I. Digno es el Cordero
Los títulos de Jesús
Jesús tiene muchos títulos en la Escritura.
Es llamado “el Ungido” (Hech. 4:26) y “el Cristo” (Hech. 3:20). Frecuentemente se refiere a Él como “Señor,” y “Maestro.”
Es llamado “León de Judá” (Apoc. 5:5), “Sumo Sacerdote” (Heb. 3:1), “Hijo de Dios” (Mc. 1:11), y “Rey de los Judíos” (Mc. 15:2; 15:26).
Tales títulos reconocen a Jesús como Dios, Rey, y cabeza de la Iglesia en el cielo y en la tierra.
Pero en el último libro de la Biblia, es llamado -28 veces- el Cordero: “Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza” (Apoc. 5:12).
Es una descripción curiosa. De una manera, es lo opuesto de los otros títulos usados para describir a Jesús. Mientras los otros títulos significan poder y majestad, su descripción como “Cordero” evoca debilidad y la falta del poder.
Sin embargo, el título refleja una creencia fundamental del Nuevo Testamento, una que continuamos profesando en cada Misa.
Cada vez que celebramos la Eucaristía, el sacerdote dice: “Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.”
Estas palabras combinan dos versículos de la Escritura: la descripción de Jesús hecha por San Juan el Bautista (cfr. Jn. 1:29,36), y las palabras del ángel sobre la fiesta celestial en el último libro de la Biblia (Apoc. 19:9).