AVIVAR LA LLAMA ESPIRITUAL
¿Cuál es el secreto para centrar nuestra atención en Dios, y tener más vida interior?
Cuentan que un rey muy rico, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales, y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría.
Ante esta situación, y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo. Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó:
- "Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual, en medio de tanta riqueza?" El rey le dijo: -"Te lo revelaré, si recorres mi palacio, para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré". Al término del paseo, el rey le preguntó: - "¿Qué piensas de mis riquezas?" La persona respondió: -"No vi. nada.
Sólo me preocupé de que la llama no se apagara". El rey le dijo: - "¡Ese es mi secreto! Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas del mundo". Muchas veces deseamos vivir como mejores cristianos, y tener vida espiritual, pero sin decidirnos a apartar la mirada de las cosas que nos rodean y deslumbran con su aparente belleza. Procuremos "ver hacia adentro" y avivar nuestra llama espiritual, pues: -
Al tener nuestra mente y nuestro corazón puestos en el Señor, podemos aprender a conocerle y amarle.
Las trivialidades y preocupaciones de la vida no podrán apartarnos del buen camino.
- Crecerá nuestro amor por la familia y nuestros semejantes, que son imagen de Dios.
- Viviremos alegres en esta vida, preparándonos para alcanzar la felicidad eterna al lado de nuestro Padre. Mientras tengan luz, crean en la luz para estar iluminados, (Jn 12,36)