SI TUVIERA QUE VOLVER A CRIAR A MI HIJO
Primero construiría su autoestima, y la casa después.
Pintaría más con el dedo, y lo apuntaría menos.
Apartaría mis ojos del reloj, y lo miraría más.
Me ocuparía menos en saber, y sabría ocuparme más en él.
Haría más caminatas, y haría volar más papalotes (cometas).
Dejaría de jugar a ser seria, y jugaría seriamente
Correría por más campos, y observaría más estrellas.
Daría más abrazos, y menos retos.
Vería más seguido el roble en la bellota.
Sería mucho menos firme, y afirmaría mucho más.
Pondría como modelo, no tanto el amor al poder, como el poder del amor.
"LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO"