II- Origenes del Culto
El Templo real
Cuando Israel se hizo un reino bajo el gobierno de David y su hijo, Salomón, el Arca fue colocada en el Templo.
El Arca fue llevado a Jerusalén en una fiesta religiosa y gozosa, con el sacrificio de siete toros y siete carneros y las bendiciones de los sacerdotes (cfr. 1 Cro. 15:1-16:3; 2 Sam. 6: 11-19).
El Templo fue construido según un diseño divino (cfr. 1 Cro. 28:19). Dios le dijo a Salomón que iba a ser “mi casa de sacrificio” (cfr. 2 Cro. 7:12).
En una escena muy similar a lo que vimos en la inauguración de los sacrificios diarios, bajó fuego del cielo al altar mientras el pueblo se postró en adoración en la dedicación del Templo (cfr.2 Cro. 7:1-4). Ese día, el pueblo y su rey sacrificaron 22,000 bueyes y 120,000 ovejas.
Desde ese momento, se centró la vida ritual de Israel en el Templo.
Igual que su padre, Salomón ofreció los sacrificios sacerdotales de acuerdo con las leyes de Moisés (cfr. 2 Cro. 7:4; 8:12). En efecto, el monarca de Israel fue comparado con el rey- sacerdote Melquisedec (cfr. Sal. 110).
El Templo, según la tradición, fue edificado en “Salem” donde Melquisedec era sumo sacerdote y rey (cfr. Sal. 76:3). También se dijo que fue edificado en el mismo Monte Moria, donde Abraham había ofrecido a su hijo en sacrificio y Dios había jurado salvar a todas las naciones (cfr. 2 Cro. 3:1; Gen. 22:2,18).