LO QUE RESISTES, PERSISTE
Una chica esquiaba en el mar, jalada por una lancha. No sabía nadar, pero traía puesto el chaleco salvavidas. De repente, la mujer perdió el equilibrio y cayó al mar. Como pudo, alcanzó a sujetarse de una de las cuerdas que la jalaban.
Se aferró a ella, y fue arrastrada por la lancha al más puro estilo vaquero.
Los ayudantes le decían que soltara la cuerda, porque de lo contrario no podrían ayudarla.
La chica no lo hacía, porque tenía miedo de que le pasara algo si se soltaba. Pero a medida que pasaba el tiempo, se hacía más daño.
Finalmente, la chica comprendió que se estaba lastimando. Soltó la cuerda. Y fue entonces cuando la pudieron ayudar.