se perderán aquellos a quienes por haber
recibido más, se les pedirá mayores cuentas…"
"Pero aquellos que son capaces de llorar ante la
meditación de los dolores que ahora Me agobian,
los que viendo una anciana harapienta besarán su
mejilla en señal de hermandad e igualdad; los que
pudiendo dormir en una cama duerman en el suelo,
mortificando su carne en señal de reparación por
amor a Nosotros... Los que reconozcan Mi mirada
en la de los marginados, mi sonrisa pura en los
niños, Mi voz en medio de la confusión y el bullicio
del mundo, mi llanto en los pecadores
arrepentidos... "
"Aquellos que reflejen Mis manos en los perdones
otorgados, los que sigan Mis huellas como
misioneros, abriendo surcos de esperanza para
sembrar Mi semilla, sin confiar en su capacidad,
sino únicamente en Mi Providencia... Los que se
vuelvan como niños, al punto que su inocencia y
pureza los lleven a creer y a confiar plenamente en
Mi Presencia Omnipotente...
"Aquellos que siempre estén con los labios
dispuestos a una sonrisa, a un perdón, a una
bendición, a un reproche o corrección fraterna...
Aquellos que no vacilen en decir con fuerza Mi
mensaje de salvación, sin temor a que los callen, y
que son capaces de aguantar los golpes, las
infamias, las calumnias y los insultos sin
defenderse, sin albergar deseos de venganza… ¡Esos
se salvarán, porque están entre los que llamo Míos
y que fueron encomendados a Ti para que, siendo
del mundo, no estén en el mundo… para que no se
pierdan!