I. La Última Cena
Recordar su alianza
Este mandato, anunciado en la Última Cena, es una referencia a una parte muy antigua de la tradición bíblica.
Acordarse es un tema clave en el Antiguo Testamento. A veces cuando encontramos la palabra “acordarse” en la Escritura, quiere decir sencillamente, “no olvides”.
Sin embargo, cuando se refiere al “acordarse” de Dios la palabra tiene mucho más sentido.
Por ejemplo, después del diluvio, Dios promete, “me acordaré de la alianza” y “no habrá más aguas diluviales para exterminar la vida” (Gen. 9:15-16). [Nota: la distinción que quiere explicar el autor no se ve en todas las traducciones de la biblia.]
No es como que Dios olvidara su alianza. Aquí y en otras partes del Antiguo Testamento, cuando Dios “se acuerda”, significa que Él está actuando para cumplir su voluntad, contestando a oraciones, perdonando, salvando y bendiciendo a su pueblo (cfr. Gen. 30:22; 1 Sam. 1:19; Sal. 98:3; 105:42).
Es el mismo sentido cuando rezamos en la misa, “Acuérdate Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra” (Plegaria II).
No estamos diciendo que Dios se ha olvidado de su Iglesia. Estamos pidiendo su bendición, y la continuación de su actividad salvadora en nuestras vidas.
En el Antiguo Testamento, el ejemplo más dramático de este “acordarse” es cuando Dios “se acuerda” de su alianza con Abraham y llama a Moisés a liberar a su pueblo escogido de la esclavitud en Egipto (cfr. Ex. 2:24; 6:5; Lev. 26: 42,45).